sábado, 7 de mayo de 2016

MARÍA SANTÍSIMA FUE SIEMPRE VIRGEN


La Iglesia enseña este misterio y privilegio mariano con una fórmula tradicional: virgen antes del parto, virgen en el parto y, virgen después del parto.


La Iglesia enseña este misterio y privilegio mariano con una fórmula tradicional: virgen antes del parto, virgen en el parto y, virgen después del parto.

El amor de Jesús a su Madre, que había ofrecido a Dios su virginidad, hizo que los planes divinos de redención se realizasen respetando ese propósito de María. La Maternidad y Virginidad, dice San Bernardo son dos coronas que Dios quiso concederle (cfr. In assumptione B. Mariae Virginis: PL 183, 428).

LA VIRGINIDAD DE MARÍA

La virginidad de Santa María puede entenderse en un triple sentido:

Virginidad de mente, es decir, un constante propósito de virginidad, evitando todo aquello que repugna a la perfecta castidad. Este es el llamado aspecto espiritual o de entrega total a Dios.

Virginidad de los sentidos, o sea, la inmunidad de los impulsos desordenados de la concupiscencia. Este es el llamado aspecto moral.

Virginidad del cuerpo, esto es, la integridad física jamás violada por ningún contacto de varón.

El Dogma mariano del cual ahora tratamos se detiene a considerar, principalmente, la integridad corporal de Santa María, y así la Iglesia nos enseña que María Santísima:

- era virgen al concebir a Nuestro Señor (antes del parto);

- fue virgen al dar a luz al Señor (en el parto)

- permaneció virgen después del nacimiento de Cristo (después del parto).

El Magisterio de la Iglesia

a) En todos los Símbolos Apostólicos se declara la Fe cuando se dice: "Creo en Jesucristo… que nació de Santa María Virgen, por obra del Espíritu Santo" (cfr. DZ.4,5,6,7,19,282).

b) Los Concilios y declaraciones pontificias expresan con unanimidad esta verdad. Por ejemplo:

- Concilio de Letrán (año 649) (cfr. DZ.256);

- Pablo IV (año 1555): Const. Cum quorundam,(cfr. DZ. 993);

- Pablo VI (año 1968): Credo del Pueblo de Dios;

- Concilio Vaticano II: Const. dogm. Lumen gentium, n.63.

Del Magisterio multisecular se puede confrontar: DZ. 20,91, 113, 143 s, 201, 214, 255, 190, 344, 429, 462, 708, 735, 1314, 1462, etc.

La Sagrada Tradición

San Ireneo: “Era necesario que en la restauración de Adán por Cristo… la desobediencia virginal de Eva fuese desvirtua da y suprimida por la obediencia virginal de María".

San Jerónimo: "Cristo virgen y María virgen consagraron los principios de la virginidad en ambos sexos".

San Agustín: "Si con el nacimiento de Jesús se hubiera corrompido la integridad de la madre, no habría nacido de una virgen y, por tanto, toda la Iglesia profesaría falsamente que había nacido de una virgen"

San Efrén: Entró y habitó secretamente en el seno; salien do después del seno, no rompe el sello virginal"

"Cuando el hedonismo, la sensualidad y la exaltación inmo derada del sexo amenazan con inundar y asfixiar a la humani dad, el Señor nos revela su estima y aprecio divino de la pureza, uniendo milagrosamente en su Madre el gozo de la maternidad y el honor de la virginidad" (Pío XII).

CONTENIDO DEL DOGMA

La virginidad perpetua de María es un milagro obrado por Dios y un privilegio concedido e íntimamente ligado al de la maternidad divina.

Este dogma mariano se explicita en tres grandes momen tos: antes, en y después del parto, los cuales veremos a conti nuación.

La Virginidad antes del parto

Esto significa que María antes de concebir a Jesús no tuvo ningún comercio carnal humano y, además, que concibió al Señor milagrosamente, esto es, sin concurso de varón. La ac ción del germen viril fue suplida milagrosamente por Dios, "por obra del Espíritu Santo".

a) La Sagrada Escritura

Isaías 7,14: "La virgen concebirá y dará a luz un hijo";

Lucas 1,26, "el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una virgen, y el nombre de la virgen era María";

Lucas 1,34?36: "¿Cómo será esto, pues no conozco varón? El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra";

Mateo 1,20: "José… no temas recibir a María, porque lo concebido en Ella es obra del Espíritu Santo";

Mateo 1,16 y 18?25: "… Jacob engendró a José"; al citar la secuencia de las genealogías lo lógico sería continuar con esa secuencia diciendo: José engendró a Jesús, en cambio se dice: ",… María, de la cual nació Jesús". Por eso dice después: Lc . 3,2 3: "… hijo, según se creía de José".

b) Razones de conveniencia

Santo Tomás dice:

1°) Conviene que el que es Hijo natural de Dios no tenga padre en la tierra, que tenga un único padre en el cielo para que la dignidad de Dios no se comunique a otro.

