MENSAJES DE MARÍA AL PADRE GOBBI Y LA SEGUNDA
VENIDA DE CRISTO (1 DE 3): EL ANÁLISIS DE LA REALIDAD DE NUESTRO TIEMPO
La
Virgen María Analiza Nuestro Tiempo y le habla al Padre Gobbi sobre el Ateísmo
Dentro de la Iglesia y los Tiempos de la Gran Purificación.
Estudiaremos
en detalle los mensajes de la Virgen María dados como locuciones interiores al
Padre Gobbi.
El
libro que contiene los mensajes de la Virgen María al P. Gobbi, va alertando
sobre la situación del mundo hoy, avisando lo que vendrán y trazando el
itinerario que se debe seguir para vivir en concreto la Consagración al Corazón
Inmaculado de María.
EL ANÁLISIS DE LA REALIDAD DE
NUESTRO TIEMPO
La descripción que va haciendo la Virgen en
muchísimos de sus mensajes sobre la realidad de nuestro tiempo en cuanto a la
humanidad en general y la Iglesia católica en particular, se produce con el
trasfondo constante de dos elementos claros:
–
por un lado, el dolor de su Inmaculado Corazón
frente a esa realidad y su permanente solicitud de Madre para que sus hijos
perdidos se vuelvan nuevamente hacia su Jesús amado, y,
–
por otro lado, la urgencia de su aviso revelando que frente a esta situación
los tiempos para la intervención directa de Dios en la historia de los hombres
se van haciendo cada vez más breves.
Vamos a analizar y comentar algunos de estos
mensajes y daremos como referencia la fecha del mensaje, del cual, por razones
de extensión, usualmente trascribiremos solamente algunos pasajes.
EL ATEÍSMO PRÁCTICO EN LA
HUMANIDAD Y EN LA IGLESIA.
01/12/1973: «Trastornos,
angustias y tribulaciones irán en aumento, de día en día, porque la humanidad,
redimida por mi Hijo, se aleja más de Dios, y cada vez quebranta más su Ley. El
Demonio de la lujuria lo ha contaminado todo ¡Pobres hijos míos, cuán enfermos
y golpeados estáis! El espíritu de rebeldía contra Dios ha seducido a la
humanidad; el ateísmo ha entrado en muchas almas y ha apagado toda luz de fe y
de amor. Éste es el Dragón rojo, del que se habla en la Biblia. ¡Leedla, hijos,
porque éstos son los tiempos de su actuación! Cuántos hijos míos son ya
víctimas de este error de Satanás. También entre mis sacerdotes cuántos son los
que no creen ya; sin embargo, permanecen aún en mi Iglesia, como verdaderos
lobos con piel de cordero, y pierden un ilimitado número de almas.»
Desde el inicio de sus mensajes la Virgen María quiere llamar la atención
sobre la influencia de Satanás sobre el mundo, que con su actuación
solapada e insidiosa empuja a los hombres al ateísmo, a la rebelión contra
Dios.
02/09/1996: «Es el ateísmo
práctico el mal de vuestro siglo. El ateísmo práctico difundido por las falsas
ideologías, por las sectas, por los errores que cada vez más se difunden
incluso en el interior de la Iglesia. El ateísmo práctico ha llevado a la
humanidad a construir una civilización si Dios, caracterizada por una
exasperada búsqueda de los bienes materiales, de los placeres, de las
diversiones, del culto dado al dinero y a su gran poder. El ateísmo práctico
ha destruido en muchos la sed de Dios, ha llevado a sustraerle impíamente el
culto que le es debido, para dárselo a las criaturas, incluso a Satanás, y a
vivir como si Dios no existiese. El ateísmo práctico ha difundido por doquier
la plaga del egoísmo desenfrenado, de la violencia, del odio y de la impureza.
