Continúa
la represión en Nicaragua
El obispo de
Matagalpa, en Nicaragua no ha tenido en los últimos días ni siquiera la
oportunidad de celebrar misa de forma presencial junto a su comunidad como
solía hacerlo normalmente.
(GaudiumPress/InfoCatólica) La difícil situación de acoso
y represión que sufre la Iglesia nicaragüense no deja de empeorar y con creces.
Después de haber ordenado el retiro de diversas congregaciones religiosas del
país de forma injustificada, la policía nacional ha iniciado una ola de
persecuciones contra varios sacerdotes católicos.
Obispo de
Matagalpa, Nicaragua - Mons. Rolando Álvarez de rodillas en la puerta de la
Curia, ora rodeado por policías y antimotines que lo asedian y mantienen
sitiado desde ayer. pic.twitter.com/e397pvQNKL
— CELAM
(@CelamWeb) August 5, 2022
Entre los sacerdotes
perjudicados, se encuentran: el padre Harving
Padilla, párroco de la iglesia San Juan Bautista de Masaya; el padre Uriel
Vallejos, párroco en Sébaco de Matagalpa y, quien ha sufrido más acosos recientemente,
el monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de
Estelí.
Monseñor Rolando en los
últimos días no ha tenido siquiera la oportunidad de celebrar misa de forma
presencial junto a su comunidad como solía hacerlo normalmente.
Todo comenzó cuando, el 04 de
agosto, monseñor Rolando se disponía a celebrar la Eucaristía desde la curia en
la Catedral como de costumbre, pero, al intentar llegar a ella, se la encontró rodeada de funcionarios policiales,
quienes no le permitieron llevar a cabo la celebración.
Frente a esta situación, el
obispo pidió que le acercaran el Santísimo, y pudo iniciar una adoración
eucarística junto a algunos fieles en el exterior del templo.
Al día siguiente, el obispo
intentó una vez más acercarse a la curia para oficiar Misa, pero se mantenía
bordeada por policías, de modo que optó por celebrar de todas formas, pero
transmitiéndolo en vivo por las redes sociales de la diócesis.
Es así como el obispo Rolando
se terminó de decidir por realizar todas las actividades pastorales de forma
virtual, en vista de que los acosadores no parecen tener intenciones de ceder.
La cifra de los policías que
rodean la zona se calcula en 50, y el asedio no se limita al obispo, sino que
se extiende también a sus servidores.
A inicios de semana, el obispo
Rolando había retado al régimen de Ortega a demostrar la legitimidad de la
orden de clausura de las 6 radios que la diócesis tenía (Escena A). Es obvio
que esta confrontación no fue del agrado del gobierno, por lo que respondieron
mediante la fuera y la violencia, encerrando al obispo como lo hicieron con el
cardenal Midszenty.
Sin embargo, el desenlace de
todo esto aún está por verse pues, como afirma el monseñor Rolando, «el Señor de Nicaragua» es Jesucristo, no el
dictador Ortega.
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