William Shakespeare decía:
Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie;
esperar siempre duele.
-Los
problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve
es la muerte.
-No
permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima.
-Los
gritos son el alma de los cobardes, de los que no tienen razón.
-Siempre
encontraremos gente que te quiere culpar de sus fracasos, y cada quien tiene lo
que se merece.
-Hay que
ser fuertes y levantarse de los tropiezos que nos pone la vida, para avisarnos
que después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas.
-"No
hay mal que por bien no venga". Por eso,
disfruta la vida que es muy corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe.
Solo vive intensamente para ti y por ti.
Recuerda:
Antes de discutir... respira.
Antes de hablar... escucha.
Antes de escribir... piensa.
Antes de herir... siente.
Antes de rendirte... intenta.
Antes de morir... VIVE.
-Qué
quién no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haber perdido y qué
quién hace mal algún día recibirá su merecido.
-Si
quieres ser feliz, haz feliz a alguien; si quieres recibir, da un poco de ti; rodéate
de buenas personas y sé una de ellas.
-Recuerda,
a veces de quién menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias.
-Nunca
arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro.
-Una
persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aún con lágrimas en los
ojos, se las arregla para decir con una sonrisa "ESTOY
BIEN".
Cinthia Elizabeth Arévalo de Pasache
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