La impureza es propuesta como un valor y un bien y se le hace propaganda con
todos los medios de comunicación social. Los pecados impuros son presentados
como un modo de ejercitar la propia libertad y así son justificados y hasta
exaltados los pecados impuros contra naturaleza, que claman venganza en la
presencia de Dios. El mundo está ya reducido a un inmenso desierto
completamente cubierto de fango. Vivís bajo el yugo de esta terrible
esclavitud. Por esto, sólo el dolor del castigo misericordioso podrá liberar a
esta pobre humanidad del gran mal del ateísmo práctico difundido por todas
partes. Mi misión materna es la de ayudaros en las horas de la gran prueba
purificadora. Como Madre estoy a vuestro lado para protegeros y ayudaros.
También porque debo llevar a pleno cumplimiento la obra que he iniciado en
estas naciones. Y se cumplirá cuando, con el triunfo de mi Corazón Inmaculado
en el mundo, seréis completamente liberados de toda forma de ateísmo práctico,
que ha sido el mayor mal de vuestro siglo.»
Se presentan aquí las terribles consecuencias de
este “mal
de nuestro siglo”. Como vimos en el primer mensaje citado, también los sacerdotes caen en esta trampa del
enemigo, y María revela que con ellos el demonio se está formando una tropa
para librar su guerra:
16/07/1973: «No hay un jefe
entre vosotros: Yo misma seré vuestra Capitana. Vosotros sed todos hermanos:
amandoos, comprendiéndoos, ayudandoos. La única cosa que importa es que os
dejéis formar por Mí: para esto es necesario que cada uno se ofrezca y se
consagre a mi Corazón Inmaculado, se entregue totalmente a Mí como Jesús se me
ha entregado totalmente; después Yo pensaré en todo. Os formaré en un gran amor
al Papa y a la Iglesia, a Él unida. Os prepararé para un heroico testimonio del
Evangelio que, para algunos de vosotros, será hasta la efusión de la sangre.
Y cuando haya llegado el momento, entonces el Movimiento saldrá al descubierto para
combatir abiertamente a la tropa que el demonio, mi adversario de
siempre, está formándose entre los sacerdotes (…).»
09/07/1975: «Mas he querido
hacerte probar sólo una pequeña gota de la gran amargura que inunda mi Corazón
de Madre a causa de tantos pobres hijos míos Sacerdotes que Satanás ya ha
atrapado completamente. ¡Pobres hijos míos, cuánta pena me causan! Son
Sacerdotes de mi Hijo y ya no creen en mi Hijo y lo traicionan continuamente;
son Sacerdotes llamados a ser Ministros de la Gracia y habitualmente viven en
pecado y su vida es una cadena ininterrumpida de sacrilegios; son Sacerdotes
enviados a anunciar el Evangelio de salvación y ahora ellos se han hecho
propagadores del error; son Sacerdotes para salvar muchas almas y a cuántas,
cuántas almas conducen por el camino de la perdición. Esta es la hora que
verdaderamente la abominación de la desolación está entrando en el templo santo
de Dios.»
Llegará
el momento en que estos sacerdotes hasta se manifestarán públicamente contra la
Iglesia:
25/04/1975: «Ha llegado el
momento en el que algunos de mis hijos Sacerdotes se disponen a manifestarse
públicamente contra mi Hijo, contra Mí misma, contra el Papa y mi Iglesia.
Entonces ya no podré reconocerlos como hijos míos; Yo misma bajaré del cielo
para ponerme a la cabeza del ejército de mis hijos predilectos y destruiré sus
maquinaciones. Después de una gran revolución y la purificación de la tierra,
mi Corazón Inmaculado cantará victoria en el más grande triunfo de Dios. Para
este momento, Sacerdotes míos predilectos, uno a uno os he llamado de todas
partes del mundo y os he preparado. ¡Ya no es tiempo de dudas e incertidumbres;
es el tiempo de la batalla!»
