viernes, 22 de mayo de 2009

EVANGELIZACIÓN ACTIVA


Queridos hermanos:

A propósito de la contingencia sanitaria que hemos vivido recientemente y que nos llevó incluso a suspender en muchas diócesis el culto divino, vemos que todos los medios de comunicación han centrado su atención en este virus que puede infectar nuestra vida y que en el peor de los casos podría llevarnos a la muerte física.

Esto no es malo, al contrario, tiene muchos aspectos positivos pues somos administradores de la vida que Dios nos dio, sin embargo, nos ayuda a hacernos concientes de que poco se habla y poco se hace por los miles - millones de personas - que diariamente son infectados por el virus del egoísmo, de la soberbia, de la autosuficiencia, de la vanidad, la envidia y del orgullo, que llevan irremisiblemente a la muerte espiritual, que es aún más grave que la misma muerte física, pues el mismo Señor nos dice: Estén atentos y preocupados por aquello que puede quitarles la vida eterna (Lc 12, 5).

Ante esto, no podemos quedarnos nosotros sin hacer nada. Por ello, quiero invitarlos a que nos comprometamos cada uno de nosotros a orar sin desanimarse, único ANTÍDOTO contra estas graves amenazas.

Confiado en Jesús y su Santísima Madre podremos, con este granito de arena de nuestra oración, ser un instrumento para que el terrible mal del pecado sea erradicado de nuestra sociedad.

Que nuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María, nos ayude a expulsar el pecado de nuestras vidas y a llevar una vida conforme al Evangelio. Reciban mi bendición y agradecimiento.

Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Ernesto María Caro, Sac.

No hay comentarios: