“Te duele el cuerpo porque aún no has aprendido a disfrutar.
Te
duele el cuerpo porque acumulas viejos odios y rabia sin
gestionar.
Te
duele el cuerpo porque te niegas a desarrollar tu
vitalidad y elasticidad corporal.
Te
duele el cuerpo porque lo castigas con adicciones e
inmadurez emocional.
Te
duele el cuerpo porque rechazas el presente y permitas
que los recuerdos te definan.
Te
duele el cuerpo porque no cierras etapas y te vistes de
víctima en el drama que creaste.
Te
duele el cuerpo porque amas la herida que no quieres
sanar.
Te
duele el cuerpo porque has sucumbido a la apatía y te
has dejado ganar.
Te
duele el cuerpo porque dudas merecer una vida sin
traumas y alas para volar.
Te
duele el cuerpo porque has cedido tu voz al clan
familiar.
Te
duele el cuerpo porque no vives en paz.
Te
duele el cuerpo porque no te atreves a valorarte más.
Te
duele el cuerpo porque callas cuando debes gritar.
Te
duele el cuerpo porque culpas al amor de tu obsesión por
dominar.
Te
duele el cuerpo porque exiges un respeto que no te
atreves a generar.
Te
duele el cuerpo porque confundes una relación con un
ring donde poderte desahogar.
Te
duele el cuerpo porque no te atreves a conectar con tu
divinidad.
Te
duele el cuerpo porque te da miedo la libertad.
Te
duele el cuerpo porque lo intoxicas con químicos y falsa
publicidad.
Te
duele el cuerpo porque no sabes que has nacido para
triunfar.
Te
duele el cuerpo porque no inviertes en silencio ni haces
las paces con tu soledad"
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