lunes, 2 de abril de 2018

UNA SECTA DE EE.UU. ESCONDIÓ A UNAS NIÑAS EN BIDONES DE PLÁSTICO


Lund es un lugar olvidado. Tiene tres calles sin asfaltar y un solo residente. En sus alrededores viven 20 personas en un ratio de 25 kilómetros. Ubicada en medio del desierto de Utah (EE.UU.), esta zona aislada, deprimida y abandonada está alejada de la ley. Así comienza la noticia que ha publicado el diario español El País, firmada por Nicolás Alonso.
Quizás por eso John Alvin Coltharp (a la derecha de la foto) eligió el rancho de una secta (Caballeros del Filo de Cristal, un cisma del mormonismo) para secuestrar a sus cuatro hijos (en el centro de la foto) después de una disputa con su ex mujer sobre la custodia de los pequeños.
Las dos hijas, de cuatro y ocho años de edad, fueron descubiertas esta semana, recluidas en dos bidones de plástico de 200 litros, en los que estuvieron durante más de 24 horas sin comida ni bebida, sometidas a gélidas temperaturas. Los dos hijos aparecieron horas antes en el interior de una vivienda cercana. El padre y otro hombre han sido detenidos.
No era la primera vez. En septiembre, Coltharp, de 33 años, ya desapareció con sus cuatro hijos justo antes de que su esposa Micha Soble pidiera el divorcio. La mujer, que se casó a los 16 años, pidió una orden de alejamiento y la custodia de los pequeños por miedo a que sufrieran “daños inmediatos e irreparables”.
Soble llegó a describir a su esposo como un hombre que “vive preparado para el Juicio Final y cree que el mundo va a llegar a su fin dentro de poco”. Esta semana, su predicción se materializó. Tras una disputa sobre la custodia de sus hijos, el padre y los cuatro menores desaparecieron.

Coltharp, que forma parte de una secta en la zona, pidió ayuda al líder del grupo, Samuel Warren Shaffer (a la izquierda de la foto), para raptar a los pequeños y esconderlos. Metieron a las niñas, sin ropa de abrigo, en dos bidones de agua vacíos, ubicados en un jardín a temperaturas bajo cero.
Según las informaciones de la policía, las pequeñas estaban deshidratadas, hambrientas y nerviosas. A 16 kilómetros, en una casa prefabricada, los hombres habían escondido también a dos hijas de Shaffer, de cinco y siete años, por motivos desconocidos. Los hijos de Coltharp fueron encontrados a salvo en una granja de los alrededores.
Las autoridades encontraron a los pequeños gracias a un aviso anónimo. “Si no hubiéramos recibido la pista, las niñas hubieran muerto”, afirmó el sheriff del condado. Los dos hombres han sido detenidos y se enfrentan a numerosos delitos, entre ellos la obstrucción de justicia y secuestro de primer grado. Shaffer también está siendo investigado por abuso sexual a menores.
Desde hace años, según los testimonios de Soble, Coltharp se había radicalizado con las ideas perturbadoras de la secta cuyo profeta era Shaffer. El padre consideraba que sus hijas debían casarse a los 12 años, desconfiaba de la medicina ordinaria y rechazaba el uso de calmantes durante el parto. “Preferiría ver a sus hijas muertas que en custodia policial”, afirmó la mujer sobre Coltharp en una ocasión. 
Secretaría RIES

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