Llevamos un tiempo en el que todo parece estar patas arriba, ¿no te parece? Se nota en el ambiente, en la sociedad, en los medios… se palpa cierto caos, confusión y mucha inquietud.
A veces parece que nada es
real, y esperamos despertarnos del sueño (o pesadilla) de un momento a otro.
Puede que incluso hayas notado en ti mismo los efectos de esta sacudida que
sufre el mundo, la que muchos relacionan con un microorganismo diminuto y que a
otros no les viene de nuevo.
LA CONFUSIÓN ES UNA MEZCLA DESORDENADA DE
SENTIMIENTOS
Una mezcla que no comprendemos
del todo, y que a veces nos hace sentir como en un barco a la deriva. No
conseguimos descifrar la naturaleza de los estímulos que percibimos.
Nos sentimos desconcertados, y
buscar en nuestro interior no parece ayudar demasiado. Es como si
alguien tratase de boicotear tu alma, tu ser.
Y… ¿sabes
qué? Yo creo que ese «boicoteador» no
es otro que Dios haciendo de las suyas. Porque cuando Dios pone una inquietud
en tu corazón, es porque está a punto de revelarte algo. Algo que te va a
transformar por completo.
Esa es la buena noticia, que la confusión emocional es una oportunidad para revisar,
para reflexionar y seguro, para crecer.
La no tan buena, es que a
veces el camino es largo, incómodo, y con tramos oscuros. Son necesarios.
Parece fácil hablar de ello, pero no lo es.
Mientras escribo me vienen a
la mente momentos de tristeza, de lágrimas, de desesperación, de dudas, de
desidia… las he experimentado, sé a qué saben.
No te dejes llevar por esto. Recuerda que la mano de Dios está también ahí, aunque no tengamos la
salud espiritual necesaria para ver tan claras y lucientes las cosas.
Se atribuye a Sócrates un
famoso filtro para guiar nuestras palabras y nuestro oído, dice así: habla o
escucha sobre aquello que sea cierto, bueno y útil.
A mí me gusta darle una vuelta
para esos momentos de confusión: vive buscando la verdad, la
bondad y la entrega.
BUSCA LA VERDAD
Cuando estamos confundidos,
dudamos de todo. Incluso de aquello que nos llenaba completamente. Puede que
incluso dudemos de Dios en esos tramos de oscuridad.
Es entonces cuando más
conviene recordar el privilegio de haberlo conocido y de habernos sentido
amados por Él. Busca de nuevo su abrazo y reconoce en tu confusión la verdad
divina.
¿Sales a su
encuentro con perseverancia?, ¿qué te susurra Dios entre líneas?, ¿qué hay de
real y de superfluo en lo que sientes?
BUSCA LA BONDAD
Muchas veces me pregunto cómo
actuaría o decidiría Jesús en mi situación. Tengo la certeza de que leería la
realidad desde la bondad, con amor y con confianza.
¿Miras con
bondad lo que te pasa?, ¿eres misericordioso también contigo mismo?, ¿qué te
hará mejor a los ojos de Él?
BUSCA LA ENTREGA
El concepto de utilidad, para
el humanismo cristiano, se entiende mejor desde la entrega. No se trata tanto
de reconocer aquello útil para mí, sino de leer mi vida en clave de misión.
¿Cuál ha sido mi misión hasta ahora?, ¿a qué estoy
llamado a partir de este momento?, ¿qué semillas necesita la tierra que piso?,
¿cómo soy instrumento de ternura hoy?
¡Qué
atrevido y valiente es Dios! Es capaz de ponerlo todo patas arriba, para darnos una vida nueva. Por
el camino, algunos le darán la espalda, otros no acabarán de entender nada,
también habrá quién saque provecho personal del caos y la convulsión.
Pero tú no, tú le has
conocido, le has sentido y sabes leer sus signos al paso del tiempo y de la
historia. Se atreve, porque sabe que eres capaz de encontrar
un espíritu nuevo con el que revolucionar el mundo.
Artículo elaborado por Blanca Serres.
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