Obispo de Shrewsbury
Mons. Mark Davies, obispo de
Shrewsbury (Reino Unido), publicará una carta pastoral sobre la Eucaristía en
la que recuerda las condiciones para comulgar. El prelado advierte que si ha
cometido pecado mortal, la confesión es necesaria antes de la comunión.
(Catholic
Herald/InfoCatólica) Recibir la Sagrada Comunión es «el llamado más
radical a la santidad» que cualquier persona puede afrontar. Ese
es el planteamiento del Obispo de Shrewsbury (Birmingham, Inglaterra) en una
carta pastoral que publicará el próximo fin de semana.
Mons. Mark Davies advierte contra ver el Santísimo Sacramento
en términos de «inclusión secular», ya que esto disminuye su verdadero significado a
poco más que una «muestra de nuestra hospitalidad».
Los católicos deben darse
cuenta de que a través de la Presencia
Real, el don del Cuerpo y la Sangre de Cristo es el medio para convertirse en
el santo que cada uno de nosotros está llamado a ser.
La Sagrada Comunión restaura la fortaleza de los fieles, rompe los vínculos
desordenados, separa a los católicos del pecado y les ayuda a enraizar toda su
vida en Cristo, explica el obispo.
El obispo recuerda a sus
fieles que los católicos también deben
arrepentirse de cualquier pecado mortal o estilo de vida que contradiga su
llamado como cristianos antes de que puedan recibir la Comunión.
«Vemos por qué nunca podemos acercarnos a la Sagrada
Comunión como por casualidad, y menos aún si no nos hemos confesado y nos hemos arrepentido de cualquier pecado
mortal o de un estilo de vida en contradicción con nuestro llamado
cristiano», dice el
obispo.
«El apóstol Pablo instó a los primeros
cristianos a examinarse cuidadosamente antes de recibir la Sagrada
Comunión porque cualquiera que lo
hiciera en un estado indigno sería», cita, «culpable de profanar el cuerpo y la sangre del Señor».
«La Iglesia nos
llama a frecuentar la Sagrada Comunión, preparados por el Sacramento de la
Penitencia y la Reconciliación para que podamos ser santos. El Concilio Vaticano II nos instó a
«frecuentar» estos dos Sacramentos con entusiasmo y devoción como el camino
hacia la santidad», constata el prelado.
«Preguntémonos
cómo buscamos recibirlo con la más
profunda reverencia y amor, y cómo pasamos los preciosos momentos después
de recibir la Sagrada Comunión», concluye el obispo
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