Movido por el ejemplo de Cau,
disidente bautizado en prisión.
Hace poco
contábamos en ReL la historia del disidente
y poeta y músico vietnamita J.B. Nguyen Huu Cau, que se bautizó en
las cárceles comunistas en 1986, y que salió de la carcel recientemente después
de pasar en ella casi 39 años, en los
que rezó el Rosario cada día, a veces 5 veces al día, y compuso himnos y
poemas religiosos.
Ya desde la cárcel, Nguyen Huu Cau enseñaba que "el amor de Dios y de la Virgen me han cambiado. No tengo rencor hacia mis "hermanos y hermanas" (del régimen). Todos tenemos las mismas raíces. Descendemos del rey Hung Vuong. Por esto debemos amarnos los unos a los otros. Creo en la Trinidad y en la Virgen María: eso me ha ayudado a superar las insidias del destino y me impidió acabar con todo suicidándome durante los años de cárcel".
Ahora sabemos gracias a la agencia AsiaNews que el ejemplo del poeta encarcelado ha inspirado a otros detenidos políticos, como es el caso de Dinh Dang Dinh.
DE "CIUDADANO EJEMPLAR" A "ENEMIGO DEL PUEBLO"
Dinh Dang Dinh había sido militar reconocido por el régimen y era profesor de química en un instituto: estaba bien ubicado en el nuevo sistema comunista y no tenía por qué "meterse en líos".
Pero dedicó muchos esfuerzos en los últimos años a luchar contra un proyecto de excavaciones de una mina de bauxita en los Altiplanos centrales de Vietnam, algo que consideraba nefasto para el medio ambiente y que contaba con tradición en el país, ya que el general Giap, vencedor vietnamita contra la metrópolis francesa, también se había opuesto a ello.
Dinh escribió una carta abierta de protesta y logró 3.000 adhesiones de intelectuales en un país donde la libertad de pensamiento y expresión está muy restringida.
Y fue entonces cuando sus enemigos se aseguraron que el molesto intelectual y patriota ejemplar fuese a la cárcel: en 2012 fue condenado -en un juicio más que dudoso- a 6 años de prisión por "propaganda contra el Estado" y "abuso de las libertades democráticas".
Se comprobó una vez más que el comunismo tiene un porcentaje pequeño de ideología fanática, y uno mucho mayor de estructura corrupta ideada para enriquecer a su élite.
Dinh solo pasó dos años en prisión, donde enfermó de cáncer de estómago. Las autoridades no le permitieron tratarse y sólo cuando ya estaba en fase terminal, el 25 de febrero, le "suspendieron" la pena.
El profesor Dinh volvió a su casa en Dak Nong, en los Altiplanos centrales, con los suyos... y allí decidió hacerse católico, en las últimas semanas de su vida.
A Dinh le inspiró lo que su hija le contaba de Nguyen Huu Cau, otro disidente que como él había sido "patriota ejemplar" hasta que criticó la corrupción... pero que había estado encarcelado 39 años, no sólo dos. Nguyen Huu Cau se había hecho católico y prisión, y durante décadas eso le hizo fuerte y sabio.
Dinh quiso imitarlo. El profesor de química dijo que quería ser, en sus palabras, "un hijo de Dios".
Un sacerdote redentorista llegó a propósito desde Saigón para administrarle el bautismo. La hija de Dinh cuenta a la salida del hospital, él rezaba y pedía a Dios que le aliviara los sufrimientos.
Murió el 4 de abril con paz, serenidad, rodeado de sus familiares y una fe que le fortalecía.
El pasado 6 de abril sus restos fueron trasladados a Ho Chi Ming City y colocados en una capilla de los redentoristas, meta en los días pasados de una incesante peregrinación de disidentes, activistas y simples ciudadanos que han querido rendir homenaje a su memoria, así como en los funerales celebrados el 7 de abril por el secretario general de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia episcopal vietnamita.
Ya desde la cárcel, Nguyen Huu Cau enseñaba que "el amor de Dios y de la Virgen me han cambiado. No tengo rencor hacia mis "hermanos y hermanas" (del régimen). Todos tenemos las mismas raíces. Descendemos del rey Hung Vuong. Por esto debemos amarnos los unos a los otros. Creo en la Trinidad y en la Virgen María: eso me ha ayudado a superar las insidias del destino y me impidió acabar con todo suicidándome durante los años de cárcel".
Ahora sabemos gracias a la agencia AsiaNews que el ejemplo del poeta encarcelado ha inspirado a otros detenidos políticos, como es el caso de Dinh Dang Dinh.
DE "CIUDADANO EJEMPLAR" A "ENEMIGO DEL PUEBLO"
Dinh Dang Dinh había sido militar reconocido por el régimen y era profesor de química en un instituto: estaba bien ubicado en el nuevo sistema comunista y no tenía por qué "meterse en líos".
Pero dedicó muchos esfuerzos en los últimos años a luchar contra un proyecto de excavaciones de una mina de bauxita en los Altiplanos centrales de Vietnam, algo que consideraba nefasto para el medio ambiente y que contaba con tradición en el país, ya que el general Giap, vencedor vietnamita contra la metrópolis francesa, también se había opuesto a ello.
Dinh escribió una carta abierta de protesta y logró 3.000 adhesiones de intelectuales en un país donde la libertad de pensamiento y expresión está muy restringida.
Y fue entonces cuando sus enemigos se aseguraron que el molesto intelectual y patriota ejemplar fuese a la cárcel: en 2012 fue condenado -en un juicio más que dudoso- a 6 años de prisión por "propaganda contra el Estado" y "abuso de las libertades democráticas".
Se comprobó una vez más que el comunismo tiene un porcentaje pequeño de ideología fanática, y uno mucho mayor de estructura corrupta ideada para enriquecer a su élite.
Dinh solo pasó dos años en prisión, donde enfermó de cáncer de estómago. Las autoridades no le permitieron tratarse y sólo cuando ya estaba en fase terminal, el 25 de febrero, le "suspendieron" la pena.
El profesor Dinh volvió a su casa en Dak Nong, en los Altiplanos centrales, con los suyos... y allí decidió hacerse católico, en las últimas semanas de su vida.
A Dinh le inspiró lo que su hija le contaba de Nguyen Huu Cau, otro disidente que como él había sido "patriota ejemplar" hasta que criticó la corrupción... pero que había estado encarcelado 39 años, no sólo dos. Nguyen Huu Cau se había hecho católico y prisión, y durante décadas eso le hizo fuerte y sabio.
Dinh quiso imitarlo. El profesor de química dijo que quería ser, en sus palabras, "un hijo de Dios".
Un sacerdote redentorista llegó a propósito desde Saigón para administrarle el bautismo. La hija de Dinh cuenta a la salida del hospital, él rezaba y pedía a Dios que le aliviara los sufrimientos.
Murió el 4 de abril con paz, serenidad, rodeado de sus familiares y una fe que le fortalecía.
El pasado 6 de abril sus restos fueron trasladados a Ho Chi Ming City y colocados en una capilla de los redentoristas, meta en los días pasados de una incesante peregrinación de disidentes, activistas y simples ciudadanos que han querido rendir homenaje a su memoria, así como en los funerales celebrados el 7 de abril por el secretario general de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia episcopal vietnamita.
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