miércoles, 25 de octubre de 2023

CARMEN HERNÁNDEZ, NEOCATECUMENAL: LA TÚNICA DEL APOCALIPSIS, CIENCIA Y FE, QUÍMICA Y CATEQUESIS

 Acaba de publicarse en español el libro Símbolos Judeocristianos entre Ciencia y Fe: Reflexiones con Carmen Hernández, escrito por Giorgio Ricci.

La Sierva de Dios María del Carmen Hernández Barrera –en adelante Carmen- fue junto con Francisco José Gómez Argüello Wirtz –en adelante Kiko- cofundadora de la realidad eclesial llamada Camino Neocatecumenal , que comenzó su andadura en las barracas de Palomeras Altas de Madrid allá por 1964, de un modo absolutamente providencial y alejado de planes preconcebidos, inspirado por la Virgen María , y que ha resultado ser una iniciación cristiana reconocida por la Iglesia como instrumento válido para la formación católica en los tiempos actuales, tanto en su modalidad de catecumenado prebautismal como postbautismal, y de la cual Dios se ha servido para llevar a las parroquias de la Iglesia universal la renovación del Concilia Vaticano II.

El libro de Ricci es bastante original, no sólo porque presenta una faceta de Carmen poco conocida, sino porque además lo hace de un modo novedoso y en un lenguaje eminentemente divulgativo: va dirigido al gran público, alejándose de un tono científico tan sólo reservado para especialistas.

Símbolos judeocristianos entre ciencia y fe, libro de Giorgio Ricci sobre Carmen Hernández.

Giorgio Ricci es un científico católico que tiene la experiencia de que ciencia y fe son perfectamente compatibles en su persona, algo que ya de por sí resulta interesante por ir en contra del imperante discurso laicista que pretende convencernos de todo lo contrario. Como reza el aserto latino: contra factum non valet argumentum. Licenciado (1969-1974) y doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de La Sapienza de Roma (fundada en 1303 por el Papa Bonifacio VIII) desarrolló su actividad científico-docente durante 37 años como profesor titular de bioquímica en el Departamento de Ciencia y Tecnología Química de la Universidad de Tor Vergata (Roma), llegando a publicar durante su carrera más de 150 artículos científicos de impacto internacional, sobre los estudios de estructura y función de enzimas que fue llevando a cabo.

Giorgio Ricci nació en el seno de una familia católica practicante, como el mismo cuenta en esta entrevista realizada por Medjugorje Italia TV. 

Fue en 1969 cuando conoció a la Sierva de Dios, como él mismo señala en el libro, porque ella impartió las catequesis iniciales del Camino Neocatecumenal en su parroquia romana, Santa Francesca Cabrini, acompañada de Kiko y el presbítero boloñés Francesco Cuppini, y se incorporó a la comunidad naciente, lo cual supuso un cambio muy importante en su vida, una de cuyas principales consecuencias fue hacer la iniciación cristiana según este carisma, formando junto con Cristina Cremona una familia cristiana que Dios ha bendecido con 10 hijos.

LA QUÍMICA Y EL SÍMBOLO DE LA TÚNICA BLANCA

Como el propio autor cuenta en el libro, fue en el año 1998, en una celebración de la Eucaristía en la que estaban presentes Kiko y Carmen, cuando tras proclamarse el Evangelio de la Transfiguración del Señor, ocurrió lo siguiente:

"En una Eucaristía celebrada en la cripta de la parroquia de los Mártires Canadienses en Roma, allá por 1998Kiko y Carmen estuvieron presentes junto con las primeras cuatro comunidades de Roma, incluida la mía – la primera de Santa Francesca Cabrini – y se proclamó el evangelio de la Transfiguración. Fue entonces cuando, en una breve resonancia, hice mención de lo que la física podría decir nuevamente sobre el símbolo de la túnica blanca, que se da a niños y adultos después del bautismo. Carmen quedó muy impresionada y me invitó a investigar más a fondo las posibles innovaciones que la ciencia podría revelar hoy. Así fue como comencé a trabajar en ello, comenzando por lo que la propia Biblia nos dice sobre este símbolo. Me di cuenta de que la túnica blanca aparece con especial relevancia en el Apocalipsis, connotando las inmensas filas de los elegidos".

De este modo se inició una relación con Carmen más estrecha que la habitual de catequista a catecúmeno, que se da de manera habitual en esta realidad eclesial, y que en el caso de la Sierva de Dios, el cardenal Paul Josef Cordes, siendo Presidente Emérito del Pontificio Consejo Cor Unum, no dudó en calificar de ‘dirección espiritual’, en la presentación de la obra de la Sierva de Dios titulada Diarios 1979-1981.

EL ARCOÍRIS Y OTRAS SIMBOLOGÍAS

Fue a partir de 1998 cuando Carmen fue solicitando la ayuda de Giorgio para avanzar en esta dirección, incorporando a su predicación la riqueza de los avances de la ciencia moderna aplicados a los distintos símbolos de la espiritualidad católica. Así lo indica el autor en la obra refiriéndose a uno de los símbolos incluidos en ella, el arco iris:

"Pero vayamos a lo que más nos interesaba saber a Carmen y a mí, a saber, el arcoíris como símbolo en la espiritualidad judeocristiana y los posibles enriquecimientos que pueden derivarse de la ciencia moderna. Hay que decir enseguida que el arcoíris aparece pocas veces en la Sagrada Escritura, pero ciertamente con un formidable valor simbólico. De hecho, en el Génesis leemos que después del gran diluvio, cuando las nubes dejaron de derramar agua sobre la tierra [...]"

