El proyecto se debate en una
comisión legislativa mixta
El Senado chileno aborda desde
esta semana la aprobación de la imposición de la ideología de género en todo el
país. El proyecto, que ha recibido el respaldo del presidente Piñera, ya fue
aprobado por los diputados.
(Actuall/InfoCatólica) La propuesta pretende
legalizar el cambio de nombre y de sexo en registros públicos y privados. Niños
y adolescentes también podrán «elegir» el
sexo al que quieren pertenecer aunque se requerirá el visto bueno de los
padres.
La ley, de ser aprobada,
obligará a personas e instituciones públicas y privadas a tratar al sujeto
conforme su «nuevo» sexo.
El pasado lunes se retomaron
los debates en la comisión legislativa mixta, con la participación de
representantes del gobierno, El
presidente, Sebastián Piñera, ha manifestado su apoyo a la ley.
Actuall ha
entrevistado a Francisco Fritis, presidente de Padres Objetores:
EN EL CONGRESO CHILENO TRAMITA A TODO VAPOR UNA
INICIATIVA DE LEY SOBRE IDENTIDAD DE GÉNERO. ¿QUÉ OPINIÓN LE MERECE?
Es una mala ley. Casi una
copia de todas las que sobre este tema se han implementado en otros países de
Latinoamérica y de Europa. Es mala porque da carta de ciudadanía a una
mentira: que la llamada identidad de género puede ser elegida
subjetivamente. Se funda en un supuesto ideológico y falacioso que se nos
quiere imponer a todos.
¿HAY ALGÚN ASPECTO POSITIVO EN EL TEXTO?
No. Ninguno. El respeto a
personas con dificultades para identificarse con su sexo no se consigue por
medio de leyes así. Basta leerla y escuchar los debates en torno a ella
para comprender que el objetivo de la ley es alcanzar a los niños. ¿Qué de
positivo puede haber en que nuestros hijos sean el trofeo de los grupos
ideológicos LGBT? ¿Qué de positivo puede haber en que, sin escuchar a las
familias chilenas, nos impongan una agenda y unas directrices de organismos
internacionales que olvidaron por completo la finalidad formal para la que
fueron creados?
¿PUEDE EXPLICARSE?
Nuestras sociedades enfrentan
hoy un momento histórico muy complejo pues están sistemáticamente bombardeadas
por ideas que bajan de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de sus
agencias, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Estos lineamientos han asumido
un carácter ideológico cada vez más claro. Pretenden remodelar la sociedad y,
objetivamente, vienen debilitando a las familias. Los gobiernos tornan
leyes o políticas públicas estos dictados y las imponen sin consulta alguna,
dejándonos sin opción.
Se puede constatar que las estrategias
usadas en un país se repiten en otros, a veces se utiliza el mismo texto de una
ley, con adaptaciones menores.
LA ONU AFIRMA QUE SU AGENDA PRETENDE LA IGUALDAD Y
EL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS…
Igualdad ficticia y derechos
inventados. Para constatar los resultados de esa agenda basta ver la situación
de la familia en Europa, particularmente en España.
La iniciativa de ley de identidad de género ¿está en esa línea?
Infelizmente, sí. Totalmente.
¿CÚALES SON SUS ASPECTOS MÁS GRAVES?
Creo que lo más grave es que
afectará a niños y adolescentes. Todos sabemos que, cada vez más, hay una
hipersexualización de la infancia con abundancia de informaciones, con
frecuencia erróneas, sobre los temas de ‘género’. Eso
los confunde.
Esta iniciativa los dejará
expuestos. Es muy significativa la insistencia del lobby LGBT en que
infantes y adolescentes sean contemplados en la legislación. No se trata solo
de una ley que permite a un adulto cambiar su nombre u operarse, impactará en
los menores.
BACHELET PUSO ACELERADOR A LA INICIATIVA. ¿POR
QUÉ?
Creo que hay dos momentos
políticos que son ‘definitorios’ en Bachelet. El primero es su paso por ONU
Mujeres, aquí hay un antes y un después. Abrazó plenamente la agenda
neoprogresista.
El segundo es la firma del
acuerdo que su gobierno realizó con el Movimiento de Integración y Liberación
Homosexual (Movilh), del activista Ronaldo Jiménez, debido a la demanda
promovida por esta organización contra el Estado chileno ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.
Allí hubo un pacto. Y Bachelet
quiso ‘pagarlo’ antes de que expirara su
mandato.
USTEDES HAN ABORDADO A LOS PARLAMENTARIOS ¿HAN
SIDO ESCUCHADOS?
Los miembros de otras
organizaciones ciudadanas y su servidor, con frecuencia coincidimos en que no
somos debidamente escuchados por los parlamentarios, y en algunos casos hemos
sido abiertamente ignorados y hasta maltratados.
En contraposición, los
activistas del lobby ideológico y político LGTB tienen abiertas las
puertas de ministros de gobierno y legisladores.
Esta es una realidad que nos
indigna pues, como ellos, somos ciudadanos, tenemos algo importante que decir.
Merecemos ser escuchados con respeto y abertura.
¿HAY BARRERAS?
Sí. Nos rotulan de ‘homofóbicos’, retrógrados y fundamentalistas
religiosos. Esa es una muestra clara de que no se nos escucha, pues
nuestros argumentos no son de orden religioso ni hay resquicio alguno de ofensa
a las personas que experimentan atracción al mismo sexo.
No somos ni homofóbicos, ni
retrógrados, ni fundamentalistas. Somos padres y abuelos que queremos que los
niños crezcan en el ambiente formativo y seguro que solo la familia puede
brindar. Invocamos las garantías reconocidas en nuestra Constitución. No
podemos renunciar a nuestro derecho preferente de padres de familia.
¿CUÁL ES LA ACTITUD DE LA ACTUAL LEGISLATURA ANTE
LA INICIATIVA?
Creo que están buscando una
solución intermedia que no dejará a nadie conforme, ni al lobby LGTB,
que ha dicho públicamente que el proyecto de Identidad de género sin los niños
pierde su esencia; ni nosotros que creemos que los niños y los adolescentes
deben ser preservados.
¿Y EL PRESIDENTE SEBASTIÁN PIÑERA?
Errático. Busca el pulso de la
sociedad en estos temas valóricos. Piñera es pragmático. Sus recientes
declaraciones apuntando que adolescentes entre 14 y 17 años pueden ser
contemplados en la ley son muestra de ello. Su disyuntiva ahora es la de
asumir una posición firme en favor de la familia chilena o favorecer
al lobby LGBT que lo presiona. Del presidente esperamos que honre su
palabra y asuma posiciones categóricas en pro de la niñez, la adolescencia y la
familia.
Aún no. Hay presiones muy
fuertes sobre los parlamentarios para que voten a favor del proyecto de ley
incluyendo a los niños y adolescentes menores de 18 años; por eso apoyamos a la
senadora Jacqueline van Rysselberghe que propone llevar el caso al
Tribunal Constitucional.
Si los parlamentarios dejan a
los niños fuera del proyecto, será un buen atenuante, muy importante; sin
embargo, no olvidemos que el actual texto impone a las personas y organismos
privados una perspectiva ideológica a través del reconocimiento obligatorio de
la identidad género autodefinida. No dejará de ser una victoria pírrica.
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