LAS DUBIA FUERON FIRMADAS POR WALTER BRANDMÜLLER, PRESIDENTE DEL COMITÉ PONTIFICIO DE CIENCIAS HISTÓRICAS; RAYMOND BURKE, 75 AÑOS, PREFECTO EMÉRITO DE LA SIGNATURA APOSTÓLICA; ZEN ZE-KIUN, 90 AÑOS, OBISPO EMÉRITO DE HONG KONG; JUAN SANDOVAL ÍÑIGUEZ, 90 AÑOS, ARZOBISPO EMÉRITO DE GUADALAJARA; Y EL CARDENAL GUINEANO ROBERT SARAH, DE 78 AÑOS, PREFECTO EMÉRITO DEL DICASTERIO PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS.
Cinco cardenales de la Iglesia
Católica enviaron el pasado 21 de agosto una serie de preguntas al Papa Francisco para buscar aclaraciones sobre algunos puntos doctrinales. Francisco contestó al día siguiente con una
carta de siete páginas en español, pero los cardenales decidieron no hacer
públicas estas respuestas.
En las dubia presentadas por los cinco
cardenales se solicita al Papa claridad en la doctrina en
lo referente a la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo, la
autoridad del Sínodo sobre la Sinodalidad, la ordenación de mujeres y la
absolución sacramental.
Sin embargo, al no obtener
respuesta del Papa con un "sí" o
con un "no", como suele ocurrir con
las dubia, los cinco cardenales reformularon las preguntas y se las volvieron a
enviar. Tras no recibir respuesta a estas preguntas
actualizadas, los cardenales hicieron públicas sus preguntas. Horas después, el
cardenal Víctor Manuel Fernández,
prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, publicó las respuestas del Papa a los cardenales.
Posteriormente, el cardenal alemán Gerhard Müller, prefecto emérito del
Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a petición de LifeSiteNews, emitió
una breve declaración apoyando a los cinco cardenales que
han presentado unas dubia al Papa Francisco: se mostró "satisfecho" de que “otros hagan a su manera lo que sea necesario”
para recordar al Papa “su responsabilidad ante Dios
en la preservación de la Iglesia”.
"SÍ" O "NO, SIN ARGUMENTACIÓN
TEOLÓGICA
Las dubia fueron firmadas por el cardenal
alemán Walter Brandmüller, de 94
años, presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; el cardenal estadounidense Raymond Burke, 75 años, prefecto emérito de la Signatura
Apostólica; el cardenal chino Zen
Ze-Kiun, 90 años, obispo emérito de Hong Kong; el cardenal
mexicano Juan Sandoval Íñiguez, 90 años, arzobispo
emérito de Guadalajara; y el cardenal guineano Robert
Sarah, de 78 años, prefecto emérito del Dicasterio para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Las dubia son preguntas formales presentadas
al Papa y al Dicasterio para la Doctrina de la Fe destinadas a
obtener una respuesta de "sí" o "no", sin argumentación
teológica. La palabra "dubia" es la forma plural de "dubium", que significa "duda" en latín. Por lo general, los
plantean cardenales u otros miembros de alto rango de la Iglesia, y tienen como
objetivo buscar aclaraciones sobre cuestiones de doctrina de la Iglesia.
Los cardenales, según han hecho
público, presentaron una versión previa de las dubia el 10 de
julio y recibieron una respuesta del Papa Francisco al día siguiente. Sin
embargo, aseguran que el Papa respondió con
respuestas completas en lugar de la forma habitual de "sí" o
"no", por lo que los prelados presentaron una nueva
solicitud revisada.
"Las
respuestas del Papa no han resuelto las dudas que habíamos planteado, en todo
caso, las han profundizado", aseguran
los prelados, como recoge National Catholic Register. Los cardenales no han querido hacer públicas las
respuestas del Papa del 11 de julio, y dicen que aún no han
recibido respuesta a la nueva versión enviada el 21 de agosto.
