El Santo Padre ha presidido en la
sagrado del Basílica Vaticana la solemne celebración de la misa del Domingo de
Pascua de la Resurrección del Señor.
En la celebración han participado
fieles y peregrinos procedentes de todo el mundo venidos a Roma en ocasión de
las fiestas pascuales. Se calcula que unos 150.000 fieles han llenado la plaza
de San Pedro y parte de la Vía de la Conciliación para seguir la celebración de
este Domingo de Pascua con el Pontífice. Hoy Francisco no ha dado homilía, ya
que al finalizar la misa impartirá desde la Loggia la bendición "Urbi et
Orbi".
Desde primeras horas de la
mañana, los fieles se fueron dirigiendo a la Plaza de San Pedro para poder
participar de la celebración con el Santo Padre. Francisco ha llegado pasadas
las 10.00 de la mañana y la misa dio inicio a las 10.15. El Pontífice, vestido
con los paramentos blancos ha sido el único celebrante de la misa de Pascua.
Tal y como está previsto en el ritual, los cardenales y los obispos presentes
han asistido a la liturgia pero sin concelebrar.
La celebración ha comenzado con
el rito del "Resurrexis". Dos diáconos fueron los encargados de abrir
ante el Papa una imagen de Cristo resucitado y, tras la veneración, el Papa lo
ha besado e incensado. Un icono que fue realizado siguiendo el modelo medieval.
El nuevo ícono, igual que el antiguo, representa la figura del Salvador sentado
en el trono.
Este año, Oriente y Occidente
celebran en la misma fecha la Resurrección del Señor y por eso hoy, al
finalizar la lectura del Evangelio, se ha rezado la oración Stichi y Stichirá,
canto de la liturgia bizantina que antiguamente se cantaba ante el Papa el día
de Pascua.
La Oración de los fieles ha
reunido a representantes de diversas lenguas, quienes elevaron plegarias a Dios
en chino, hindi, alemán, francés y coreano. Así como en el Ofertorio, que se ha
podido ver a personas de distintas razas y culturas.
La misa ha concluido con el canto
del Regina Coeli mientras el Santo Padre rezaba frente a una estatua de la
Virgen María. Al son de trompetas, Francisco se ha subido al jeep descubierto
para realizar un pequeña vuelta por los pasillos de la plaza y así saludar a
los fieles.
Una florida Plaza de San Pedro ha
dado el color a la mañana de la Resurrección. 12.000 tulipanes rosas,
amarillos, naranjas, blancos, rosas y violetas junto a 6.000 narcisos de varios
colores y 2.500 perfumados jacintos enmarcados por arbustos y árboles jóvenes,
es lo que el grupo de 30 floristas holandeses ha creado con flores traídas
desde su país, para dar brillo y color a la Plaza en este soleado Domingo de
Pascua.
Más de 2.500 rosas blancas han
sido colocadas en torno al altar. La subida hacia el altar ha estado marcada
por 8.000 pequeños narcisos. Asimismo la Loggia de la bendición ha estado
adornada por flores blancas y verdes.
Las flores y las plantas en la
Plaza de San Pedro ofrecidas por floricultores holandses ya se ha convertido en
una tradición. La idea nació en 1985, cuando se pidió al florista holandés Nic
van der Voort acudir a Roma para preparar la decoración floral durante la
ceremonia de beatificación del sacerdote holandés Titus Brandsma. Fue entonces
cuando nació la idea de hacer en Pascua un homenaje floral y se pusieron de
acuerdo para las celebraciones del 1986.
En total, 35.000 plantas y flores
se han usado para la decoración de la Plaza. Todos los bulbos se cultivan a
propósito para este evento, así como arbustos y árboles en flor. Sólo de esta
manera se puede estar seguro que todos estén en floración en el momento
adecuado.
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