martes, 18 de diciembre de 2018

NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA (LA MACARENA)


Advocación mariana venerada en la Basílica de La Macarena, ubicada en el barrio sevillano de San Gil.

IMAGEN:
Se trata de una imagen perteneciente al Barroco, y fechada hacia 1680. La talla de María, aparece representada con cinco esmeraldas engarzadas en forma de rosas, denominadas “mariquillas”, que le traspasan el pecho, regalo del torero sevillano Joselito el Gallo, y que simbolizan los siete puñales que acostumbran a llevar las imágenes Dolorosas clavados en el pecho en alusión a los Siete Dolores padecidos por la Virgen María; recorren sus pómulos cinco lágrimas de cristal que simbolizan las cinco angustias padecidas por la Virgen.

Sus manos se encuentran abiertas, con dedos torneados y palmas extendidas portando un manípulo en la mano derecha y un rosario en la izquierda. Luce en el pecho sus características mariquillas, así como la medalla de Oro de la ciudad de Sevilla que le fue impuesta en 1971.

En el momento en que es proclamada la Segunda República Española, algunos miembros republicanos saquearon diversos templos sevillanos, y ante el peligro el sacristán de la Macarena trasladó la imagen a su casa y la metió en su cama simulando una persona. Llegada la noche, la trasladó al cementerio de San Fernando y argumentando ser un marmolista, la depositó en la sepultura de Joselito el Gallo, donde permaneció oculta durante dos meses sin que nadie, a excepción del torero Ignacio Sánchez Mejías (cuñado de Joselito) conociera su paradero.

RECONOCIMIENTOS:
Fue coronada canónicamente en 1964, convirtiéndose en la segunda imagen dolorosa de Sevilla en obtener esta dignidad, precedida de la Virgen de la Amargura, y en 1971 el alcalde de la ciudad, le impuso la Medalla de Oro de Sevilla.

DEVOCIÓN:
Se trata de una de las imágenes de mayor devoción que participan en la Semana Santa de Sevilla, haciendo estación de penitencia con la Hermandad de la Esperanza Macarena en la tradicional Madrugada del Viernes Santo. Goza de gran popularidad, no sólo en Sevilla, sino también en muchas ciudades españolas, así como en diferentes países de Europa, América y Asia.

En 1990 llegó a Catania (Italia) una copia bendecida que se venera en un domicilio particular y en el museo del arzobispado de Cracovia (Polonia) se conservan desde el año 2002 varios cuadros de la imagen.

Colombia es el país de América que registra mayor número de núcleos devocionales a la Esperanza Macarena. El más antiguo se localiza en la capital del país, en Bogotá, donde se la tiene como patrona de los toreros, así como en Méjico. En Estados Unidos se registran diversos puntos de devoción a la imagen. En Asia se la venera en algunos lugares de Filipinas.

Su fiesta es celebrada por la iglesia católica el día 18 de diciembre.

Por: Cristina Huete García
Fuente: hagiopedia.blogspot.com

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA MACARENA
Virgen de la Macarena: a ti reina de Sevilla remito  miss súplicas; la de las cinco esmeraldas dueña  de la madrugada y de la suerte  taurina.
Tú, que concedes el duende y el amparo a tus hijos, mira mis ojos llorando y concédeme la vida.
Pero no la vida ignorante que el pecador lleva, sino aquella llena de letras y notas  musicales.
Dame  el don  de expresar por mí mismo  lo que siento para poder  postrarme ante ti
y mirándote a los ojos, decirte cuanto  te quiero.
Llena esta noche para tus hijos el cielo andaluz de estrellas para que sintamos nuestra tierra a través del reflejo arraigado que se dibuja en el río.
Entra en mi alma y valora las veces que he pecado y las ganas  que tengo de que sean tus lágrimas las que me transmitan esperanza.
Déjame saborear los placeres de la uva y ayúdame a distinguir aquellos que nacieron bajo el suelo por donde pisó mi estirpe.
Que por eso acudo a ti Oh, Esperanza Macarena, porque no solo fuiste para mi
ayuda y consuelo sino inspiración y gracia.
A ti, que tantas veces recurrí apenas sin conocerte, y que siempre, sin excepción alguna, intercediste por mí a la hora de darle forma  a un verso.
Haz hoy lo mismo ante tu hijo Nuestro Señor, y concédeme la bendición de conocerlo
y de saber, a medida que actúo, exactamente como lo haría él o que querría o quiere para mí.
No permitas jamás que aquellos que representan  tu reino confundan el camino que me has encomendado en este universo del arte.
Trae el viento justo a mi capote y el temple a la muleta.
Dame el poder observador  necesario como para dibujarte o describirte.
Déjame en este mundo todo el tiempo posible para, cada día, profesarte  mi amor a modo de cancionero.
Devuélveme a Andalucía en sueños si estoy lejos de ella, y dile que volveré pronto.
Porque ese es mi reino de los cielos, ya que a ti te sirve de casa.
Bendice las manos que te esculpieron con tanto duende y concede a todos los que en ti confían cada una de sus súplicas.
AMÉN.

Donación de D. Francisco Aurelio Dávila Rosso. Del libro “Poeta y Andaluz”
www.hermandaddelamacarena.es

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