El médico español José María Simón Castellví, presidente emérito de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC), explicó lo que significa para los católicos la aprobación total que dio este lunes la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. a la vacuna Pfizer / BioNTech contra el COVID-19 para personas de 16 años o más.
“Yo creo que es una muy buena noticia. Tradicionalmente, en moral médica, se dice que
algunas intervenciones o algunos tratamientos no son materia de fe religiosa
pero son tan preceptivos en ciencia que afectan a la conciencia y uno debería
someterse a ellos”, explicó el experto este 23 de
agosto en declaraciones a ACI Prensa.
“Por ejemplo, una colecistitis o una apendicitis
supurada obligan a una colecistectomía o a una apendicectomía. Lo contrario
sería como matar ya que la persona moriría sin remedio en el 99% o más de los
casos. En las vacunas, el caso no es tan extremo pero se parece un poco. Con
esta aprobación se puede decir que la ciencia ha hablado aún más
contundentemente”, resaltó Simón Castellví.
Con la aprobación de la vacuna de Pfizer /
BioNTech, informa CNN, se
espera que se abran las puertas a más órdenes de vacunación.
“La aprobación de hoy para los mayores de 16 años
afirma la eficacia y el perfil de seguridad de nuestra vacuna en un momento en
que se necesita con urgencia. Espero que esta aprobación ayude a aumentar la
confianza en nuestra vacuna, ya que la vacunación sigue siendo la mejor
herramienta que tenemos para ayudar a proteger vidas y lograr la inmunidad
colectiva”, afirmó Albert Bourla, presidente
y director ejecutivo de Pfizer sobre la aprobación total de la vacuna contra el
COVID-19.
La vacuna Pfizer/BioNTech fue autorizada para uso de emergencia en Estados
Unidos desde mediados de diciembre para mayores de 16 años. En mayo de 2021 la
autorización se extendió a los mayores de 12 años.
CNN indica que entre las más de 170 millones de personas en EE.UU.
completamente vacunadas, más de 92 millones han recibido la vacuna
Pfizer/BioNTech.
Ante los reparos de los católicos que afirman que no se vacunarían
porque se trataba hasta ahora de sustancias experimentales, el doctor Simón
Castellví dijo a ACI Prensa que “las vacunas
aprobadas en la Unión Europea o en los Estados Unidos son eficaces, seguras y éticas,
aunque podamos poner algunos reparos”.
“La eficacia puede debilitarse, tienen algunos
efectos secundarios (raros y mayoritariamente menores) y se puede objetar que
en algunos casos se han utilizado líneas celulares que provienen remotamente de
abortos provocados. Ya se ha vacunado a millones de personas y se tiene claro
cuáles son los efectos secundarios”, destacó.
“Para la mayoría han sido nulos o muy menores. Los
efectos a largo plazo se desconocen aunque se cree que no serán gran cosa”, aseguró el experto.
En cuanto a las nuevas olas de contagios y las afirmaciones de algunos
que culpan a las vacunas por esto, el médico católico indicó que “no parece que las nuevas olas de contagios se deban a
las vacunas. De todos modos, estas se están estudiando continuamente”.
“Hay una gran desinformación en el público general”, advirtió.
“Además, hay agentes que propagan por razones
varias noticias falsas sobre estas vacunas. También hay que decir que,
aprovechando la pandemia, muchos gobiernos pueden abusar de su posición y
violar derechos”, explicó.
OBJECIÓN DE CONCIENCIA
Sobre la objeción de conciencia de algunos católicos que no quieren
vacunarse y la relación que esto guarda con el cuidado de la salud pública, el
doctor Simón Castellví expresó su respeto por quienes “no
desean vacunarse por serios motivos de conciencia. La conciencia es el último
baluarte de la persona. Debe ser formada, informada y afinada (por la gracia de
Dios)”.
El médico dijo además que “las personas que
no deseen vacunarse deberán, como es natural, mantener las medidas de protección,
distancia, ventilación e higiene que funcionan frente a esta epidemia. Y
deberían hacerse controles frecuentes de PCR o test de antígenos si trabajan
con personas vulnerables”.
Lo dicho por el médico católico está en consonancia con la Nota de la
Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) de diciembre de 2020,
en la que se precisa que “la vacunación no es, por
regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación
debe ser voluntaria”.
“En cualquier caso, desde un punto de vista ético,
la moralidad de la vacunación depende no solo del deber de proteger la propia
salud, sino también del deber de perseguir el bien común. Bien que, a falta de
otros medios para detener o incluso prevenir la epidemia, puede hacer recomendable
la vacunación, especialmente para proteger a los más débiles y más expuestos”,
agrega el texto del Vaticano.
Sin embargo, “quienes, por razones de
conciencia, rechazan las vacunas producidas a partir de líneas celulares
procedentes de fetos abortados, deben tomar las medidas, con otros medios
profilácticos y con un comportamiento adecuado, para evitar que se conviertan en
vehículos de transmisión del agente infeccioso”, prosigue la
nota.
“En particular, deben evitar cualquier riesgo para
la salud de quienes no pueden ser vacunados por razones médicas o de otro tipo
y que son los más vulnerables”, destaca el texto de la CDF.
Colaboró con esta nota David Ramos,
jefe de la oficina de ACI Prensa en México
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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