04/01/1975: «Cuando venga
el momento del terrible encuentro con los Sacerdotes portadores del error, que
se pondrán contra el Papa y mi Iglesia, arrastrando hacia la perdición a un
inmenso número de mis pobres hijos, vosotros seréis mis sacerdotes fieles. En
la oscuridad, que el espíritu del mal habrá difundido por doquier, entre las
muchas ideas erradas que, esparcidas por el espíritu de la soberbia, se
afirmarán por todas partes y serán seguidas casi por todos, en el momento en el
cual en la Iglesia todo será puesto en discusión y el mismo Evangelio de mi
Hijo será anunciado por algunos como leyenda, vosotros, sacerdotes a Mí
consagrados, seréis mis hijos fieles.»
31/12/1975: «Satanás está
tramando en mi Iglesia de manera cada vez más manifiesta. Se le han asociado ya
muchos hijos míos Sacerdotes, engañándoles con el falso espejismo que el
marxismo propone a todos: el interés exclusivo por los pobres; un cristianismo
empeñado sólo en la construcción de una más justa sociedad humana; una Iglesia
que se querría más evangélica y, en consecuencia, sustraída a la institución
jerárquica. Esta verdadera división en mi Iglesia, esta verdadera apostasía,
por parte de muchos hijos míos Sacerdotes, se acentuará, hasta convertirse en
una violenta y abierta rebelión.»
Las
seducciones de Satanás se van haciendo cada vez más peligrosas y sutiles,
afectando a todos, laicos y consagrados, simples y doctos:
02/02/1989: «En estos
tenebrosos tiempos de la gran tribulación, si no os dejáis llevar entre mis
brazos con abandono filial y con gran docilidad, difícilmente lograréis huir de
las solapadas insidias que os tiende mi Adversario. Sus seducciones se han
vuelto tan peligrosas y sutiles, que casi no se logra escapar de ellas. Corréis
el gran peligro de caer en las seducciones que os tiende mi Adversario, para
alejaros de Jesús y de Mí. Todos pueden caer en su engaño. Caen en él Sacerdotes
y también Obispos. Caen fieles y también consagrados. Caen los simples y
también los doctos. Caen los discípulos y también los maestros. Nunca caen en
él aquellos que –como pequeños niños se consagran a Mi Corazón Inmaculado y se
dejan llevar entre mis brazos maternales. Ahora se manifestará cada vez con más
claridad ante la Iglesia y el mundo que el pequeño rebaño que, en estos años de
la gran apostasía, permanecerá fiel a Jesús y a su Evangelio, estará todo él
custodiado en el recinto materno de mi Corazón Inmaculado.»
Todos los mensajes citados anteriormente permiten
ver con claridad algo terrible que ya está apareciendo en el mundo de hoy, y
que continuará creciendo hasta el
tiempo de la Segunda Venida: habrá una gran apostasía, liderada por sacerdotes
a los que inspirará el Demonio.
LA GRAN PURIFICACIÓN Y LOS
SIGNOS DE LOS TIEMPOS
La
Virgen Santísima denomina “la gran
purificación” al doloroso proceso que
desencadenará la apostasía descrita anteriormente:
20/11/1976: «Por eso os
digo: estos son los tiempos de la purificación, son los tiempos en que la
Justicia de Dios castigará a este mundo, rebelde y pervertido, para su
salvación. La purificación ha empezado ya en mi Iglesia, invadida por el error,
oscurecida por Satanás, cubierta por el pecado, traicionada y violada por
algunos de sus mismos Pastores. Satanás os zarandea como se hace con el trigo.
¡Cuánta paja será desparramada pronto por el viento de la persecución! De ahora
en adelante mi presencia entre vosotros se hará más continua y más clara (…).»
25/11/1975: «¡No se turbe,
hijos, vuestro corazón; daos a Mí en todo momento! Ha llegado para mi Iglesia
la hora de la desolación y el abandono. Será abandonada sobre todo por muchos
de sus Ministros, y también por muchos de sus hijos. Será menospreciada,
traicionada, entregada en manos de quien es su enemigo y la quiere destruir.
