El Papa Francisco abrió el corazón ante miles de
jóvenes a quienes les dio 12 consejos para aplicarlos en su vida.
Así lo hizo el Santo Padre durante su cuarto viaje
apostólico en África en el encuentro interreligioso con miles de jóvenes en
Maputo, la capital de Mozambique, tras haber celebrado la Misa en privado en la
Nunciatura Apostólica de Maputo y haberse reunido allí mismo con algunos
jóvenes de Mozambique.
Después, el Papa realizó la tradicional visita de cortesía al Presidente
de la República de Mozambique y luego dirigió su primer discurso a las
autoridades y al cuerpo diplomático del país.
Posteriormente, el Pontífice llegó al Pavillon Maxaquen junto al
Arzobispo de Maputo, un estadio con capacidad máxima de 15.000 personas, en
donde fue recibido con entusiasmo por miles de jóvenes que cantaron y bailaron
con alegría.
Allí, el Papa Francisco pronunció un
discurso en portugués “con el corazón abierto” en el cual fue
interrumpido en varias ocasiones con aplausos y ovaciones mientras que también
él añadía frases en español.
Durante el encuentro, el Santo Padre ofreció estas enseñanzas a los
jóvenes, que él mismo describió como: “pequeños
elementos que pueden darles el apoyo necesario para no achicarse en los
momentos de dificultad, sino para abrir una brecha de esperanza;
brecha que les ayudará a poner en juego su creatividad y a encontrar nuevos
caminos y espacios para responder a los problemas con el gusto de la
solidaridad”.
- ¡Ustedes
son importantes! Tienen que saberlo, tienen que creérselo. ¡Ustedes son
importantes! Pero, ¡con humildad!
- La
alegría es el mejor antídoto que
desmiente a todos aquellos que quieren dividir, fragmentar o enfrentar. ¡
- Si
quieres llegar rápido camina solo, si quieres llegar lejos, ve
acompañado.
- Sueñen
con otros, nunca contra otros;
sueñen como han soñado y preparado este encuentro: todos unidos y sin
barreras.
- La
resignación es enemiga de los sueños y del compromiso, también lo es la
ansiedad.
- No
dejen que les roben la alegría. No dejen de cantar y expresarse
de acuerdo a todo lo bueno que aprendieron de sus tradiciones.
- ¡No
es bueno darse por vencido! No
caigamos en el error de detenernos porque hay cosas que no nos salieron
bien la primera vez.
- Seamos
capaces de crear la amistad social. No olviden que la enemistad social
destruye: ¡El mundo se destruye por la enemistad! Y la enemistad
más grande es la guerra.
- Los
sueños más bellos se conquistan con esperanza, paciencia y determinación,
renunciando a las prisas.
- La
paz es un proceso que también ustedes están llamados a recorrer,
tendiendo siempre sus manos especialmente a aquellos que están pasando en
un momento de dificultad.
- Busquen
crecer en la amistad también con los que piensan distinto,
para que la solidaridad crezca entre ustedes y se transforme en la mejor
arma para transformar la historia.
- Proteger
nuestra casa común, una casa que es de todos y
para todos. Este es un lindo sueño para cultivar juntos, como familia,
una linda lucha que los puede ayudar a mantenerse unidos.
Por último, el Papa Francisco quiso realizar una última reflexión: “Dios los ama, y en esa afirmación estamos de acuerdo
todas las tradiciones religiosas -y añadió- para Él realmente eres valioso, tú no eres
insignificante, le importas, porque eres obra de sus manos. Porque
te ama. Por eso te presta atención y te recuerda con cariño’. No quiere
llevar la cuenta de tus errores y, en todo caso, te ayudará a aprender algo
también de tus caídas. Porque
te ama. Intenta quedarte un momento en silencio dejándote amar por Él.
Intenta acallar todas las voces y gritos interiores y quédate un instante en
sus brazos de amor”.
Por ello, el Santo Padre invitó a guardar unos minutos
de silencio para reflexionar en el Amor de Dios que “es sencillo, casi silencioso, discreto: no
avasalla, no se impone, no es un amor estridente u ostentoso; es un amor de
libertad y para la libertad, amor que cura y que levanta”.
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI
Prensa
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