Bebe agua del manantial donde beben los caballos. El caballo nunca beberá agua en mal estado.
Coloca tu
cama donde duerme el gato.
Come la
fruta que haya sido tocada por un gusano.
Elije con
valentía el hongo en el que se sientan los insectos.
Planta el
árbol donde excava el topo.
Construye
tu casa donde la serpiente se sienta para calentarse.
Cava tu
fuente donde los pájaros se esconden del calor.
Ve a
dormir y despierta al mismo tiempo que los pájaros.
Come más
verde: tendrás piernas fuertes y un corazón
resistente, como los seres del bosque.
Nada a
menudo y te sentirás en la tierra como un pez en el agua.
Mira al
cielo tan a menudo como sea posible y sus pensamientos se volverán livianos y
claros.
Calla
mucho, habla poco, y el silencio entrará en tu corazón y tu espíritu estará
tranquilo y lleno de paz.
San Serafín de Sarov
La
naturaleza te está hablando, ¿estás escuchando?
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