jueves, 5 de septiembre de 2019

MI ESPERANZA HE PUESTO EN DIOS


Como ciervo sediento en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?
Día y noche, mis lágrimas son mi alimento, mientras a todas horas me preguntan: ¿Dónde está tu Dios?
Cuando pienso en estas cosas, doy rienda suelta a mi dolor.
Recuerdo cuando yo iba con la gente, conduciéndola al templo de Dios entre gritos de alegría y gratitud.
¡Qué gran fiesta entonces!
 ¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!
Salmos 42:1-5

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