martes, 26 de septiembre de 2017

«LAS PERSONAS ALEGRES CURAN»


El médico y escritor francés F. Rabelais (1492-1553), que frecuentó las principales universidades de Francia, que cursó estudios de Medicina en Montpellier, que ejerció de médico cirujano en Lyon y con experiencia cenobítica, afirmaba que: «Las personas alegres... curan.»

LA PERSONAS ALEGRES...

Suelen evitar posibles depresiones y enfermedades. Acostumbran a temperar nervios y tensiones. Suelen calmar crispaciones y enfrentamientos...

La personas alegres... Acostumbran a ser personas de fe y de esperanza. Suelen ser bondadosas, generosas, caritativas. Aportan gozo, jovialidad, sonrisa y a veces hilaridad.

Las personas alegres... Suelen transmitir serenidad, optimismo, paz. Traen tranquilidad, bonanza y bienestar. Ofrecen ánimos —ánima— y calidad de vida.

La personas alegres... Suelen brindar cordialidad y comparten su felicidad. Intentan dar fuerzas para seguir, luchar y amar. Dan el mejor obsequio que es la verdadera amistad.

Y como dice E. V. Ayexander: «Será pequeña virtud la alegría; pero tales torrentes de luz esparce en la vida, que la niebla más oscura y la más negra tempestad son impotentes para disipar su luminosa y bienhechora influencia.»
                        
Como bien decía J. Addison, escritor inglés, fundador de la revista The Spectator:
«La alegría es, ante todo, fomento de salud.»

Alimbau, J.M. (2017).  Palabras para la alegría. Madrid: Voz de Papel

José María Alimbau

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