INCORRECTAS INTERPRETACIONES DEL EVANGELIO

INCORRECTAS INTERPRETACIONES DEL EVANGELIO

¿Era Cristo amigo de los pecadores? ¿Hay que perdonar a todos por igual?...

Sobre estos temas, y muchos otros, existen en la Iglesia (y hasta en muy alto nivel) incorrectas interpretaciones.

El mismo Papa Pablo VI dijo en una ocasión: “Lo que me turba, cuando considero al mundo católico, es que dentro del catolicismo parece a veces que puede dominar un pensamiento de tipo no católico, y puede suceder que este pensamiento no católico dentro del catolicismo se convierta mañana en el más fuerte”⁽¹⁾ .

Veamos algunos ejemplos:

1º. Dicen “Cristo amigo de los pecadores”, en lugar de “Cristo amigo de los pecadores que se arrepienten”.

Cristo no fue amigo, por ejemplo, de Herodes, de Pilatos, de los fariseos... que bien pecadores eran:

“Él (Jesús) les contestó: «Id a decir a ese zorro...” (A Herodes) (Lc 13, 32).

O bien:
“¡Serpientes, raza de víboras…!” (A los fariseos) (Mt 23, 33).

Sí fue amigo, en cambio de Zaqueo, de la magdalena... que se arrepintieron:

“Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa. Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador. Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo. Jesús le dijo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham” (Lc 19, 5-9).

2º. Dicen “Hay que perdonar”, en lugar de “Hay que perdonar a los que se arrepienten”.

Ya lo dijo Cristo:

"... Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale." (Lc 17,3)

3º. Dicen “No hay que juzgar”, en lugar de “Hay que juzgar como nos dijo Cristo”.

Porque Cristo juzgaba (véase en el punto primero si juzgaba o no) y, además, nos dijo cómo debíamos hacerlo:

Dice Cristo:

“No juzguéis según la apariencia. Juzgad con juicio justo” (Jn.7, 24).

4º. Dicen “Hay que enseñar el Cristianismo a todos, sin distinción" en lugar de "A veces, a algunos no hay que enseñarles el Cristianismo".

Dice el Evangelio:

"No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen". (Mt 7,6).

5º. Dicen “Lo primero es la familia" en lugar de "Lo primero son los cristianos auténticos, antes que la familia (en caso de que esta no sea cristiana auténtica”.

Dice el Evangelio:

Alguien le dijo: "¡Oye! Ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte." Mas El respondió al que se lo decía: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre" (Mt 12, 46-50).
En resumen, existen en la Iglesia incorrectas interpretaciones del Evangelio, que a base de ser repetidas, están suplantando al auténtico. Así:

Dicen:		En lugar de:
Cristo es amigo de los pecadores.		Cristo es amigo de los pecadores que se arrepienten.
Hay que perdonar.		Hay que perdonar a los que se arrepienten.
No hay que juzgar.		Hay que juzgar como nos dijo Cristo.
Hay que enseñar el cristianismo a todos.		A algunos no hay que enseñarles cristianismo.
Lo primero es la familia.		Lo primero son los cristianos auténticos.

^{Los Tres Mosqueteros}

⁽¹⁾ Confidencia de Pablo VI a Jean Guitton, citada en el libro de Ricardo de la Cierva “La Hoz y la Cruz”, pág. 83.

INCORRECTAS INTERPRETACIONES DEL EVANGELIO (Y II)

Como dijimos en el artículo anterior, muchos católicos no conocen el Evangelio, sino que conocen una especie de evangelio "paralelo" que no es cristiano, pero que a base de ser repetido está suplantando al auténtico.

Alguno podría pensar: "Pues bien fácil sería salir del error; bastaría con tomar los Evangelios y leer lo que allí pone". Pues no; no es así, porque este falso evangelio lo tienen tan enraizado que "sobreleen" el Evangelio auténtico y continúan en su error. Sólo si se les hace ver esto podrán salir de sus errores.

Veamos hoy, a título de ejemplo, algunas afirmaciones erróneas y los párrafos del Evangelio relacionados que es frecuente "sobreleer".

1º. Dicen “Los milagros no existen”.

Dice Cristo en el Evangelio: “¡Ay de ti, Corazín, ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han obrado en vosotras, hace tiempo que habrían hecho penitencia en saco y ceniza” (Mt 11, 21).

2º. Dicen “Yo me confieso directamente con Dios”.

Dice Cristo en el Evangelio: “A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 23).

3º. Dicen “Todas las religiones son iguales; lo que importa es vivirla sinceramente”.

Dice el Evangelio: Le dice Tomás: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Le dice Jesús: "Yo soy camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 5-6).

4º. Dicen “No es necesario bautizarse”.

Dice Cristo en el Evangelio: "Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará" (Mc 16, 15-16).

5º. Dicen “No se puede ser perfecto, hay que ser buena persona”.

Dice Cristo en el Evangelio: "Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial" (Mt 5, 48).

En resumen: Muchos católicos lo que conocen es una especie de evangelio “paralelo”, que no es cristiano. Este falso evangelio lo tienen tan enraizado, que cuando leen el Evangelio, no consiguen leer lo que de verdad dice, sino que lo “sobreleen” a su manera.

Dicen		Y dice el Evangelio
1. Los milagros no existen.		1. Existen los milagros
2. Me confieso con Dios		2. Hay que confesarse con los que Dios dice.
3. Todas las religiones son iguales.		3. Cristo dice que Él es el camino, nadie va al Padre sino por Él.
4. No es necesario bautizarse.		4. Hay que bautizarse.
5. Ser perfectos es una exageración.		5. Hay que ser perfectos.

Los Tres Mosqueteros