jueves, 17 de marzo de 2011

DIOS Y EL TERREMOTO Y TSUNAMI DE JAPÓN


Todo lo que sucede en el mundo lo permite Dios para el bien de sus elegidos.

Si algo está meridianamente claro en la Biblia es que Dios no es indiferente al mal que los hombres cometen. Cada página del Evangelio es una llamada apremiante de Dios a cambiar de vida, a la conversión. Hay una advertencia de Jesús ante dos hechos luctuosos acaecidos en Judea, que eran la comidilla de los judíos: El derrumbe de la torre de Silóe que aplastó a algunos y la muerte a espada de unos insurrectos por orden de Pilato. Jesús saca enseñanza de lo acaecido y dice: ¿”Creéis que eran más pecadores los que murieron así?... pues Yo os digo que NO, y si no os convertís, todos moriréis”.

He aquí lo que me escribe una persona de gran fe a propósito de lo del Japón y de unas palabras del alcalde de Tokio que dijo era un castigo divino por el egoísmo japonés”.“El alcalde de Tokio se ha visto obligado a retirar lo dicho y a disculparse, aunque internamente siga pensando lo mismo. Y es que no es "políticamente correcto" mencionar a Dios y decir que, si Él quiere, puede castigarnos. Estoy convencido de que cosas muy graves le van a venir a Occidente por tanto aborto, tanto divorcio, tantos ataques a la familia tradicional, tanto desprecio del Creador y tanta desvergüenza. ¿Puede Dios bendecir a las naciones que le desprecian? En Japón (país occidentalizado) el aborto es legal de facto, y son muchos más los muertos por el aborto que por el tsunami”. Sin comentario. Cada lector es libre de pensar lo que mejor le parezca.
Miguel Rivilla Sanmartín

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