De este modo y comenzando por la luz, el autor va desgranando uno por uno los principales símbolos de nuestra espiritualidad sobre los cuales Carmen se iba interesando, combinando en los relatos la Revelación presentada en las Sagradas Escrituras con el magisterio de la Iglesia y en ocasiones el resultado final de todo el proceso en la predicación de la Sierva de Dios. Así hablaba Carmen en cierta ocasión:

Kiko y yo pasaremos, como pasa todo, como pasan todas las congregaciones, pero la Iglesia no; la Iglesia no pasa con su pila bautismal de renovación y con el sol de la resurrección hacia el que camina la historia. Hoy estamos navegando por la Tierra, la Tierra no es estacionaria. El universo está en un viaje maravilloso hacia la luz: la física de hoy dice que estamos caminando hacia la luz y la lectura de hoy me emociona: «Tú eres Pedro». ¿Y sabes lo que sucede seis días después de este evangelio en Cesarea de Filipo, donde este evangelio se realiza? ¡La Transfiguración!"

Al tema del arco iris le sigue el sol, la anticoncepción, el aborto, la sal, la levadura, el vacío, el universo, la célula

Pero sin duda alguna, sobre toda la simbología comentada, prevalece lo relacionado con la luz, hasta el punto que se presenta como anexo la transcripción de la intervención que Kiko y Carmen llevaron a cabo el 29 de julio de 2002 en el Encuentro Vocacional de Midland, realizado en la XVII Jornada Mundial de la Juventud llevada a cabo en Toronto , una auténtica obra maestra de síntesis kerigmático-catequética y conciliación ciencia-fe sobre la luz.

Especial mención merecen las palabras de Ricci en relación a la comunión vivida entre Kiko, el P. Mario y la Sierva de Dios sobre este tipo de catequesis que tanto han fomentado en el Camino Neocatecumenal la conciliación ciencia-fe como parte de la predicación inspirada:

"Un agradecimiento muy especial va para Kiko y el padre Mario, que siempre han acogido con interés y favor todas las profundizaciones científicas que Carmen quería. No fue casualidad que para celebrar el 50. aniversario de la fundación del Camino Neocatecumenal en Roma, Kiko y Mario hayan querido firmemente la sede del Campus de la Universidad de Tor Vergata, mi universidad, no solo por el recuerdo de la fantástica JMJ del 2000 con San Juan Pablo II, sino también por el vínculo simbólico que unía a Carmen al mundo de la ciencia".

El mismo rector, el profesor Giuseppe Novelli, en su saludo de bienvenida, recordó el asombro y la admiración de Carmen por el universo que nos rodea:

Me han dicho que la cofundadora del Camino Neocatecumenal, Carmen Hernández, fue una gran admiradora de la ciencia. Ella era licenciada en químicas y en su catequesis había una constante referencia a la física, la química, la astronomía [...] encontrando una fantástica fusión entre ciencia y fe. En su habitación se vislumbraba una reproducción de nuestro universo. Todo esto hace de este encuentro entre la universidad y el Camino Neocatecumenal, en presencia del Santo Padre, un momento de especial relevancia y crecimiento espiritual para todos.

CARMEN FUE INVESTIGADORA EN ISRAEL

También Carmen fue de algún modo una científica católica, no sólo porque se licenció en Ciencias Químicas, sino porque llegó a trabajar como tal en uno de los más importantes centros de investigación del estado de Israel, el Technion Institute, cuyos científicos han sido galardonados en varias ocasiones con el Premio Nobel, como cuenta su biógrafo, el Dr. Aquilino Cayuela en su magnífico libro publicado por la BAC Carmen Hernández. Notas biográficas .

Abundando en el mismo sentido, el Dr. Francesco Voltaggio señala en su obra Todas mis fuentes están en ti  que en dicho centro Carmen fue contratada para llevar a cabo tareas de investigación científica en un proyecto internacional dedicado precisamente a radiaciones solares, directamente relacionado por tanto con la luz y su transformación en energía química, tema sobre el cual podría haber hecho la tesis doctoral muy bien pagada, lo que le habría llevado a ser una auténtica pionera de la química-física tanto española como mundial, pero ya tenía en su corazón el fuego ardiente de su radical vocación misionera, que Dios le regaló a los diez años en la Capilla del Espíritu Santo en la Catedral de Tudela –donde viviendo con su familia cursó sus estudios primarios- y que le llevó a considerar todo pérdida con tal de ganar a Cristo, vocación que finalmente se expresaría en su totalidad tras conocer a Kiko en Madrid y fundar juntos el Camino Neocatecumenal.

Estamos ante un libro más que recomendable en el que, en tono divulgativo y dirigido al gran público, ciencia y fe se dan la mano tanto en el autor, Giorgio Ricci, como en el contenido, como en quien al fin y a la postre es su principal protagonista, la Sierva de Dios Carmen Hernández. Un regalo excelente y asequible a cualquier bolsillo frente a las fechas que se avecinan, y en un momento en el que la conciliación ciencia-fe está en auge.

Como señala el autor:

La ciencia es sin duda una gran lupa que nos permite ver hoy lo que los hombres veían confusamente hace solo unos años o no veíamos en absoluto. En este sentido, la ciencia es una poderosa ayuda para la fe y la Revelación. La simbología judeocristiana, a la luz de los conocimientos científicos actuales, revela un escenario sorprendente que nos permite tener una mayor claridad incluso en los problemas éticos más candentes que sacuden al mundo contemporáneo.

Alfonso V. Carrascosa / ReL

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