sábado, 26 de marzo de 2011

MÁS ALLÁ DEL ESTRUENDO... VIDA


Anne Frank, en El diario de una joven, escribió: Rehúso edificar mis esperanzas sobre una base de confusión, miseria y muerte”.

Ella comprendió que la esperanza se establece en algún sitio, más allá de nuestras circunstancias inmediatas. En efecto, la esperanza genuina, con frecuencia se sostiene en la oscuridad.

¿Cómo era capaz, esta joven de manifestar tal brío y convicción, más allá de su corta edad? Ella no permitió que la devastación que imperaba en aquel entonces moldeara su proyección hacia la vida. He aquí sus palabras: Es realmente un milagro, no haber abandonado mis ideales… aún los conservo. Puedo escuchar el estruendo que se aproxima, sentir el dolor de millones, y no obstante, si alzo los ojos al cielo, pienso que todo va a estar bien”.

No podemos imaginar cuántos horrores padecieron Anne Frank y su familia en el holocausto nazi, pero sí sabemos que su padre sobrevivió. Incluso, las palabras de Anne también permanecen vivas.

Años más tarde, el diario de esta joven que enfrentó uno de los períodos mas sombríos de la historia de la humanidad, ha sido leído por varias generaciones. Cualquiera se conmueve con aquel que decide tener esperanza en medio de la desesperación.

La adversidad, de vez en cuando, es parte de la existencia. A la hora de la prueba, tenemos las mismas alternativas que Anne: Aferrarnos a nuestros ideales o abandonarlos. Cuando las circunstancias suenen como estruendo cercano, recuerda la sencilla verdad que acompaño a esta joven judía.

Un cimiento elaborado con los materiales correctos, contribuye a una vida de victoria. Abrazar con firmeza sus propios ideales, a pesar de las circunstancias, es un sello de personalidad.

No hay comentarios: