UN REPASO DE RAMON CORTS BLAY, DOCTOR EN HISTORIA ECLESIÁSTICA
Los historiadores no ven que en el siglo XVI en la
Iglesia hubiera necesariamente más corrupción que en cualquier otra época de la
historia.
Hace apenas cinco años, en 2017, se conmemoraron 500 años del inicio de la llamada
"Reforma Protestante", que significó la ruptura de la Cristiandad en
Occidente, con la aparición de países
protestantes y la división de los cristianos en
numerosas comunidades de doctrinas contradictorias entre sí, lo que
alimentó muchos años de guerras de religión (que a su vez
tenían numerosas motivaciones políticas añadidas).
En ambientes protestantes (más en los populares que en los académicos) se
suele explicar que la Iglesia en el siglo XVI era especialmente corrupta en sus
costumbres. Pero los historiadores no ven que en el siglo XVI en la
Iglesia hubiera necedoctrina
que era necesario "reformarla" o "renovarla"
para que fuera más virtuosa y santsariamente más corrupción que en
cualquier otra época y en cuanto a su capacidad de
renovación detectan que era grande sin necesidad de llegar a la ruptura que desencadenó Lutero acompañado de los poderosos
príncipes alemanes ansiosos de confiscar propiedades eclesiásticas.
En el I Simposio Internacional Reforma y Reformas en la Iglesia, organizado en
2017 en Barcelona para conmemorar este aniversario, el sacerdote Ramon Corts Blay, doctor en Historia Eclesiástica por la Universidad
Gregoriana y profesor de esta materia, repasó 10
casos de renovación eclesial en los 150 años previos a Lutero que
demuestran que la Iglesia occidental tenía una gran capacidad de reforma y
renovación sin necesidad de llegar a la ruptura, el cisma y las guerras de
religión. Son casos de "reformas
católicas" que tenían éxito en distintas regiones y ambientes culturales.
10 REFORMAS CATÓLICAS EN AÑOS
PREVIOS A LUTERO
1.
LAS ASOCIACIONES LAICAS DE CARIDAD
En el siglo XV en las ciudades de
toda Europa se multiplicaron las asociaciones de laicos que se
comprometían a servir con caridad a los pobres y los enfermos de los hospitales, tratando con ellos en
persona, lavándolos, velándolos, etc... Tenían un gran anhelo de reforma
espiritual y se comprometían a una vida espiritual intensa, con compromisos
de confesarse cada mes y comulgar 4 veces al año (en esa época se comulgaba
mucho menos). Los laicos eran muy activos en esos ámbitos, a menudo ligados a
las cofradías y gremios.
2.
LAS REFORMAS EN MULTITUD DE ÓRDENES RELIGIOSAS
Benedictinos, jerónimos,
canónicos regulares... en numerosas regiones viejas órdenes religiosas se
reformaban y creaban nuevas congregaciones más
fervorosas y entusiastas. Los
cartujos, que siempre presumieron de que "la
cartuja nunca fue reformada” porque se mantenía fiel a su espíritu
original, se extendían en el s.XIV por Europa central y Escocia. Los benedictinos a finales del siglo XIV empezaron una reforma, con 23
abadías reformadas en pocos años en
Baviera. Los olivetanos, una
reforma benedictina impulsada por San Bernardo Tolomei en 1319 desde
Italia enseguida contó con 43 monasterios. Hacia el año 1400 la oblata benedictina Santa Francisca Romana avivaba esta renovación benedictina. También los jerónimos crearon
distintas ramas reformadas. Los monjes mínimos, fundados en
1435 por San Francisco de Paula, se extienden por Italia,
Francia, España, Alemania, y llegan a tener 12.000 miembros antes de Lutero. En
Venecia se reforman los canónigos regulares. Todo el siglo XV es un siglo de
reformas en las órdenes.
3.
