jueves, 15 de agosto de 2013

LA SEGUNDA VENIDA - ANUNCIO

LA SEGUNDA VENIDA

ANUNCIO DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO JESUS

La semana pasada una persona iba de viaje manejando su carro y vio a un hombre anciano caminando en la carretera. Decidió subirlo al carro. Mientras viajaban, el anciano le dijo a la persona: ¿Hijo, sabes lo que pasó anoche allá en el cielo?

La persona se asustó y rápidamente detuvo el carro y preguntó: “¿Está usted bien? ¿Cómo obtuvo información del cielo?”. El anciano dijo: anoche en el cielo Dios Padre estaba bien enojado contra el hombre y les dijo a Sus ángeles que tocaran la trompeta. Los ángeles levantaron la trompeta y cuando iban a comenzar a soplarle a la trompeta JESÚS, se postró delante de Dios y comenzó a suplicar con lágrimas en los ojos. Entonces SANGRE FRESCA COMENZÓ A SALIR DE SUS MANOS Y DE SU CUERPO. Cristo le dijo a Dios Padre que tuviera MISERICORDIA para que Su muerte no fuera en vano. Dios al ver las heridas de Su Hijo; y al ver el dolor de Sus Santos y también y la perversidad de los malos, dijo: “LES VOY A DAR UNA ULTIMA OPORTUNIDAD”. Jesús se volvió a los ángeles y les dijo que fueran un gran número de ellos a toda prisa por todas partes del mundo y les dijeran a todos que “EL FIN ESTABA CERCA Y QUE ÉL, JESÚS, LLEGARÍA PRONTO”.

La persona, limpiándose las lágrimas, preguntó: ¿cómo. sabe todo esto? El anciano respondió: yo soy uno de esos ángeles que fueron enviados al mundo. Y continuó diciendo: “Por favor, usa todos los medios de comunicación y manda este mensaje, no hay tiempo que perder”. Y el anciano desapareció….

En resumen: Esta historia es real: CRISTO VIENE PRONTO. Tenemos que aprender a leer los signos de los tiempos, como nos dijo y pidió nuestro Párroco el sábado pasado en un retiro para los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía. NO SABEMOS NI EL DIA NI LA HORA, PERO TENEMOS QUE ESTAR PREPARADOS.

CONTEMPLAD, MIRAD, MEDITAD LAS ADVERTENCIAS BIBLICAS, HECHAS POR NUESTRO SENOR JESUCRISTO:

MATEO: 26,41 Estén prevenidos y oren para no caer en tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».

Marcos: 13,23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.

1 Tesalonicenses: 5,4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.

Mateo: 24,42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Mateo: 24,43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

Mateo: 25,13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Mateo: 26,41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Marcos: 13,33 Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.

Marcos: 13,35 Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;

Marcos: 13,36 para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo.

Marcos: 13,37 Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Marcos: 14,38 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Lucas: 12,37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

Lucas: 12,38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.

Lucas: 21,36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

1 Tesalonicenses: 5,6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

1 Pedro: 4,7 Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Apocalipsis: 3,3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Apocalipsis: 16,15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.

¡Orad y velad el tiempo se acerca!

Ven señor Jesús.

1 comentario:

Anónimo dijo...

DIOS PERDONE MIS PECADOS PARA PODER ALCANZAR LA HERENCIA, QUE EL CIELO,POR CRISTO JESUS AMEN