Serán algunos de sus mismos Ministros los que la entreguen en manos de sus
verdugos. Pero durará poco, hijos míos predilectos, esta durísima prueba. Por
una especial intervención mía, esas horas serán abreviadas (…).»
03/04/1976: «¿Veis, hijos
míos, todo lo que está acaeciendo también en la Iglesia? Los errores se
propagan cada vez más y hacen presa incluso entre los buenos: la infidelidad
cunde rápidamente entre los Ministros de Dios y las almas a Él consagradas; el
vínculo de la caridad y de la unidad se han resquebrajado en la misma
Jerarquía. ¡Sobre todo, al Vicario de mi Hijo Jesús le dejan cada vez más solo!
Se le calumnia, hasta en las formas más vulgares y blasfemas; se le critica, se
le contesta y de día en día mis hijos lo dejan cada vez más solo. Vosotros
debéis compartir su suerte: esta es para Él, y para vosotros la hora de
Getsemaní.»
En
mensajes sucesivos se describen los signos que preanuncian que ha llegado el
tiempo de la purificación de la Iglesia: la confusión, la indisciplina, la
división y la persecución:
28/01/1979: «El Reino
glorioso de Cristo será precedido por una gran tribulación, que servirá para
purificar a la Iglesia y al mundo, y para conducirlos a su completa renovación.
Jesús ha iniciado ya su misericordiosa obra de renovación con la Iglesia, su
esposa. Varios signos os indican que ha llegado para la Iglesia el tiempo de la
purificación: el primero de ellos es la confusión que reina en ella. Este es,
en verdad, el tiempo de la mayor confusión. La confusión se ha difundido en el
interior de la Iglesia, donde se ha subvertido todo en el campo dogmático, en
el litúrgico y en el disciplinar. Hay verdades reveladas por mi Hijo, que la
Iglesia ha definido para siempre con su divina e infalible autoridad. Estas
verdades son inmutables como inmutable es la Verdad misma de Dios. Muchas de
ellas forman parte de verdaderos y propios misterios, porque no son, ni podrán
ser jamás comprendidos por la inteligencia humana. El hombre las debe acoger
con humildad, a través de un acto de fe pura y de firme confianza en Dios, que
las ha revelado y las propone a los hombres de todos los tiempos a través del
Magisterio de la Iglesia. Pero ahora se ha difundido la tendencia tan peligrosa
de querer penetrarlo y comprenderlo todo – incluso el misterio, llegándose así
a aceptar de la verdad tan solo aquella parte que es comprendida por la
inteligencia humana. Se quiere desvelar el misterio mismo de Dios. Se rechaza
aquella verdad que no se comprende racionalmente. Se tiende a replantear, en
forma racionalista, toda la verdad revelada, con la ilusión de hacerla
aceptable a todos. De este modo se corrompe la verdad con el error. El error se
difunde de la manera más peligrosa, es decir, como un modo nuevo y
“actualizado” de comprender la Verdad, y se acaba subvirtiendo las mismas
verdades que son el fundamento de la fe católica. Y hoy la Iglesia está
oscurecida por el humo de Satanás. Satanás ante todo ha oscurecido la inteligencia
y el pensamiento de muchos hijos, seduciéndolos con el orgullo y la soberbia y
por su medio ha oscurecido la Iglesia.»
Queda
claro que la confusión y el error se introducen en la Iglesia a través del modo
nuevo y “actualizado” de
comprender la Palabra de Dios y las verdades que ella encierra.