LA GRAN REFORMA BENEDICTINA
Desde la provincia de Valladolid
(que incluía Montserrat, en Cataluña) los benedictinos se vuelcan en reformar
la vida y espiritualidad en 79 monasterios en una primera ola, y otros 95
después. Se extendía la “devotio moderna” que
había nacido en Países Bajos en el siglo XIV: cristocéntrica,
agustiniana, antiespeculativa. "La Imitación de Cristo", de
Tomás Kempis era su gran libro. Se reforman también los
cistercienses desde Toledo en el siglo XV. Luego los camaldulenses, que se
reformaron como monásticos eremitas. Por Castilla, en el siglo XV y principios
del XVI se extiende el fenómeno de los "descalzos", conventos que buscan más rigor y
fervor.
4.
LAS REFORMAS DE LAS ÓRDENES MENDICANTES
Los franciscanos
y dominicos, nacidos en el s.XIII, ven nacer ramas
reformadoras en su interior en el siglo XV. Los franciscanos observantes italianos
surgen en 1450 y se extienden por toda Europa. Nacen dominicos
reformados en
todo el continente. San Antonino de Florencia crea una congregación nueva de
dominicos, más austera, de la que a finales de siglo saldría el predicador
puritano y rigorista Savonarola. También los
carmelitas se
empezaban a reformar en Italia y algunos sitios de Inglaterra. Los carmelitas de Mantua contaban con más de 30 conventos
reformados. Los
agustinos empiezan su reforma en 1370 en Italia, que luego saltará a Alemania.
El mismo Lutero fue uno de estos agustinos reformados. Los servitas se reforman en 1404, con toda
una provincia renovada. A toda esta reforma en esa época se le llamaba "la observancia": era religiosos
"observantes", que buscaban ser cumplidores y devotos en sus
compromisos.
5.
LA DEVOTIO MODERNA: MEDITAR EL AMOR DE DIOS
La devotio moderna era
un tipo de oración y espiritualidad, también para laicos y familias, nacida en
Flandes en el siglo XIV, que se extiende por buena parte de Europa en el siglo
XV. Crea comunidades de vida común no monásticas para
las obras de caridad. En 1450 tenían 400 casas de devoción, muchas
de las cuales duraron hasta la Revolución Francesa. También cultivaban la vida
intectual. Por allí pasaron Erasmo, Ignacio de Loyola y Calvino. Fue una
renovación espiritual real que llegó a muchos miles de europeos, e influyó en
el cardenal Cisneros en España.
6.
LOS OBISPOS CON ESFUERZOS REFORMADORES
Muchos obispos intentaron
reformar el clero secular, convocando sínodos diocesanos, con más
predicación y más formación del clero. Nicolás
de Cusa, obispo, cardenal, humanista, científico, intentó la reforma en Baviera
y Europa del Norte. En Roma y en Francia se crean
colegios para sacerdotes: son los "antepasados"
de los seminarios que creará Trento. En
España, los obispos de Isabel la Católica reformarán la Iglesia: Pedro
González de Mendoza, Hernando de Talavera en Granada, Cisneros en
Toledo... Nombraron buenos obispos, crearon universidades que
eran casi seminarios y semilleros de obispos. Se implanta en España la obligación
de que el obispo viva en su sede episcopal, que no la tenga solo como una
fuente de impuestos. Nace la universidad de Alcalá,
la Biblia complutense, la traducción del Kempis… Cuando Ignacio de Loyola llega a Montserrat, su
abad Cisneros (sobrino del cardenal) ya ha reformado la abadía y su
espiritualidad, haciéndola más meditativa.
Cisneros en la teleserie Isabel, de RTVE; dejó su carrera eclesiástica para
ser monje franciscano observante, austero, pero la Reina Isabel le ordenó
acudir a la corte como confesor y acabaría siendo cardenal y un gran reformador
de la Iglesia.
7.
LA UNIVERSIDAD Y LA PRENSA FUERON INCORPORANDO REFORMAS
A finales del siglo XV la
Cristiandad se llenaba de estudiantes universitarios. Había
17.000 universitarios en Francia y 12.000 en Alemania. En España hay figuras
teológicas e intelectuales como Francisco de Vitoria, Melcior Cano y un tomismo
serio. La imprenta sirvió a la reforma católica antes que a
la protestante. Se
imprimían numerosas ediciones de la Imitación de Cristo de Kempis, vademécums
de predicación, teología de Padres de la Iglesia. Erasmo, en Rotterdam,
publicaba a clásicos cristianos como Orígenes, Jerónimo, Ambrosio…
8.
