Una mujer italiana de Australia escuchó hablar de San Chárbel Majluf en Líbano y decidió, que quería ir con su amigo e hijo libanés a visitar su santuario, ya que sufría de cáncer.
Llegó al Líbano y fue a la Iglesia sólo para descubrir que todo estaba
cerrado.
Mientras ella y su hijo volvían caminando al coche un sacerdote pasaba por ahí. La mujer le preguntó si la Iglesia no estaba abierta y él respondió "¿Cómo puedo ayudarle?". Le explicó que había venido de Australia, sufría de cáncer terminal y sólo quería recibir una bendición del sacerdote. El sacerdote le dijo que él ahora le daría una bendición. Le pidió a su hijo que le tomara una foto cuando el sacerdote la bendijo.
Le dio las
gracias al sacerdote, volvieron al coche y se fueron. Mientras estaban
conduciendo de vuelta al hotel, ella, con su amigo libanés, revisaron las fotos
de su teléfono, y de repente se dieron cuenta, de que el sacerdote de la foto ¡era en realidad el mismo San Chárbel!
Ella
regreso a Australia, fue al hospital y las pruebas confirmaron que ya no tenía
cáncer. El milagro fue documentado.
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