02/02/1979: «Hoy mi Corazón
está nuevamente herido al ver cuántos son los que, entre mis hijos predilectos,
viven sin docilidad a la voluntad de Dios, porque no observan y a veces
desprecian abiertamente las leyes propias del estado sacerdotal. De este modo
la indisciplina se difunde en la Iglesia y cosecha víctimas incluso entre sus
mismos Pastores. Este es el segundo signo que os indica cómo para la Iglesia ha
llegado el tiempo conclusivo de su purificación: la indisciplina difundida a
todos los niveles, especialmente entre el clero. Es indisciplina la falta de
docilidad interior a la Voluntad de Dios, que se manifiesta en la transgresión
de las obligaciones propias de vuestro estado: la obligación de la oración, del
buen ejemplo, de una vida santa y apostólica.»
11/02/1979: «Hoy mi Corazón
Inmaculado tiembla, está angustiado al ver a la Iglesia interiormente dividida.
Esta división, que ha penetrado en el interior de la Iglesia, es el tercer
signo que os indica con seguridad que para ella ha llegado el momento
conclusivo de la dolorosa purificación. La interior división se manifiesta
entre los mismos fieles, que se enzarzan con frecuencia los unos contra los
otros con la intención de defender y anunciar mejor la verdad. Así la verdad es
traicionada por ellos mismos, porque el Evangelio de mi Hijo no puede estar
dividido. Esta división interior lleva, a veces, a enfrentarse Sacerdotes
contra Sacerdotes, Obispos contra Obispos, Cardenales contra Cardenales, porque
nunca como en los tiempos actuales, Satanás ha logrado introducirse en medio de
ellos, lacerando el sagrado vínculo del mutuo y recíproco amor.»
03/03/1979: «La cuarta
señal, que os indica que ha llegado para la Iglesia el período culminante de su
dolorosa purificación, es la persecución. La Iglesia, en efecto, es perseguida
de varias maneras. Es perseguida por el mundo en el cual vive y camina
indicando a todos la senda de la salvación. Son los verdaderos enemigos de
Dios, son aquellos que conscientemente se han levantado contra Dios para llevar
a toda la humanidad a vivir sin Él, los que sin descanso persiguen a la
Iglesia. La iglesia es perseguida también en su interior, sobre todo por
aquellos hijos suyos que han llegado a un compromiso con su Adversario. Este ha
logrado seducir a algunos de sus mismos Pastores. También entre ellos existen
los que colaboran a sabiendas en este designio de interior y escondida
persecución de mi Iglesia.»
La
Virgen María previene en forma muy clara sobre la necesidad de una dolorosa
purificación interior de la Iglesia, muchos de cuyos miembros de la jerarquía
han sido seducidos por el Adversario de María desde el principio y colaboran
fomentando el error, la indisciplina, la división y la persecución.
La
purificación de la Iglesia y de la humanidad constituye el “tiempo de la gran
prueba”:
01/01/1993: «Nunca como en
vuestros días la paz es tan amenazada, porque la lucha de mi Adversario contra
Dios se hace cada día más fuerte, insidiosa, continua y universal. Habéis entrado
así en el tiempo de la gran prueba. La gran prueba ha llegado para todos
vosotros, mis pobres hijos, tan amenazados por Satanás y maltratados por los
Espíritus del mal. El peligro que corréis es el de perder la Gracia y la
comunión de vida con Dios, que mi hijo Jesús os ha obtenido en el momento de la
Redención, cuando os ha sustraído a la esclavitud del Maligno y os ha liberado
del pecado. Ahora el pecado ya no se considera un mal; antes bien, a menudo se
exalta como un valor y un bien. Bajo el pérfido influjo de los medios de
comunicación, se llega gradualmente a perder la conciencia del pecado como un
mal. Así cada vez se comete más, se justifica, y no se confiesa ya. Si vosotros
vivís en pecado, habéis retornado a la esclavitud de Satanás, sometidos a su
poder maléfico y así se vuelve vano el don de la Redención que Jesús ha llevado
a cabo por vosotros. Así la paz desaparece de vuestros corazones, de vuestras
almas y de vuestra vida.»