Los cardenales han explicado en
una nota, con fecha del 2 de octubre, que decidieron presentar las dubia,
antes del Sínodo, "en vista de las
declaraciones de cardenales y obispos abiertamente contrarias a la doctrina y
disciplina de la Iglesia". Esas declaraciones, dijeron, "siguen generando una gran confusión entre los
fieles y otras personas de buena voluntad".
En 2016, los cardenales Burke y
Brandmüller, junto con los fallecidos Carlo Caffarra y Joachim Meisner,
presentaron un conjunto de cinco dubium al Papa Francisco para aclarar la interpretación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, en
particular en lo referente a la admisión a los sacramentos de los católicos
divorciados y vueltos a casar. No recibieron una respuesta directa a sus
preguntas.
Años más tarde, en 2021, el
Dicasterio para la Doctrina de la Fe emitió una "responsa
ad dubium" con un simple "no",
a sobre si la Iglesia tiene "el poder de dar la
bendición a las uniones de personas del mismo sexo". Ese mismo año, el Dicasterio para el
Culto Divino emitió una respuesta sobre varias cuestiones relacionadas con la
implementación de Traditionis Custodes, el motu proprio del Papa Francisco
sobre la misa tradicional.
En enero de este año 2023, el padre jesuita
James Martin envió directamente al Papa Francisco una serie de tres dubia buscando
aclarar los comentarios que Francisco había hecho a
Associated Press sobre el tema de la homosexualidad. El Papa respondió a las
preguntas con una carta manuscrita dos días después.
LAS
CINCO ACLARACIONES QUE PIDEN LOS CARDENALES
PRIMERA: LA REVELACION
Y EL MAGISTERIO
El primer dubium de los cardenales se refiere a la
afirmación de algunos obispos de que la revelación divina "debe ser reinterpretada según los cambios culturales de nuestro tiempo y según la nueva visión antropológica
que estos cambios promueven".
Los cardenales aseguran que el Papa
respondió diciendo que la Iglesia "puede
profundizar en su comprensión del depósito de la fe", con lo que
ellos estuvieron de acuerdo, pero la respuesta "no
captó nuestra preocupación",
que es que muchos cristianos dicen que "los
cambios culturales deberían empujar a la Iglesia a enseñar lo contrario de lo
que siempre ha enseñado. Se trata de cuestiones esenciales para nuestra
salvación, como la confesión de fe, las condiciones para el acceso a los
sacramentos y la observancia de la ley moral", comentan.
Por lo tanto, reformularon
su dubium: "¿Es posible que la Iglesia hoy enseñe doctrinas contrarias a
las que ha enseñado anteriormente en materia de fe y de moral, ya sea el Papa
ex cathedra, en las definiciones de un Concilio Ecuménico, o en el magisterio
universal ordinario de los obispos dispersos por el mundo (cf. Lumen Gentium,
25)?".
SEGUNDA: BENDICIÓN A
PAREJAS DEL MISMO SEXO
El segundo dubium es sobre la
bendición de las uniones entre personas del mismo sexo. Los
cardenales preguntaron al Papa si la Iglesia puede aceptar "como un 'bien posible', sin traicionar la
doctrina revelada, situaciones objetivamente pecaminosas como las uniones entre
personas del mismo sexo".
El Papa respondió el 11 de julio
diciendo que equiparar el matrimonio con la bendición de parejas del mismo sexo
podría dar lugar a confusión, y por lo tanto estas deberían evitarse. Sin
embargo, los cardenales dicen que su preocupación era otra: "que la bendición de las parejas del mismo sexo
pueda crear confusión en cualquier caso, no sólo porque podría hacerlas parecer
análogas al matrimonio, sino también porque los actos homosexuales
serían presentados prácticamente como un bien, o al menos como el
bien posible que Dios pide a los hombres en su camino hacia Él".
Los cardenales entonces
reformularon su dubium para
preguntar si era posible en "algunas
circunstancias" que un sacerdote bendijera las
uniones entre personas del mismo sexo "sugiriendo
así que el comportamiento homosexual como tal no es contrario a la ley de Dios
y al camino de la persona hacia Dios".
