viernes, 8 de julio de 2011

EL CAMINO ES EL CAMINO DE LAS PERSONAS COMUNES



(Tomado de El Peregrino de Compostela” – Paulo Coelho)

EL EJERCICIO DE LA SEMILLA
Arrodíllese en el suelo. Siéntese después sobre sus talones y doble el cuerpo de manera que su cabeza quede en sus rodillas. Extienda sus brazos para atrás. Quedará, así, en una posición fetal. Ahora descanse y olvide todas las tensiones. Respire con calma y profundamente. Poco a poco notará que es una minúscula semilla, rodeada por el bienestar que da la tierra. Todo es cálido y agradable alrededor. Duerme un sueño tranquilo. De repente, un dedo se mueve. El brote no quiere más ser semilla, quiere nacer. Lentamente, empiece a mover los brazos; después, su cuerpo irá irguiéndose hasta que quedará sentado en sus talones. Ahora comience a levantarse y, lentamente, muy lentamente, estará erecto, de rodillas en el suelo.

Durante este tiempo, imagínese que es una semilla transformándose en brote y rompiendo poco a poco la tierra.

Llegó el momento de romper la tierra por completo. Empiece a levantarse lentamente, colocando un pie en el suelo, después el otro, luchando contra el desequilibrio como un brote lucha para encontrar su espacio. Hasta que quede de pie. Imagine el campo a su alrededor, el sol, el agua, el viento, los pájaros. Es un brote que comienza a crecer. Levante muy despacio los brazos en dirección al cielo. Después, extiéndalos cada vez más, cada vez más, como si quisiera agarrar el inmenso sol que brilla sobre su cabeza y le da fuerzas y le atrae. Su cuerpo empieza a quedar cada vez más rígido, sus músculos se tensan todos, mientras crece y crece y se vuelve inmenso. La tensión aumenta tanto que se hace dolorosa, insoportable. Cuando no aguante más, grite y abra los ojos.

Repetir este ejercicio siete días seguidos, siempre a misma hora.

EL EJERCICIO DE LA VELOCIDAD
Camine durante veinte minutos a mitad de la velocidad a que normalmente acostumbra andar. Preste atención a todos los detalles, personas y paisajes que están alrededor. La hora más indicada para hacer este ejercicio es después del almuerzo.

Repetir el ejercicio durante siete días.

EL EJERCICIO DE LA CRUELDAD
Cada vez que pase por su cabeza un pensamiento que le haga mal: celos, autocompasión, sufrimientos de amor, etc., proceda de la siguiente manera:
Clave la uña de su dedo índice en la raíz de la uña del pulgar hasta que el dolor sea muy intenso. Concéntrese en ese dolor: él estará reflejando en el campo físico el mismo sufrimiento que está teniendo en el campo espiritual. Sólo afloje la presión cuando el pensamiento se aleje de su mente.

Repita el ejercicio cuantas veces sean necesarias, aunque sea una y otra vez, hasta que el pensamiento lo abandone. Cada vez el pensamiento volverá más espaciadamente y desaparecerá por completo si cada vez que aparezca no deja de clavar la uña.

EL RITUAL DEL MENSAJERO
1) Siéntese y relájese completamente. Deje que la mente vague por donde quiera, el pensamiento fluyendo sin control. Después de algún tiempo, empiece a repetir para sí mismo: Ahora estoy relajado y mis ojos duermen el sueño del mundo
2) Cuando sienta que su mente está en blanco, imagine una columna de fuego a su derecha. Haga que las llamas sean vivas, brillantes. Entonces diga en voz baja: Ordeno que mi subconsciente se manifieste. Que él se abra para mí y revele sus secretos mágicos. Aguarde un poco, concentrándose sólo en la columna de fuego. Si surge alguna imagen, será una manifestación de su subconsciente. Trate de guardarla.
3) Manteniendo siempre la columna de fuego a su derecha, comience ahora a imaginar otra columna de fuego a su izquierda. Cuando las llamas estén bien vivas, diga en voz baja las siguientes palabras: Que la fuerza del Cordero que se manifiesta en todo y en todos, se manifieste también en mí, mientras invoco a mi Mensajero: (Nombre del Mensajero) aparecerá para mí ahora".
4) Converse con su Mensajero, que deberá manifestarse entre las dos columnas. Discuta su problema específico, pida consejos y dele las órdenes necesarias.
5) Cuando termine de conversar, despida al Mensajero con las siguientes palabras: Agradezco al Cordero el milagro que realicé. Que (Nombre del Mensajero) vuelva siempre que lo invoque y mientras esté distante, me ayude a realizar mi obra”.

Nota: En la primera invocación - o en las primeras invocaciones, dependiendo de la capacidad de concentrarse de quien está realizando el Ritual – no se dice el nombre del mensajero. Se dice sólo El. Si el Ritual es bien ejecutado, el Mensajero debe revelar de inmediato su nombre, por telepatía. En caso contrario, insista hasta conseguir saber este nombre, y sólo a partir de ese momento empiece las conversaciones. Cuantas más veces sea repetido, el Ritual, más fuerte será la presencia del Mensajero y más rápidas sus acciones.

EL DESPERTAR DE LA INTUICIÓN (EL EJERCICIO DEL AGUA)
Haga una poza de agua sobre una superficie lisa y no absorbente. Mire esta poza por algún tiempo. Después, empiece a jugar sin ningún objetivo, con la poza de agua. Haga dibujos que no quieran decir nada. Haga este ejercicio durante una semana, demorando un mínimo de diez minutos cada vez.

