domingo, 27 de marzo de 2016

LAS RAZONES QUE DAN VERACIDAD DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS


Si Jesús resucitó de entre los muertos, entonces todas sus afirmaciones son verdad y ahora podemos estar seguros que sí hay vida después de la muerte.

Aunque no hubo testigos de la resurrección, sí los hay del Resucitado. Las apariciones del Resucitado no fueron visiones subjetivas, sino hechos objetivos, históricos. Quienes lo vieron comenzaron a decir que el “Crucificado estaba vivo” y así es como surge la Iglesia.

Sin embargo hay varias teoría que niegan la resurrección, que veremos abajo.

TOMA EN CUENTA ESTOS ARGUMENTOS

* Jesús mismo predijo su muerte y resurrección, y estos eventos sucedieron exactamente como él los había anunciado.

* Este evento está bien documentado por numerosos recursos históricos y confiables. Historiadores como Josefo (c.37-110 DC), Ignacio (c.50-115 DC), Justino Mártir (c.100-165 DC) y Tertuliano (c.160-220 DC) estuvieron convencidos de la autenticidad de la resurrección. Además, otros historiadores del primer y segundo siglo incluyendo a Cornelio Tácito, Suetonio, Plinio Segundo, y Luciano de Samosata reconocieron el impacto que este evento increíble tuvo sobre la gente de esa época.

* La resurrección es la única explicación aceptable del sepulcro vacío.

* Hubieron numerosos testigos de la resurrección. Después de que él resucitó de entre los muertos, Jesús apareció por lo menos diez veces a los que le conocían y a más de 500 personas a la misma vez. Estas apariciones no fueron alucinaciones; Jesús comió y habló con sus seguidores y ellos le tocaron su cuerpo resucitado.

* La resurrección es la única explicación lógica para la transformación de los discípulos. Ellos abandonaron y negaron a Jesús antes de su juicio público; después de su muerte ellos estaban desalentados y temerosos. Después de su resurrección y su experiencia en Pentecostés, estos mismos desalentados hombres y mujeres fueron transformados por el sobrenatural poder de Cristo resucitado. En su nombre, ellos pusieron de cabeza al mundo.

* La resurrección es la única explicación razonable para el comienzo del movimiento Cristiano. La Iglesia Cristiana nació en la misma ciudad donde Jesús fue públicamente ejecutado y sepultado. La creencia en un Jesús resucitado tuvo que haber sido auténtica para haberse enraizado en Jerusalén y crecido hasta abarcar el mundo entero.

Para probar más en profundidad la realidad de la resurrección de Jesucristo, nos bastará dejar establecido que verdaderamente estaba muerto cuando le pusieron en el sepulcro, y que, después, apareció lleno de vida.

LAS PRUEBAS CONCRETAS

JESUCRISTO ESTABA REALMENTE MUERTO CUANDO LO BAJARON DE LA CRUZ

San Juan, testigo ocular, afirma que Jesús expiró en la cruz, y los tres Evangelistas nos dan el mismo testimonio.

Por otra parte, no puede dudarse de ello, si se tienen en cuenta las torturas atroces que sufrió antes de ser clavado en cruz.

Los soldados encargados de quebrarle las piernas, se abstuvieron de hacerlo porque vieron que estaba muerto.

La lanzada que recibió en aquellos momentos habría bastado para quitarle el último soplo de vida.

Pilatos no concedió el cuerpo de Jesús a José de Arimatea sino bajo la aserveración oficial del centurión de que Jesús había muerto realmente.

Los mismos judíos estaban bien persuadidos de ello y es de creer que pondrían buen cuidado en asegurarse del hecho.

JESUCRISTO SE MOSTRÓ LLENO DE VIDA DESPUÉS DE SU MUERTE

Este hecho aparece comprobado por numerosos testigos oculares que le volvieron a ver, no lo soñaron mientras dormían, sino que le vieron en pleno día y estando en posesión de sus facultades; escucharon sus palabras, recibieron sus órdenes, tocaron y palparon su carne y sus heridas, y comieron juntamente con Él.

Esto sucedió en el espacio de cuarenta días y en circunstancias las más diversas, porque ocurrieron junto al mismo sepulcro del Salvador, en el camino de Emaús, en el Cenáculo, en la ribera del lago, en el monte de los olivos, etc. Ni fueron siempre los mismos los que le vieron, se habla en los evangelios de más de 500.

Lo que da más autoridad es que todos estos testigos no dudaran en sufrir la muerte en testimonio de la resurrección de Jesucristo.

ERA IMPOSIBLE TODO FRAUDE CON RESPECTO A LA RESURRECCIÓN

Los discípulos no pudieron robar el cuerpo de Jesucristo. No hay hombre que se meta en aventuras, por extremo peligrosas, sin motivos verdaderamente graves. Y la sustracción del cuerpo hubiera sido absolutamente inútil ¿Qué les probaba a hombres que habían perdido las esperanzas?

Por otro lado, alrededor de ellos no veían sino enemigos de Jesús, y tan encarnizados, que acababan de tratarle de la manera más cruel, no parando hasta quitarle la vida.

Y de parte de Dios, tenían que temer los castigos reservados a la mentira y la blasfemia.

Además, su impostura habría de averiguarse al fin, forzosamente, porque si no hubo tal resurrección, Jesús no hubiera ya sido en adelante, a los ojos de sus discípulos, más que un embaucador, y el culpable autor de su vergüenza y de su miseria.

NO LO HUBIERAN PODIDO HACER FACTICAMENTE

El sepulcro estaba cavado en la roca, su entrada obstruida con una pesada losa, la cual a su vez, estaba sellada y guardada por un buen número de soldados.