LA REFORMA DESDE LA CURIA…
La Curia vaticana y los
cardenales en Roma también entendían que era necesaria una reforma. Se convocó en 1512 el V Concilio Lateranense, que acabó en 1517.
Los camaldulenses venecianos presentaron un alegato lleno de exigencias
reformistas en lo que respecta a lo monástico, la unión con Oriente, las
misiones en el nuevo mundo, la liturgia… "Esas peticiones pueden
considerarse más valientes que las de Lutero", señala Corts. "Pero no
se pensó en ese concilio en el fuego alemán. El concilio acabó en marzo…. y en
octubre Lutero lanzaba sus tesis".
9.
EL SERVICIO A LOS POBRES
Hemos visto que los laicos en el
siglo XV se organizan en muchas cofradías de asistencia caritativa y
espiritual. Es también un siglo en el que
se construyen los grandes hospitales monumentales y los hospitales de iglesia. Ya antes había hermanos “hospitalarios” de distintos tipos (monjes fosores, que entierran; monjes mercedarios en España, por ejemplo). En el siglo XV se crean los
montes de piedad, sobre todo de grano y comida para ayudar en hambrunas. Darán
origen a muchas iniciativas sociales eficaces.
10.
EL TEATRO RELIGIOSO Y LA REFORMA DE LAS ARTES
Por último, el ardor por las
cosas de Dios en 1400 y 1500 llevaron a una creatividad artística, pictórica,
musical y, especialmente, al teatro religioso, que acercaban a miles y miles de
europeos las ideas emanadas de la fe.
LUTERO, EL ANTIACADÉMICO
"Lutero
protestaba contra la academia y es cierto que la escolástica en muchos sitios
era un formalismo vacío o ockhamismo y que había teología con poca claridad
respecto a muchos temas", constata Corts. Había precedentes
en el siglo XV de mala filosofía y teología que habían llevado a guerras de
religión, como Huss y Wyclif que hablaban de la iglesia invisible y confundían
la transubstanciación. "A Lutero le afectó el
nominalismo, que presentaba a Dios como mero concepto lógico-aristotélico y creaba mucho escepticismo hacia la fe, o a
adoptar lo contrario, el fideísmo. Lutero reaccionaba contra esto. Los
agustinos que conocía él eran ortodoxos, pero insistían en el tema de la
concupiscencia tras el bautismo. Lutero valoraba a los
místicos alemanes, algo angustiados, a veces incluso desesperados, que despreciaban las obras
externas para la salvación, menospreciaban la razón. Y había una corriente
humanista con cierta crítica al culto popular a los santos. Todos estos puntos podían reformarse o equilibrarse sin salir del
catolicismo", considera Corts.
La reforma católica fue, pues, anterior a Lutero, se mantuvo con Lutero y
creció más con Trento, y nacía de una espiritualidad auténtica. Lutero quería
reformar “la iglesia papista” y decía que no
se creía hereje, hasta 1520. A partir de 1520
Lutero deja de pedir solo cambios de moral y disciplina: pide ya cambiar los
dogmas y cambiar todo
el sistema doctrinal.
LA
REFORMA EFICAZ: QUE PARTICIPE EL PUEBLO Y NO SEA MUY LENTA
Corts apunta que la Historia
señala que "si la reforma es demasiado lenta puede dar
muchos problemas". Recomienda el libro de Yves Congar “Falsas y verdaderas reformas en la Iglesia”.
Apunta que Trento tardó 27 años en convocarse y duró 18 años. ¿Qué se podía y debía reformar? No era fácil de
responder.
"Otra conclusión que vemos en la Historia es
que la Iglesia tiene gran capacidad de reforma; funciona bien si participa
la base y la cúspida. La Iglesia se renueva siempre, renace
siempre y el futuro es de Dios", afirma este doctor en Historia Eclesiástica.
(Sobre Lutero ReL
recomienda el libro La verdad
sobre Lutero, de Angela Pellicciari, aquí en la librería digital
OcioHispano).
Artículo publicado
originalmente en el año 2017.
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