Hay
muchos signos en el mundo de hoy que la Virgen ayuda a comprender e
interpretar, y que resumen su gran preocupación como Madre de todos los
hombres. Pero también menciona el cumplimiento de muchos signos evangélicos:
31/12/1987: «En los
Evangelios, en las cartas de los Apóstoles, en el Libro del Apocalipsis os han
sido claramente descriptos indicios seguros para haceros comprender cuál es el
período de la gran tribulación. Todos estos signos se están realizando en este
vuestro tiempo. Ante todo una gran apostasía se está difundiendo en todas
partes de la Iglesia por la falta de fe, que se propaga incluso entre sus
mismos Pastores. Satanás ha logrado difundir por doquier la gran apostasía por
medio de su solapada obra de seducción, que ha llevado a muchos a alejarse de
la Verdad del Evangelio para seguir las fábulas de las nuevas teorías
teológicas, y complacerse en el mal y en el pecado, buscado, incluso, como un
bien. Luego, en vuestro tiempo, se multiplican los trastornos de orden
natural, como terremotos, sequías, inundaciones, desastres que causan la muerte
imprevista a millares de personas, seguidas de epidemias y males incurables que
se propagan por doquier. Además vuestros días están marcados por continuos
rumores de guerras, que se multiplican y siegan cada día innumerables víctimas.
Crecen las discordias y disensiones en el interior de las naciones; se propagan
las revoluciones y las luchas entre los diversos pueblos; continúan
extendiéndose guerras sangrientas, no obstante los esfuerzos que se hacen para
lograr la paz. Finalmente, en vuestro tiempo acontecen grandes signos en el
sol, la luna y las estrellas. El milagro del sol, acontecido en Fátima, fue un
signo, que os di para advertiros que ya han llegado los tiempos de estos
extraordinarios fenómenos que se suceden en el cielo. Y cuántas veces, durante
mis actuales apariciones, vosotros mismos habéis podido contemplar los grandes
prodigios que se realizan en el sol. Como las yemas o brotes que despuntan en
los árboles, os dicen que ya ha llegado la primavera, así también estos grandes
signos que se realizan en vuestro tiempo os dicen que ya ha llegado a vosotros
la gran tribulación, que os prepara para la nueva era, que os he prometido con
el triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.»
Es muy interesante comprobar las manifestaciones de
la Virgen en estos mensajes respecto a los signos de los tiempos, con las
señales bíblicas precursoras de la Segunda Venida de Cristo.
Allí
vemos que la primera señal consistirá en la aparición de un engaño religioso
generalizado, de manera que se irá perdiendo la verdadera fe cristiana. Es
clarísimo lo que en este sentido expresan los mensajes vistos anteriormente, a
los que agregamos el siguiente:
13/03/1990: «Vosotros leéis
en el Evangelio: ¿Cuándo el Hijo del Hombre vuelva, encontrará aún fe en la
tierra? Hoy quiero invitaros a meditar estas palabras pronunciadas por mi Hijo
Jesús. Son palabras graves, que hacen reflexionar y que logran haceros entender
los tiempos en que vivís. Os podéis preguntar, ante todo, por qué Jesús las
pronunció. Para prepararos a su segunda venida y para describiros una
circunstancia que indicará la proximidad de su regreso glorioso. Esta
circunstancia es la pérdida de la fe. También en otro pasaje de la Divina
Escritura, en la carta de San Pablo a los Tesalonicenses, se anuncia claramente
que, antes del retorno glorioso de Cristo, tendrá lugar una gran apostasía. La
pérdida de la fe es una verdadera apostasía. La difusión de la apostasías es,
pues, el signo que indica que la segunda venida de Cristo ya está próxima. Las
cusas de la pérdida de la fe son: 1) La difusión de los errores que son
propagados, enseñados a menudo por los profesores de teología en los Seminarios
y en las escuelas católicas; de este modo adquieren un cierto carácter de
autenticidad y de legitimidad. 2) La rebelión abierta y pública contra el
Magisterio auténtico de la Iglesia, sobre todo, el Magisterio del Papa, que ha
recibido de Cristo la misión de preservar a toda la Iglesia en la verdad de la
fe católica. 3) El mal ejemplo dado por aquellos Pastores que han dejado que el
espíritu del mundo se apodere completamente de ellos y se han convertido en
propagadores de ideologías políticas y sociales, en vez de ser anunciadores de
Cristo y de su Evangelio, olvidando así el mandato recibido de Él: Id al mundo
entero y predicad el Evangelio a toda criatura. De este modo, en estos días, se
extiende cada vez más la apostasía por parte de tantos pobres hijos míos.»
