Cuenta la historia que el Santo Cura de Ars sufrió constantes ataques sobrenaturales del demonio que no lo dejaban dormir. Esto se dio por más de 20 años hasta que el patrono de sacerdotes y párrocos recibió un especial don.
Según explica corazones.org, una web de vida de santos de las Siervas de los
Corazones Traspasados de Jesús y María, lo que el famoso
presbítero sufrió fue el “asedio” demoníaco,
una de las formas que usa el enemigo para “aterrorizar
por medio de apariciones horribles o por medio de ruidos”.
Todo comenzó en el invierno de 1824 con horribles sonidos y gritos donde
vivía el Cura de Ars, por lo que le pidió a un señor que lo acompañara. El
hombre se asustó con lo que escuchó al pasar la media noche y nunca más se
volvió a quedar.
En otra ocasión, el sacerdote estaba por celebrar la Santa Misa cuando
le avisaron que su cama se incendiaba, por lo que, al darse cuenta que la
intención del maligno era que no presidiera la Eucaristía, dio sus llaves para
que apagaran el fuego y exclamó: "El villano,
al no poder atrapar al pájaro le prende fuego a su jaula".
Las Siervas de los Corazones Traspasados señalan que incluso hasta hoy
se puede ver sobre la cabecera de la cama las marcas del incendio.
Además de estas manifestaciones, se dice que el demonio por las noches
hacía ruidos de cristal, de caballo, de perro, de tambor, silbidos y cantos
agudos por varias horas. E incluso le gritaba: “Vianney,
Vianney, come papas”.
Para las religiosas, la intención del maligno era “no dejar dormir al Santo” y cansarlo para que no
confesara al día siguiente a los miles que acudían a él para estar en gracia de
Dios.
No obstante, para 1845 estos ataques acabaron ya
que Dios le concedió al patrono de los párrocos el don de expulsar demonios.
POR ABEL CAMASCA | ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario