VATICANO, 08 Oct. 16 / 12:07 pm (ACI).- El Papa Francisco presidió
la Vigilia de Oración en la Plaza de San Pedro con motivo del Jubileo Mariano
que se ha vivido estos días en Roma (Italia), y meditó sobre la importancia de
rezar el Rosario, que ayuda a
descubrir cómo Dios actúa en la vida
de las personas.
“Cada vez que contemplamos un momento, un misterio
de la vida de Cristo, estamos invitados a comprender de qué modo Dios entra en
nuestra vida, para luego acogerlo y seguirlo. Descubrimos así el camino que nos
lleva a seguir a Cristo en el servicio a los hermanos”
Guadalupe de México, Virgen de los Ángeles de Costa
Rica y Virgen de Suyapa de Honduras en el Vaticano por #JubileoMariano
@dani_ibanez18 pic.twitter.com/DH4PSmlWV3
— ACI Prensa
(@aciprensa) 8 de octubre de
2016
Antes de su llegada, miles de fieles oraron y escucharon diversos
testimonios, mientras un coro interpretó algunos cantos. Uno de los momentos
más emotivos fue cuando salieron en procesión imágenes de la Virgen María de
todo el mundo. La celebración estuvo presidida por la imagen de la Salus
Populi Romani, la advocación mariana más popular de Roma y ante la que reza
Francisco cada vez que acude a un viaje.
En su presencia, todos los fieles rezaron el Rosario y a continuación el
Papa realizó una meditación. “Por muchos aspectos,
la oración del Rosario es la síntesis de la historia de la misericordia de Dios
que se transforma en historia de salvación para quienes se dejan plasmar por la
gracia”, señaló.
“Los misterios que contemplamos son gestos
concretos en los que se desarrolla la actuación de Dios para con nosotros. Por
medio de la plegaria y de la meditación de la vida de Jesucristo, volvemos a
ver su rostro misericordioso que sale al encuentro de todos en las diversas
necesidades de la vida”.
Devotos de todo el mundo desfilan con imágenes de
la Virgen por el #JubileoMariano
en la Plaza de San Pedro vía @dani_ibanez18
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— ACI Prensa
(@aciprensa) 8 de octubre de
2016
Francisco señaló que “la oración del Rosario
no nos aleja de las preocupaciones de la vida; por el contrario, nos pide
encarnarnos en la historia de todos los días para saber reconocer en medio de
nosotros los signos de la presencia de Cristo”
El Papa pidió anunciar a todos la Palabra de Dios puesto que “estamos llamados a hacer partícipes a todos de su amor,
su ternura, su bondad y su misericordia”. “Es la alegría del compartir que no se
detiene ante nada, porque conlleva un anuncio de liberación y de salvación”, dijo
también.
A lo largo de su vida, María ha realizado lo que se pide a la Iglesia: hacer memoria perenne
de Cristo. En su fe, vemos cómo abrir la puerta de nuestro corazón para
obedecer a Dios; en su abnegación, descubrimos cuánto debemos estar atentos a
las necesidades de los demás; en sus lágrimas, encontramos la fuerza para
consolar a cuantos sufren. En cada uno de estos momentos, María expresa la
riqueza de la misericordia divina, que va al encuentro de cada una de las
necesidades cotidianas.
Por Álvaro de Juana
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