Nuevo negocio para las
clínicas de la muerte
El PSOE ha presentado en el
Congreso de los Diputados una proposición de ley para despenalizar la eutanasia
y permitir que la misma sea aplicada tanto en hospitales públicos como
privados, siendo el coste asumido por la Seguridad Social
(20Minutos/InfoCatólica) El PSOE ha registrado este
jueves en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para incorporar la eutanasia a la cartera de servicios
del sistema de salud, que permita recibir ayuda para «una muerte digna» a cualquier persona que quiera «acabar con el sufrimiento que les ocasiona su enfermedad
grave».
La nueva ley que proponen los
socialistas –que no se limita a
despenalizar la eutanasia sino que regula cómo debe llevarse a cabo el
procedimiento– obedece a un mandato
«de la opinión pública española» porque «casi ocho de cada diez españoles opina que hay que
regular esta situación», han defendido durante su presentación
pública.
El objetivo de la norma
propuesta, que aspiran a poder debatir en el Congreso, es «regular el
derecho a solicitar y recibir ayuda para morir, en condiciones
garantistas, rigurosas, con un procedimiento ordenado y sistemático, de forma
que todo el proceso reúna las máximas garantías necesarias ante una situación
definitiva».
NO TIENE QUE SER UN ENFERMO
TERMINAL
Para los socialistas, «el Estado no
puede mirar para otro lado ante personas que quieren acabar con el sufrimiento
que les ocasiona su enfermedad, padecimiento o discapacidad».
El paciente que contempla la ley no tiene por qué estar en sus días
finales de vida, sino que
tiene que tener alguna dolencia o sufrimiento que le hace insostenible seguir
viviendo. «La eutanasia empieza donde la muerte
digna termina», ha explicado el secretario de Justicia y Nuevos
Derechos, Andrés Perelló. El secretario
ha citado como ejemplo el caso de Ramón Sampedro, el tetrapléjico que
luchó en favor del derecho a la eutanasia.
DEFENSA DE LOS MÉDICOS QUE
APLICAN ALTAS DOSIS DE SEDANTES
En el PSOE también aspiran a
que esta ley pueda dar «seguridad» a los profesionales de los cuidados
paliativos, que «se encuentran en una
situación muy complicada, ante el riesgo
de que se interprete que lo que están haciendo no entra en el código penal,
sobre todo al abordar casos que requieren una sedación alta, por ejemplo con la
dispensación de opiáceos».
Hace unos meses, otra
formación, Unidos Podemos, propuso en el Parlamento la despenalización de la
eutanasia, algo a lo que el PSOE entonces se opuso, dicen que porque en aquel
momento se mezclaron ambos conceptos, «muerte
digna» y «eutanasia».
«Dijimos que son
cuestiones diferentes y que había que separarlas, en primer lugar regular la
muerte digna, entendida como cuidados paliativos y atención en la fase de la
muerte, y cuando se ha conseguido, ahora proponemos abrir un nuevo debate
diferente, el del derecho a la eutanasia».
El PSOE ha realizado un
llamamiento al resto de partidos políticos en el Congreso para que faciliten el
debate parlamentario, «para llegar al consenso
político de lo que es un consenso social».
¿CÓMO SERÍA EL PROCEDIMIENTO
DE LA EUTANASIA?
El desencadenamiento del
proceso eutanásico comenzaría, tal y como han explicado, «con la demanda
de la persona, cuando considere que tiene un sufrimiento le resulta intolerable
e insoportable y se conoce que no tiene tratamiento y no es reversible».
La solicitud es «indelegable», remacha
la ley. Solamente cuando físicamente
sea imposible la firma podrá recurrirse a la familia, con los médicos
como testigos de esa cesión.
La clave para los socialistas
es que la eutanasia sea una decisión voluntaria para acabar con ese
sufrimiento. Esta decisión se debe
tomar «plenamente, libre, consciente e informado», ha explicado la
secretaria de Sanidad del PSOE, María Luisa Carcedo. Aunque «podrá ser revocada
en cualquier momento del proceso, de manera voluntaria, por ejemplo si surgiera
algún avance en su dolencia«. Los menores quedan completamente fuera de esta
ley, han especificado.
EN 32 DÍAS
El procedimiento «para que no haya errores» y sea «garantía jurídica y sanitariamente» duraría un tiempo mínimo de 32 días.
Primeramente se solicita al médico, que después de informar al paciente
deberá recibir su ratificación en un plazo de dos semanas. Después
el doctor deberá relevar su informe a una comisión específica de control
y evaluación creada al efecto. Ambas
fases llevarían 15 y 17 días, respectivamente. Un plazo que garantiza
que la solicitud de eutanasia «realmente sea una
demanda reflexionada e informada».
El protocolo permitiría tanto la administración del fármaco por parte de
un equipo médico como la prescripción farmacológica para que el paciente la pueda tomar de manera autónoma, aunque con un
seguimiento de cerca de los sanitarios hasta el final del proceso, han
especificado.
Los requisitos que se imponen
al paciente son: tener la nacionalidad española o situación regularizada en
España, estar bien informado de su situación médica, haber formulado la
solicitud de manera voluntaria, sufrir una enfermedad grave e incurable y
prestar consentimiento informado. La
ley reconoce que el ámbito de aplicación será en el ámbito «público y privado»,
y además la objeción de
conciencia de los profesionales sanitarios.
Los impulsores de la ley
socialista no descartan que en la
eutanasia acabe sucediendo algo parecido a lo ocurrido con el aborto,
que principalmente se realiza en España en clínicas privadas.
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