La magia siempre es magia y tiene complicidad con el demonio, siempre interviene una potencia externa que no es Dios.
Por: P. Modesto
Lule Zalava M.S.P. | Fuente: ModestoLule.blogspot.com
Algunas personas me han preguntado que si es
malo acudir a la magia blanca cuando les han dicho que les hicieron un
maleficio, un embrujo o les han hecho mal de ojo. Piensan que acudir a la
llamada magia blanca puede ayudarles a deshacer el embrujo de la magia negra. A
continuación decimos lo que dice un experto en el tema.
El exorcista canadiense, P. Françoise-Marie
Dermine, advirtió a los católicos que creer en supersticiones y usar la magia
para solucionar los problemas, es en el fondo confiar más en el demonio que en
la Providencia de Dios.
El sacerdote dijo: "La
superstición abre las puertas a la magia, y la magia abre las puertas al
demonio, porque cuando una persona recurre a la magia no tiene confianza en
Dios, piensa que Él no puede darle lo que quiere, entonces acude a los brujos
para lograrlo".
"Lo que no saben -añadió
el sacerdote exorcista- es que el brujo realiza ritos y emplea signos de los
cuales el demonio se sirve para hacer su voluntad".
El sacerdote, explicó que la superstición nace
de la falta de fe, pero "también puede deberse
a causas psicológicas ocasionadas por carencias afectivas en la infancia,
porque cuando una persona no se siente amada por sus padres, empieza a buscar
protección en el mundo mágico".
Sin embargo, advirtió que "la magia siempre es magia y tiene complicidad con
el demonio, siempre interviene una potencia externa que no es Dios, y esto no
trae nada bueno, es contraproducente porque quizás sí obtengas lo que quieres,
pero hay un después, y el demonio te cobra lo que tú le pediste".
Asimismo, indicó que una superstición es también
otorgar a un santo más poder que Dios, "por
ejemplo, cuando una persona enciende una veladora a san Benito y lleva como
amuleto una medalla con su imagen, pero sigue viviendo una vida desordenada,
eso no sirve de nada".
El exorcista explicó que hay supersticiones
pasivas y activas, que son más graves porque tienen el propósito de provocar un
efecto, como creer en ídolos, atribuir al demonio el mismo poder de Dios o
creer que el diablo es la causa ordinaria y constante de fenómenos que no
podemos comprender.
El P. Dermine también advirtió a los católicos
sobre el engaño que hacen los brujos al utilizar imágenes de santos o de la
Virgen de Guadalupe para tranquilizar a las personas que llegan a solicitar sus
servicios. También algo grave es cuando se utiliza a los sacramentales como
amuletos, por ejemplo el agua bendita, las palmas o cualquier otro objeto que
se haya bendecido. Dijo que es lícito acudir a los sacramentales siempre que lo
hagan con fe, pero si es por superstición o para obtener poder, no está bien.
Hay personas que usan los sacramentales pero no están en paz con Dios, no
quieren cambiar su estilo de vida, no van a Misa, no cumplen con las enseñanzas
del Evangelio.
Finalmente, exhortó a los católicos a estar en
guardia y no creer en amuletos, pues "si
tuvieran fe, más confianza en Dios, todo esto no existiría. Está claro que en
la vida hay problemas y dificultades, Jesús habla de que en esta vida vamos a
tener afanes, dificultades, que hay una cruz que cargar".
Pero al mismo tiempo, explica el sacerdote,
Jesucristo "nos dice que, tener confianza en
que Dios está presente, nos da la fuerza espiritual para enfrentar con
cualquier dificultad".
Mucho cuidado con los engaños del enemigo de
Dios. No existe una magina buena o blanca para remediar los males de la magia
negra. Todas son iguales y lo único que hacen es tener un encuentro con el
demonio en diferente forma.
Hasta la próxima.
Artículo originalmente
publicado en ModestoLule.blogspot.com
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