El Arzobispado de Santiago de Compostela (España) se ha visto obligado a recordar que la supuesta ordenación de una mujer es “ilícita e inválida”, por lo que ni ella ni quienes la siguen “celebran válidamente los sacramentos ni están en comunión con la Iglesia Católica”.
El pasado fin de semana el diario digital El Español publicó una
entrevista con Cristina Moreira, a la que presentó como “primera española en oficiar misa y casada con un cura”.
El diario asegura que Moreira “oficia su
misa católica, apostólica y romana cada vez que puede” en un local. “Aquí la celebro todos los domingos. Y más
días si me apetece. Nadie puede
separarme de este sacramento porque yo soy ministra de este sacramento”, presume
Moreira.
En el local se reúne con la llamada Comunidade
Cristiá del Home Novo (comunidad cristiana del hombre nuevo), que se
define en las redes sociales como “una comunidad de
base de organización laica y democrática, situados en el humanismo cristiano y en la
galleguidad”.
Además, aseguran que “hacemos celebraciones eucarísticas; conocemos su
Palabra. Adoramos a Dios, que nos viene a liberar y sanar, que ama y acoge a
sus hijos sin exclusión”.
Al parecer este grupo alcanza la quincena de miembros, pero tienen
planes para crear en septiembre “una capilla
inclusiva”, especialmente
dirigida a personas identificadas con las siglas LGTBI.
En la entrevista también se afirma que Moreria está casada, tanto por la
vía civil como por la canónica, con el P. Victoriano Pérez, sacerdote incardinado en
la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Según detalla el diario, el sacerdote, ni
habría pedido la secularización ni habría sido “suspendido
a divinis por el arzobispado”.
ACI Prensa está a la espera de que el Obispado de Mondoñedo
Ferrol confirme la situación canónica del P. Victoriano Pérez.
UN MISTERIOSO OBISPO
VARÓN SIN IDENTIFICAR
La Archidiócesis de Santiago de Compostela, que ha tenido que salir al
paso de las apariciones públicas de esta mujer en el pasado, subraya que la
llamada ordenación de Moreira hay que darla por “supuesta”
ya que “no consta ni el Obispo católico, ni
el lugar, ni la fecha”.
En todo caso, el Arzobispado considera que “se
habría atentado la ritualización del Sacramento”. En conclusión, la
pretendida llegada de esta mujer al sacramento del Orden en el grado del
presbiterado “es ilícita e inválida” y, por
tanto, la coloca fuera de la comunión eclesial junto a sus seguidores.
En la página de Facebook de esta agrupación se explica, en una entrada
del 20 de mayo de 2020, que Moreira es “presbítera
según el rito católico romano, ordenada en la sede de la Asociación de
Presbíteras Católicas (ARCWP siglas inglesas) por la obispa Bridget Mary Mehan
que heredó la sucesión apostólica de manos de un obispo”.
Esta obispa, cuyo apellido es Meehan, no Mehan, habría alcanzado la
dignidad episcopal en abril de 2009 en Santa Bárbara (California, EEUU), siendo
la primera en hacerlo. No se especifica el nombre del supuesto obispo católico
que la habría ordenado.
En el sitio web de ARCWP Moreria aclara que fue presuntamente ordenada “diácono en 2013 y sacerdote en 2015”, por Meehan.
La ARCWP afirma en su sitio web que sus miembros “tienen órdenes válidas” porque “nuestros
primeros obispos fueron ordenados por un obispo varón en sucesión apostólica”, pero no dan su nombre.
“Esperamos que el Papa Francisco trace un nuevo
camino hacia la igualdad humana en nuestra iglesia al abrir todos los
ministerios a las mujeres. Si las mujeres fueran sacerdotes, veríamos el fin de
la política de la iglesia sobre la anticoncepción”, añaden.
SAN JUAN PABLO II,
SACERDOCIO Y MUJER
El Arzobispado de Santiago de Compostela recuerda además que el sacerdocio no es un privilegio, sino un ministerio que tiene una misión determinada
cuyo garante es la sucesión apostólica.
Así mismo, subraya que San Juan Pablo II “descartó
toda posibilidad de debate dentro de la Iglesia sobre la posibilidad de aceptar
el sacerdocio femenino” porque el mismo Cristo fue quien “determinó que fueran varones quienes ejerzan este
ministerio”.
“La Iglesia no tiene de ninguna manera la facultad
de darle a las mujeres la ordenación sacerdotal, y esta sentencia debe ser
considerada de modo definitivo por todos los fieles de la Iglesia”, recuerda San Juan Pablo II en la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis.
En el comunicado se hace también presente que esto no significa “que la mujer no sea una parte fundamental en la Iglesia”
y que tiene regulado el acceso a varios ministerios y servicios instituidos
como el lectorado, el acolitado o el de catequista.
También se hace memoria de que el Papa Francisco en las cartas
apostólicas Spiritus Domini y Antiquum Ministerium “posibilita
el acceso de las mujeres a estos ministerios”, pero no al sacerdocio
porque “son esencialmente distintos”.
POR NICOLÁS DE
CÁRDENAS | ACI Prensa
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