Sólo tres formas pueden imaginarse para obtener el cuerpo: o la violencia, o la corrupción, o la astucia. Pero, en el caso presente, las tres resultan impracticables.

La violencia hubiera sido imposible pues los apóstoles acababan de huir cobardemente, dejando abandonado a su divino Maestro en la hora de su pasión.

¿Y con qué habrían podido corromper a los guardias, si siempre fue verdaderamente tradicional su extrema pobreza?

¿Y qué otros recursos quedan? ¿Por qué camino hubieran llegado al sepulcro? ¿Por un conducto subterráneo? ¿Y cómo o en qué tiempo lo hubieran abierto en la roca viva, sin llamar la atención de ningún guarda? Y una vez abierto ¿cómo lograr rellenarlo luego para que no quedara rastro de su obra?

¿Y CÓMO HUBIERAN MANTENIDO LA MENTIRA DE LA RESURRECCIÓN?

Aun admitiendo, que los apóstoles hubiesen robado el cuerpo de Jesús, todos los cómplices de esta intriga debieran haberse entendido entre sí para acreditar su embuste y comprometerse a sostenerlo, y también hubiera sido necesario seducirá los numerosos discípulos que no habían entrado en el complot, induciéndolos a creer en las apariciones puramente fingidas de Jesús e inspirarles una fe tan robusta que fuesen capaces de afrontar los más horribles tormentos.

Hubiera sido necesario engañar no solamente a los gentiles que rechazaban la severa moral de Cristo y también a los judíos que odiaban a Jesucristo y que, después de haberle hecho morir ignominiosamente.

Recuérdese que al escuchar la primera predicación de San Pedro, se convirtieron nada menos que 3000 judíos; y que, en la 2ª este número subió a 5000.

¿Estos hombres completamente faltos de capacidad de seducir a las masas, vendrían a ser los verdaderos causantes del cambio maravilloso del mundo entero, y esto sin auxilios divinos?

Veamos ahora las teorías que manejan quienes son contrarios a la resurrección.

TEORÍAS CONTRARIAS A LA RESURRECCIÓN

Cuatro teorías han intentado una explicación de que la resurrección no existió, aunque las dos primeras tienen escasos defensores hoy en día.

TEORÍA DEL DESVANECIMIENTO

Existe la teoría de aquellos que afirman que Cristo no murió realmente en la cruz, que su supuesta muerte fue un desvanecimiento temporal, y su resurrección simplemente un volver a la conciencia.

La flagelación y la coronación de espinos, el cargar la cruz y la crucifixión, las tres horas en la cruz, y la posterior lanzada del centurión no hubieron tenido como consecuencia un simple desvanecimiento. Su permanencia de 36 horas en el sepulcro sellado, en un ambiente envenenado por cientos de libras de especies, hubieran bastado para causarle la muerte.

Pero si Jesús hubiese simplemente vuelto a la conciencia luego de desvanecerse, los sentimientos aquella mañana hubieran sido de conmiseración antes que de júbilo y triunfo, ante un débil y destrozado cuerpo de Jesús al que debían haber cuidado durante semanas para recuperar.

TEORÍA DE LA IMPOSICIÓN

Se dice que los discípulos robaron el cuerpo de Jesús de la tumba, y luego proclamaron a los hombres que su Señor había resucitado. Esta teoría había sido anticipada por los judíos.

Las razones de esta imposibilidad fáctica ya la expusimos arriba.

Pero asumir que los Apóstoles hubieran predicado un reino de verdad y de justicia como el gran esfuerzo y causa de sus vidas, y que por razón de ese reino hayan sufrido hasta la muerte, sería asumir una imposibilidad moral.

TEORÍA DE LA VISIÓN

Esta teoría, como la entienden generalmente sus defensores no es una visión causada por la intervención divina, sino fruto de agentes meramente humanos. Porque si admitimos una intervención divina, también deberíamos creer que Dios levantó a Jesús de entre los muertos.

Pero es imposible desde el punto de vista de la historia porque la teoría presupone fe y expectativa por parte de los Apóstoles, que no demostraron tener en esa cuantía.

No concuerda con las condiciones de la comunidad cristiana temprana, porque luego del primer entusiasmo del domingo de resurrección, los Apóstoles se caracterizaron por su fría deliberación más que por el entusiasmo exaltado de una comunidad de videntes.

No es consistente con el hecho de que las manifestaciones se hayan dado a un gran número de personas al mismo tiempo.

Y es inconsistente con el hecho de que las visiones terminaran abruptamente el día de la Ascención.

TEORÍA MODERNISTA

Según se formula, la entrada a la vida inmortal de uno resucitado de entre los muertos no es algo susceptible de ser observado; es sobrenatural, un hecho hiperhistórico, incapaz de ser probado históricamente.

Dicen que las pruebas alegadas para la Resurrección de Cristo son inadecuadas; el sepulcro vacío es apenas un argumento indirecto, mientras que las apariciones del Cristo resucitado están abiertas a sospechas de manera a priori, sensible a impresiones de una realidad sobrenatural.

Segundo, si uno prescinde de la fe de los Apóstoles, el testimonio del Nuevo Testamento no provee un argumento cierto al hecho de la Resurrección. Esta fe de los Apóstoles no se preocupa tanto con la Resurrección de Jesucristo, como de su vida inmortal.

La Santa Sede rechaza ésta visión de la Resurrección cuando la condena en el Decreto “Lamentabili”: “La fe en la Resurrección de Cristo señala desde el principio no tanto al hecho de la Resurrección, sino a la vida inmortal de Cristo con Dios”.

Los argumentos contra esta teoría ya se dieron comentando las otras teorías, porque esta teoría se basa solamente en una mera suposición considerando que la ciencia puede conocer todo en forma absoluta.

FUENTES:


Foros de la Virgen María

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