2°) El Verbo, que fue concebido eternamente en la más alta pureza espiritual, debió también ser concebido virginal mente cuando se hizo carne.

3°) Para que la naturaleza humana del Salvador estuviese exenta del pecado original, convenía que no fuese concebido por vía seminal, sino por concepción virginal. Lo contrario sería un absurdo, esto es, que Cristo tuviese necesidad de ser redimido. Se hizo igual en todo a nosotros, menos en el peca do (cfr. Heb. 4,15).

4°) Al nacer según la carne de una virgen, Cristo nos indicaba que los miembros de su Cuerpo Místico debían na cer, según el espíritu, de la Iglesia virginal (cfr. Jn. 1,13; S.Th. III, q.28, a.1).

La Virginidad en el parto

Esto significa que María dio a luz a su Hijo primogénito sin menoscabo de su integridad corporal y, además, que su parto fue sin dolor alguno. A Ella no le alcanzó el castigo que Eva recibió: "parirás a tus hijos con dolor" (Gén. 3,16). El parto, en consecuencia, fue milagroso y de carácter extraordi nario.

a) La Sagrada Escritura

Lucas 2,7: "Y dio a luz a su Hijo primogénito y lo envol vió en pañales, y lo reclinó en un pesebre, porque en el mesón no había lugar para ellos".

Este pasaje lo explica San Pío X, en su Catecismo, de esta manera: el alumbramiento del Señor fue semejante a "como un rayo de sol atraviesa el cristal sin romperlo ni mancharlo".

b) Razones de conveniencia

Santo Tomás de Aquino se expresa de este modo:

1°) El Verbo, que fue ciertamente concebido y que proce de del Padre sin ninguna corrupción, debía al hacerse carne nacer de una Madre virgen conservándole su virginidad.

2°) El que vino para evitar toda corrupción, al nacer no debía destruir la virginidad de aquella que le dio la vida.

3°) El que nos ordena honrar padre y madre se obligaba a sí mismo a no disminuir, al nacer, el honor de su santa Madre (cfr. S.Th. III, q.28, a.2).

La Virginidad después del parto

Esto significa que María, después de dar a luz a su Hijo primogénito, virginalmente, permaneció siempre virgen has ta el final de sus días en la tierra, sin tener contacto alguno de varón y, en consecuencia, sin engendrar otros hijos.

a) La Sagrada Escritura

Lucas 1,34: "¿ … pues no conozco varón?". Estas palabras indican la resolución de María, opinión común, que había hecho voto perpetuo de virginidad; lo cual significa que acep ta la concepción virginal de Cristo ?por obra del Espíritu Santo? y reafirma su deseo de permanecer siempre virgen.

Mateo 1,25: "Y no la conoció hasta que dio a luz un hijo, al cual le puso por nombre Jesús". Las palabras de este versí culo: "Y no la conoció hasta que dio a Luz…" han inducido a algunos a interpretarlas en el sentido que después del naci miento de Jesús, entre la Virgen María y San José, hubo rela ciones maritales. Al respecto debe tenerse en cuenta que en un sentido bíblico la partícula "hasta que" ( donec ), pretende resaltar lo que ya ha ocurrido hasta ese momento: la concep ción virginal de Jesús. Esta misma partícula se encuentra en Jn. 9,18 donde dice que los fariseos no creyeron en el milagro de la curación del ciego de nacimiento ?"hasta que"? ( do nec ) llamaron a los padres de éste; sin embargo, tampoco creyeron después. Por tanto, la partícula (hasta que) prescinde de la situación posterior.

La Iglesia ha enseñado siempre la perpetua virginidad de María. Cfr. las declaraciones del Magisterio en este capítulo y los comentarios al pasaje de la Anunciación en el capítulo 3 y, en particular, lo dicho en el v. 34 de ese mismo pasaje.

Juan 19,26: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Esto no hubiera ocurrido, no sería lógico, si María tuviera otros hijos que pu dieran cuidar de Ella.

b) Razones de conveniencia

Dice Santo Tomás:

1°) El que desde toda la eternidad es Hijo único del Padre, conviene que sea en el tiempo el Hijo único de María.

