El Papa Francisco dio seis ejemplos de gestos cotidianos de amor que pueden realizar los fieles para alcanzar el Cielo, siguiendo el llamado de Cristo a esforzarse para “entrar por la puerta estrecha” de la salvación.
En sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Santo Padre reflexionó
sobre la lectura del Evangelio de este domingo, en la que un hombre le pregunta
a Jesús si son pocas las personas que se salvarán. “El Señor responde: ‘Traten de entrar por la puerta
estrecha’”, recordó el Pontífice.
El Papa Francisco dijo que “la puerta
estrecha es una imagen que podría asustarnos, como si la salvación fuera
destinada solo a pocos elegidos o a los perfectos”.
“Pero esto contradice lo que Jesús nos ha enseñado
en muchas ocasiones; de hecho, poco más adelante, Él afirma: ‘Vendrán muchos de
oriente y de occidente, del norte y del sur, a ocupar su lugar en el banquete
del Reino de Dios’. Por lo tanto, esta puerta es estrecha, ¡pero está abierta a
todos!”, aseguró.
El Papa explicó que cuando Cristo señala que Él es la puerta, quiere
decir que la vida del cristiano debe moldearse a medida de Jesús y de su
Evangelio. “No lo que pensamos nosotros, sino lo
que nos dice Él”, indicó.
En ese sentido, “se trata de una puerta
estrecha no por ser destinada a pocas personas, sino porque pertenecer a Jesús
significa seguirle, comprometer la vida en el amor, en el servicio y en la
entrega de sí mismo como hizo Él, que pasó por la puerta estrecha de la cruz”.
“Entrar en el proyecto de vida que Dios nos propone
implica limitar el espacio del egoísmo, reducir la arrogancia de la
autosuficiencia, bajar las alturas de la soberbia y del orgullo, vencer la
pereza para correr el riesgo del amor, incluso cuando supone la cruz”, afirmó.
Por ello, el Papa Francisco dio a los fieles
reunidos en la Plaza de San Pedro seis ejemplos de “gestos cotidianos de amor”
que, llevados con esfuerzo, ayudan a entrar al Cielo por la puerta estrecha:
- “Los
padres que se dedican a los hijos haciendo sacrificios y renunciando al
tiempo para sí mismos”.
- Las
personas “que se ocupan de los demás y no solo de sus propios intereses”.
- La
persona que “se dedica al servicio de los ancianos, de los más pobres y de
los más frágiles”.
- “Quien
sigue trabajando con esfuerzo, soportando dificultades y tal vez
incomprensiones”.
- El
católico que “sufre a causa de la fe, pero continúa rezando y amando”.
- Los
fieles que, “en lugar de seguir sus instintos, responden al mal con el
bien, encuentran la fuerza para perdonar y el coraje para volver a
empezar”.
El Papa Francisco dijo que estos “son
algunos ejemplos de personas que no eligen la puerta ancha de su conveniencia,
sino la puerta estrecha de Jesús, de una vida entregada en el amor”.
“Estas personas, dice hoy el Señor, serán
reconocidas por el Padre mucho más de los que se creen ya salvados y, en
realidad, son ‘los que hacen el mal’”, afirmó el
Papa.
El Santo Padre terminó su reflexión con las siguientes preguntas: ¿de qué lado queremos estar? ¿Preferimos el camino fácil
de pensar exclusivamente en nosotros mismos o la puerta estrecha del Evangelio,
que pone en crisis nuestros egoísmos pero nos vuelve capaces de acoger la
verdadera vida que viene de Dios? ¿De qué lado estamos?”.
“Que la Virgen, que siguió a Jesús hasta la cruz,
nos ayude a medir nuestra vida sobre Él, para entrar en la vida llena y
eterna”, expresó.
POR EDUARDO BERDEJO | ACI Prensa
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