También
aparecerán en forma sostenida guerras, hambre, pestes y catástrofes naturales.
Todo esto, en una gran medida, provocado por los males en los que se sumerge
cada vez más la humanidad, cuya base es el alejamiento de Dios siempre más
pronunciado, consecuencia del ateísmo práctico generalizado, que crece como un
fuego atizado por el viento de la acción solapada de Satanás:
La
otra señal importante es que habrá una proclamación renovada del anuncio de la
llegada del Reino de Dios en el mundo entero, apoyada por señales y prodigios.
Esta circunstancia también es manifestada en los mensajes de María al Padre
Gobbi:
EL ANUNCIO DE SALVACIÓN
30/11/1974: «Uno solo es el signo que Dios da al
mundo y a la Iglesia de hoy: Yo misma. Yo sola soy anunciada como la gran señal
en el cielo: esta Mujer, vestida del sol, con la luna como alfombra a sus pies
y doce estrellas como corona luminosa alrededor de su cabeza. Está preanunciada
mi victoria sobre el Dragón rojo, sobre el ateísmo triunfante y hoy
aparentemente victorioso. Esta victoria se obtendrá por medio del triunfo de mi
Corazón Inmaculado en el mundo, y esta victoria la alcanzaré Yo con los
sacerdotes de mi Movimiento. No busquen, por ahora, otros prodigios en el
cielo; ¡éste será el único prodigio! (…)»
Será
María la que anunciará la purificación y renovación del mundo y de la Iglesia
que vendrá:
15/01/1977: «¡Pobre Iglesia
mía! Como Madre me acerco a ti, y te encuentro, hija, tan enferma; parece como
si estuvieras cercana a la muerte… ¡Qué grande es tu aflicción y tu abandono!
Mi adversario te hiere cada día más en los Pastores que te traicionan, en los
Sacerdotes que se vuelven siervos infieles. Pero esta grave enfermedad que
padeces, la aparente victoria de mi Adversario sobre ti, no es, sin embargo, tu
muerte, sino para la mayor glorificación de Dios. Yo misma, como Madre, te
asisto en esta agonía de tu dolorosísima purificación. Te recibo en mis brazos
maternales y te estrecho en mi Corazón Inmaculado. Como Madre, derramo bálsamo
sobre tus heridas y espero la hora de tu curación perfecta. Yo misma –cuando
llegue la horate curaré. ¡Serás más bella! Serás enteramente renovada y
completamente purificada en el momento en que, por medio de tu nueva vida,
resplandecerá en todo el mundo el triunfo del Corazón de Jesús y de mi Corazón
Inmaculado.»
16/10/1991: «Y la presencia
de la Madre llevará a la Iglesia la gracia de una renovación total, haciéndola
finalmente salir de la larga noche en la cual se encuentra, hacia el día
luminoso de los tiempos nuevos que están por llegar. Así la Iglesia será
consolada al ver reflorecer la fe en todas partes, renovarse la esperanza,
dilatarse la caridad y difundirse una gran santidad.
Esta
renovación de la Iglesia será el cumplimiento del plan de la Virgen para los
últimos tiempos.
Fuente: Los Mensajes de María al Padre Gobbi
(Movimiento Sacerdotal Mariano) y la Segunda Venida de Cristo por Juan
Franco Benedetto
No hay comentarios:
Publicar un comentario