Vinculado a ese dubium,
preguntaron si sigue siendo válida la enseñanza de la Iglesia de que "todo acto sexual fuera del matrimonio, y en
particular los actos homosexuales, constituyen un pecado objetivamente grave
contra la ley de Dios, cualesquiera que sean las circunstancias en
las que se realiza y el intención con la que se lleva a cabo".
TERCERA: LA SINODALIDAD
En el tercer dubium, los
cardenales preguntaron si la sinodalidad puede ser el criterio supremo de
gobierno de la Iglesia sin poner en peligro "el
orden constitutivo querido por su Fundador", dado que el Sínodo de los Obispos no representa al colegio episcopal sino
que es "meramente un órgano consultivo".
Los cardenales dicen que el Papa
Francisco respondió insistiendo en una "dimensión
sinodal de la Iglesia", que incluya a todos los fieles laicos, sin
embargo, los cardenales aseguran que les preocupa que la "sinodalidad" se presente como si "representara la autoridad suprema de la
Iglesia". Los
prelados pidieron saber si el sínodo puede actuar como autoridad suprema en
cuestiones cruciales.
En su dubium reformulado, los cardenales
preguntaron al Papa: "¿El Sínodo de los Obispos,
que se celebrará en Roma y que incluye sólo una representación escogida de
pastores y fieles, ejercerá en las materias doctrinales o
pastorales la autoridad suprema de la Iglesia; que pertenece
exclusivamente al romano Pontífice y al colegio episcopal?".
CUARTA: ORDENACIÓN
SACERDOTAL DE MUJERES
En el cuarto dubium, los
cardenales preguntaron al Papa si sigue siendo válida la enseñanza del Concilio
Vaticano II y la carta apostólica Ordinatio
Sacerdotalis de San Juan
Pablo II, que "sostuvo la imposibilidad de conferir la
ordenación sacerdotal a las mujeres". También pidieron aclaración sobre si esta
enseñanza "está sujeta a cambios o a la libre
discusión de pastores y teólogos".
Los cardenales dijeron que el
Papa reiteró "que es necesario entender el
sacerdocio, no en términos de poder, sino en términos de servicio, para
comprender correctamente la decisión de Nuestro Señor reservar las órdenes
sagradas sólo a los hombres". Pero discreparon con su respuesta,
que decía que la pregunta "aún puede
explorarse más a fondo".
"Nos preocupa
que algunos puedan interpretar esta declaración en el sentido de que el asunto
aún no se ha decidido de manera definitiva", dijeron los cardenales, añadiendo que la Ordinatio Sacerdotalis
pertenece al depósito de la fe.
El dubium reformulado
decía: "¿Podría la Iglesia en el futuro tener la
facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, contradiciendo así que la reserva exclusiva de este
sacramento a los varones bautizados pertenece a la sustancia misma del
sacramento del orden que la Iglesia no puede cambiar?".
QUINTA: CONTRICIÓN Y
ABSOLUCIÓN DE LOS PECADOS
Su dubium final se refería a las palabras
del Papa para facilitar la absolución de los pecados en la confesión. Los
cardenales preguntaron si la contrición del penitente
sigue siendo necesaria para la validez de la confesión sacramental, "de modo
que el sacerdote debe posponer la absolución cuando esté claro que esta
condición no se cumple".
En su dubium reformulado,
los cardenales señalan que el Papa confirmó la enseñanza del Concilio de Trento
sobre este tema, que la absolución requiere el arrepentimiento del pecador, que
incluye la voluntad de no volver a pecar. "Queremos
reiterar que nuestra pregunta no surge de dudar de la grandeza de la
misericordia de Dios, sino surge de nuestra conciencia de que esta misericordia
es tan grande que podemos convertirnos a Él, confesar nuestra culpa y vivir
como Él nos ha enseñado. Sin embargo, algunos podrían interpretar su respuesta
en el sentido de que simplemente acercarse a la confesión es
condición suficiente para recibir la absolución".
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