lunes, 14 de noviembre de 2011

LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO



En que consiste la acción del Espíritu Santo.

Porque sabemos que Dios suscita en el hombre Jesús un poder del que es Señor que transforma en un hombre nuevo según Jesús mismo, cristificando, al que por la fe se une a Jesús para ser parte de su propia persona. Sabemos que este saco de salvación es el don de Dios, la fuerza de Dios que gratis nos invita a salir de este ámbito de muerte y sufrimiento para vivir la vida de los hijos de Dios.

Ahora bien, para saber cual es la mecánica interna, la verdadera acción del Espíritu debemos mirar a la cruz, donde un hombre en el que no hay pecado se ha hecho pecado por ti. La maldición que te doblegaba en la muerte la ha acogido él para que tu obtengas la vida, la bendición. El poder del Espíritu del resucitado es precisamente que de la muerte del hombre que ama a Dios con todo su corazón y a ti, su prójimo y su enemigo, Dios le ha resucitado extendiendo este poder de resurrección en todos los que se unen en su Iglesia, su Cuerpo, para participar de esta misma acción del Espíritu, asumir el poder de los que acogen en el poder de Jesucristo la maldición para transformarla en bendición.

Una mañana estaba averiguando si a los musulmanes les gustaría que les saludara como se saludan entre ellos, deseándoles la Paz de Dios con ellos, Salam aleicum. Entonces leí que si un creyente del libro, un cristiano o un judío les saludase sinceramente con la paz contigo, ellos deberían decir solamente y lo mismo contigo y no la paz contigo, aleikum, y no aleikum Salam”. Y eso porque al profeta se le ocurre que unos judíos malintencionados parece que saludaban a los musulmanes con la expresión saam aleikum, que en lugar de ser la Paz era la muerte. Y por si acaso deseaban la muerte, maldecían en lugar de bendecir, les respondías que lo mismo que me deseas te deseo yo. Era pura justicia, ley de Talion. Por supuesto que la base de esta preocupación es que la bendición y la maldición tiene un poder, un beneficio o daño. Y que le devuelves el mismo bien o mal que te crean. Entonces caí en la cuenta de lo que se entiende cuando Jesús nos invita a devolver mal por bien, nos insta a que bendigamos a quien nos maldice. Que amemos a los enemigos y oremos por ellos. Y que ese era el núcleo de la actividad del Espíritu. Lo que hace el cristificado es unirse a la fuerza de Dios que acoge en mal y en el poder de Dios lo resucita y lo transforma en bendición para que enemigo reciba vida y amor donde el da muerte y odio. Ese es el Reinar de Dios que se extiende lenta pero inexorablemente. Esa es la vida del hijo de Dios. En eso somos semejantes a Jesús ya en esta tierra. Empezamos a vivir la vida del Cielo ya en esta vida, con este cuerpo. Esta es la mística del que se ha transformado en el amado a base de amarlo sinceramente, intensamente. Esta es la gracia que nos ha regalado en Jesucristo el Padre bueno para ser sus hijos que quieren hacer su voluntad para darle gloria a Él.

Por eso el cristiano es el que da gracias continuamente, porque es justo, porque si no le agradeciese a Dios lo que ha hecho por el seria una injusticia, porque en Jesucristo Dios le ha dado todos los bienes, la plenitud de ser imagen y semejanza de Dios. Por eso es necesario, necesitamos proclamar la verdad de que Dios ha sido bueno con nosotros, que estamos alegres en el amor que Dios tiene la iniciativa de tener con cada hombre. Es nuestro deber y salvación. Sí, nos salvamos reconociendo el amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, recibiendo en nosotros su acción salvadora y permitiendo que Dios haga grandes maravillas en la nada de su esclavo. Y así ser una actualización de Jesús para esta generación, para que los hombres de hoy sean testigos de la acción del Espíritu Santo que actualiza la Encarnación de Jesús y nos invita a ser los hijos de Dios que saben en su vida que Jesús ha resucitado y nosotros con Él, que ya no tiene poder la muerte. Que hemos heredado una bendición por la que bendecimos a todas las criaturas para que benditas entren en la gloria de Dios.

Publicado por: Juan Carlos

2 comentarios:

Darwin Firayner dijo...

¿Qué sucedería si no me bautizo? Mis padres son agnósticos, creen en Dios, pero no tienen religión. Yo no soy bautizado. Mi hermano y hermana tampoco están bautizados. Mi prima y mi tía son católicas, pero mi tía es fanática. Pasa mucho tiempo intentando convencerme para que sea bautizado y ella se ofrece como madrina, pero es que yo simplemente no quiero. En el curso en el cual he estado este año se hacía la confirmación. Todos me preguntaban por qué no me confirmaba y les decía que no era bautizado y se callaban algunos. Otros eran más insistentes, por no decir tocapelotas, y le contestaba que no tenía padrinos aunque no fuera cierto. Les mentía porque si les decía que simplemente no quería, preguntaban por qué no quería y es que ¡Simplemente no quiero! ¿Qué opina usted?

Hermano José dijo...

DIOS TE DA LIBERTAD PARA QUE TÚ DECIDAS SI LO SIGUES O NO
BENDICIONES POR CASA