Hoy en la Audiencia General
En los ejemplos de oración de las distintas culturas, que hemos considerado, podemos ver un testimonio de la dimensión religiosa y del deseo de Dios inscrito en el corazón de todo hombre, que se realiza completamente y llega a su plena expresión en el Antiguo y Nuevo Testamento. La Revelación, de hecho, purifica y lleva a su plenitud el original anhelo del hombre de Dios, ofreciéndole, en la oración, la posibilidad de una relación más profunda con el Padre celeste.
En el inicio de nuestro camino en la Escuela de Oración, queremos ahora pedir al Señor que ilumine nuestra mente y nuestro corazón, para que la relación con Él en la oración sea siempre más intensa, con un afecto constante. Y de nuevo Le decimos: “Señor, enséñanos a orar” (Lc 11,1). ¡Gracias!
[En español dijo]
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los formadores y alumnos del Seminario Menor de la Asunción de Santiago de Compostela y a los demás grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Os invito a que experimentando el anhelo de Dios que está en el interior del hombre, pidáis al Señor que ilumine vuestros corazones para que vuestra relación con Él en la oración sea cada vez más intensa. Muchas gracias.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los formadores y alumnos del Seminario Menor de la Asunción de Santiago de Compostela y a los demás grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Os invito a que experimentando el anhelo de Dios que está en el interior del hombre, pidáis al Señor que ilumine vuestros corazones para que vuestra relación con Él en la oración sea cada vez más intensa. Muchas gracias.
[En italiano dijo]
Deseo dirigirme finalmente, como es habitual, a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Ha comenzado desde hace poco el mes de mayo, que en muchas partes del mundo, el pueblo cristiano dedica a la Virgen. Queridos jóvenes, entrad todos los días en las escuela de María Santísima para aprender de Ella a cumplir la voluntad de Dios. Contemplando a la Madre de Cristo crucificado, vosotros, queridos enfermos, sabed acoger el valor salvífico de todo sufrimiento vivido junto a Jesús. Y vosotros, queridos recién casados, invocad su protección materna, para que en vuestra familia reine siempre el clima de la casa de Nazaret.
Deseo dirigirme finalmente, como es habitual, a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Ha comenzado desde hace poco el mes de mayo, que en muchas partes del mundo, el pueblo cristiano dedica a la Virgen. Queridos jóvenes, entrad todos los días en las escuela de María Santísima para aprender de Ella a cumplir la voluntad de Dios. Contemplando a la Madre de Cristo crucificado, vosotros, queridos enfermos, sabed acoger el valor salvífico de todo sufrimiento vivido junto a Jesús. Y vosotros, queridos recién casados, invocad su protección materna, para que en vuestra familia reine siempre el clima de la casa de Nazaret.
(Traducción del original italiano por Carmen Álvarez)
Autor: Zenit
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