No busque resultados prácticos a este ejercicio, porque él, poco a poco, ira despertando su intuición.

Cuando la intuición empiece a manifestarse en diferentes horas del día, confíe en ella, siempre.

EL RITUAL DEL GLOBO AZUL
Siéntese confortablemente y relájese. Trate de no pensar en nada.
1) Sienta qué bueno es gustar de la vida. Deje que su corazón se sienta libre, amigo, por encima y lejos de las mezquindades de los problemas que seguramente lo están molestando. Empiece a cantar alguna canción de su infancia, bajito. Imagine que su corazón crece, llenando la habitación – y después la casa – de una luz intensa, brillante.
2) Cuando llegue a este punto, empiece a sentir la presencia amiga de los Santos en quienes usted depositó su fe cuando era niño. Note que ellos estén presentes, llegando de todos los lugares, sonriendo y dándole fe y confianza en la vida.
3) Mentalmente, vea los Santos aproximándose, colocando las manos sobre su cabeza y deseándole amor, paz y comunión. La comunión de los Santos.
4) Cuando esta sensación sea intensa, sienta que la luz azul es un flujo que entra y sale de su cuerpo, como un río brillante, en movimiento. Esta luz azul empieza a extenderse por la casa, después por el barrio, su ciudad, su pais y envuelve a todo el mundo en un inmenso globo azul. La luz es la manifestación de Amor Mayor, que está más allá de las batallas diarias y que le refuerza, le da vigor, energía y paz.
5) Mantenga esta luz el máximo de tiempo posible derramada por el mundo. Su corazón está abierto, esparciendo Amor. Esta fase del ejercicio no debe demorar más de cinco minutos.
6) Vaya poco a poco saliendo del trance y volviendo a la realidad. Los Santos permanecerán cerca. La luz azul seguirá derramada por el mundo.

Este ejercicio puede y debe ser realizado con más de una persona. En este caso, las personas deben estar cogidas de la mano.

EL EJERCICIO DEL ENTERRADO VIVO
Acuéstese en el suelo y relájese. Cruce las manos sobre el pecho, en la postura de muerto.

Imagine todos los detalles de su entierro, si fuese realizado mañana. La única diferencia es que usted está siendo enterrado vivo. A medida que la historia va desarrollándose: iglesia, la caminata a la sepultura, la bajada del cajón, los gusanos en la tumba, usted va estirando cada vez más los músculos, en su desesperado esfuerzo por moverse. Pero no se mueve. Hasta que, no pudiendo aguantar más, con un movimiento que abarque todo su cuerpo, revienta el cajón y tira las tablas para todos lados, respira profundamente y está libre. Este movimiento tendrá más efecto si es acompañado de un grito, un grito que salga de las profundidades de su cuerpo.

EL SOPLO DE RAM
Soltar todo el aire de los pulmones, vaciándolos todo lo posible. Después, ir inspirando lentamente a medida que va levantando los brazos hasta lo alto. Mientras inspira, concéntrese y piense que dentro de sí mismo está entrando amor, paz, armonía con el universo.

Mantener la respiración y los brazos levantados el máximo tiempo posible, gozando la armonía interior y exterior.

Cuando llegue al límite, suelte el aire en una rápida espiración, mientras pronuncia la palabra RAM.

Repetir durante cinco minutos.

EL EJERCICIO DE LAS SOMBRAS
Relájese.
Durante cinco minutos observe todas las sombras de los objetos o personas a su alrededor. Trate de saber qué parte de los objetos o personas está siendo reflejada.

En los cinco minutos siguientes continúe haciendo esto, pero enfoque también el problema que desea resolver, y busque todas las soluciones posibles que estén erradas.

Finalmente, cinco minutos más, mirando las sombras y pensando las soluciones correctas que sobraron. Eliminar una por una hasta que sólo quede la exacta solución del problema enfocado.

EL EJERCICIO DE LA AUDICIÓN
Relájese.
Cierre lo ojos.

Trate, durante algunos minutos, de concentrarse en todos los sonidos que lo rodean, como si fuese una orquesta tocando sus instrumentos.

Poco a poco, irá distinguiendo cada sonido por separado. Concéntrese en uno por uno, como si fuese uno solo el instrumento que está sonando. Trate de eliminar de su mente todos los otros sonidos.

Con la práctica diaria de este ejercicio, usted comenzará a oír voces. Primero creerá que son fruto de su imaginación. Después descubrirá que son voces de personas pasadas, presentes y futuras, participando de la Memoria del Tiempo.

Este ejercicio sólo puede ser realizado si usted ya conoce la voz del Mensajero.

Duración mínima: diez minutos.

EL EJERCICIO DE LA DANZA
Relájese.
Cierre lo ojos
.
Imagine las primeras músicas que usted escuchó en su vida. Cántelas en el pensamiento. Poco a poco vaya dejando que determinada parte de su cuerpo – pies, vientre, manos, cabeza, etc. – pero sólo una parte, comience a danzar a medida que usted entona la melodía.

Cinco minutos después, pare de cantar mentalmente y escuche los ruidos que lo cercan. Componga con ellos una música y dance con todo el cuerpo. Evite pensar en ninguna cosa, pero trate de recordar las imágenes que aparecerán espontáneamente.

La danza es una de las formas más perfectas de comunicación con la Inteligencia Infinita.

Duración: quince minutos.

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