jueves, 24 de septiembre de 2015

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED – 24 DE SEPTIEMBRE


En el siglo XIII uno de los problemas de los pueblos costeros del Mediterráneo eran las incursiones de los piratas turcos y moriscos que, además de robar, se llevaban a sus habitantes como esclavos. Pedro Nolasco, inspirado por la Virgen, a la que se le dio la advocación de la Merced, fundó una Orden religiosa, que buscaba dinero para rescatar a esos esclavos, y que incluso se intercambiaban por ellos: los Mercedarios.

Las Congregaciones Religiosas han ido surgiendo a lo largo de la historia, para intentar solucionar problemas de la sociedad. Las dedicadas a la sanidad, en momentos que el pueblo no tenía posibilidad de cuidados sanitarios. Las de enseñanza, cuando los hijos del pueblo vagaban por las calles sin posibilidad alguna de educación.

Hoy quizá hace falta alguien que trabaje con los refugiados, con los que deben dejar sus países huyendo de una guerra o buscando condiciones de vida dignas. La Salle y Maristas nos hemos unido en un proyecto en este sentido. Los Jesuitas llevan más tiempo trabajando en los campos de refugiados. Hoy miraba las listas de dos clases de P5 de un colegio de La Salle del centro de Barcelona, y de 37 alumnos, 26 son hijos de inmigrantes; fundamentalmente filipinos, chinos, algún pakistaní y sudamericanos.

La Iglesia ha cometido muchos errores, pero en su seno hay mucha gente de buena voluntad que trabaja, sin ruido, con mucha eficacia.

El Evangelio que leemos hoy en la Misa de la Merced, es el de las Bodas de Caná. La frase de María es: "Haced lo que Él os diga". Hoy, la Virgen de la Merced nos lo sigue diciendo. Y lo que Jesús nos dice es, que demos de comer al hambriento, de beber al sediento, vistamos al desnudo....ayudemos al que ha de abandonar su tierra.

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