2°) Sería una ofensa al Espíritu Santo, el cual santificó para siempre el seno virginal de María.

3°) Si la dignidad de ser Madre de Dios supuso la virginidad antes y en el parto, esa misma dignidad sigue exigiendo tal virginidad después del parto (cfr. S.Th . III, q.28, a.3).

María Santísima es la pureza personificada, el ideal viviente de la virginidad. Por ello, escribe el Santo Cura de Ars: "Debemos profesar una ferviente devoción a la Santísima Virgen, si queremos conservar esta hermosa virtud; de la cual no nos ha de caber duda alguna, si consideramos que Ella es la reina, el modelo y la patrona de las vírgenes…" (Sermón sobre la pureza).

CUESTIONES COMPLEMENTARIAS

El matrimonio de José y de María

Por razón de la perpetua virginidad de María, esto es, por su deseo de evitar todo contacto con varón, cabe preguntarse si a pesar de ello puede existir un verdadero matrimonio con José. Santo Tomás de Aquino responde diciendo que efectivamente hubo verdadero matrimonio, distinguiendo la forma y el fin del mismo. 1°) La forma del matrimonio consiste en guardar indivisiblemente fidelidad el uno al otro; 2°) el fin del matrimonio es la generación de la prole, que se obtiene por la cópula carnal, y la educación, que se obtiene por las obras de los esposos. En el caso de María y José, por cuanto a la forma, fue verdadero matrimonio puesto que se guardó la fidelidad. Por cuanto al fin, si se refiere a la cópula, entonces no hubo matrimonio consumado, pero en cuanto a tener pro le si la hubo: Jesús, del que se ocuparon también de su educación (cfr. S.Th. III, q.29, a.2).

En otras palabras, la esencia del matrimonio consiste en el derecho sobre los cuerpos en orden a la procreación – ius in corpore – pero, otra cosa es el uso de ese derecho, que puede usarse o no en razón de causas legítimas. De donde resulta que puede existir verdadero matrimonio, aun cuando este sea virginal.

Dice Santo Tomás: "No puede negarse que María y José hayan contraído verdadero matrimonio por cuanto que María concibió y dio a luz a Cristo virginalmente y no de la unión con José. Con esto se quiere insinuar a los fieles casados qué, aun guardada de común consentimiento la continencia, per manece el vínculo conyugal sin la unión de los cuerpos" ( S.Th . q.29, a.2, sed contra; cfr. también Juan Pablo II, Enc. Redemptoris Custos , donde trata ampliamente éste tema).

Los supuestos hermanos de Jesús

1°) En la antigüedad la cuestión de la virginidad después del parto se debatió entre dos posturas erróneas y opuestas:

a) Por las teorías dualistas y maniqueas que, al exaltar sólo al espíritu y condenar la materia, consideraban perverso el matrimonio y, por ello, querían presentar la virginidad per petua de María como una confirmación de sus teorías;

b) por Helvidio, adversario de los maniqueos, quien para combatirlos cayó en el despropósito de presentar a María co mo madre ejemplar de una familia numerosa.

San Ambrosio, San Jerónimo y San Agustín asumen la tarea, entre otros, de purificar la verdad de la perpetua virgi nidad de toda falsa motivación.

2°) En tiempos modernos algunos protestantes y raciona listas ?para negar la perpetua virginidad? han inventado que Jesús tuvo otros hermanos, apoyándose, para ello, en cier tos pasajes de la Sagrada Escritura donde se hace mención de "los hermanos de Jesús", cuando en realidad esos supuestos hermanos no son sino parientes cercanos. Esto lo podemos comprobar con los siguientes textos:

Si vemos el pasaje:

Mateo 13,55?56: "¿… sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? y sus hermanas ¿no viven entre nosotros?".

y lo comparamos con:

Mt. 27,56: "María, madre de Santiago y de José, y la ma dre de los hijos de Zebedeo". Vemos que de esos "hermanos" se da el nombre de su madre, que es distinta de la Virgen.

Lo anterior se confirma en Jn. 19,25: *` … estaban su Madre y la hermana de su Madre, María, esposa de Cleofás". Como puede verse, algunos confunden a María la Madre de Jesús y esposa de San José, con otra María madre de Santiago y José, esposa de Cleofás.

Se pueden ver también los siguientes textos, donde se testimonia que esos supuestos hermanos son, en realidad, pa rientes: Mc . 15,40; 16,1; Jn . 2,12; Gál . 1,19.

Juan GustavoRuiz Ruiz

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