viernes, 29 de mayo de 2009

DE ERA EN ERA


Venga a nosotros Tu Reino - Mateo 6:10

Venga – Sabemos que el Reino de Dios no es un lugar físico. La palabra griega basileia es sobre reino y gobierno, no sobre lugares ni cortes. El Reino de Dios se revela donde quiera que Sus siervos vivan según Su gobierno. ¿Pero qué significa orar, Venga tu reino? ¿No ha llegado ya cuando observamos la Tora o actuamos según Su carácter?

Aquí el verbo es eletheo. Es un imperativo (un mandato) en el sentido aoristo (eso significa que es un hecho cumplido, algo que sucedió una vez y para siempre en el pasado). Ahora, esto es bastante inusual. Cuando oramos estas palabras, no pensamos en mandar algo que ya ha sucedido. Pensamos que pedimos (no decimos) que Dios debe completar Sus planes en el futuro. Y esto no es lo único extraño en ésta frase.

Aunque la idea de la venida del Reino es muy común en el Nuevo Testamento, está casi completamente ausente del Antiguo Testamento. No existe frase correspondiente a venga tu reino en ninguna parte de las Escrituras hebreas. Y aunque la idea del Reino (Basilea) se encuentra a través del Nuevo Testamento, la venida del Reino solo la encontramos aquí, en este modelo de oración. Y la venida del Reino no aparece en ninguna parte fuera de los evangelios sinópticos. Esto debería decirnos que Jesús dice algo bastante inusual. Sus instrucciones sobre la oración incorporan algo único a Él. ¿Qué querrá decir?

Primero, notamos que la idea bíblica de Días no es como nuestra idea griega. Los días en la Biblia no llegan en secuencia regular. Pensamos en términos de una repetición constante los patrones de días, pero la Biblia trata a los días como eventos, no como sucesiones sin eventualidades.

En la Biblia, los días son la interrupción del kairos (momentos impregnados) de Dios en nuestro cronos (secuencia regular). Así que el día del Señor no es un momento calendarizado. Tampoco lo son los momentos cuando actúa Dios en la historia. Y Su retorno será tan fuera de calendario como cualquier otra cita divina. Dios no parece actuar según nuestro tiempo reloj (cronos).

Eso quiere decir que cuando oramos venga Tu Reino", no pedimos a Dios que arribe en un día especifico de la semana. Sino que reconocemos que el reino de Dios es la fuerza interruptora de la creación. Él irrumpe en nuestras vidas. Dios provoca la existencia de Su Reino de maneras en que no podemos ni calendarizar ni controlar. En este sentido, Dios no es de eternidad en eternidad. Es de era a era. Eso es para decir, es de un evento en que Dios irrumpe en el mundo al siguiente evento de la interrupción de Dios. Dice Lohmeyer, la idea predominante en todas partes no es la de tiempo vacío, meramente volante, sino de tiempo experimentado, o, más exactamente, tiempo históricamente lleno que de hecho se expresa en la 'venida' Los rabinos lo llaman la renovación.

En otras palabras Jesús nos dice que uno de sus pensamientos principales sobre la oración es la apreciación consiente que Dios llena nuestro tiempo con Su llegada. Es la experiencia de Su irrupción dentro de nuestra rutina y el descubrimiento de la renovación.

Encontramos que el Reino ya ha arribado cuando volcamos nuestros pensamientos a Dios quién ya trabaja entre nosotros. En otras palabras, aun cuando no estamos conscientes del Reino de Dios, ya estaba aquí. Simplemente estaba escondido en nuestra preocupación del tiempo marchante. No lo vimos a Él por qué éramos ciegos a Sus interrupciones. Ahora, todo eso debe cambiar.

¿Por qué es ésta frase un mandamiento, y no un deseo? Porque es sobre pedir a Dios que nos revele lo que ya está aquí. que se revele a su arribo. Abre nuestros ojos, Padre, para que seamos capaces de ver que Tú vienes en cada momento embarazado. Establece en nosotros una conciencia permanente de Tu labor y presencia.

Venga Tu Reino.
Dr. Skip Moen

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