CÓMO LA MANO DE DIOS MOVIÓ LOS FENÓMENOS NATURALES EN LA DANZA DEL SOL DE FÁTIMA

El 13 de octubre de 1917 fue la última aparición pública y formal en Fátima.

Y sucedió un fenómeno prodigioso llamado desde entonces el Milagro del Sol o la Danza del Sol.

Que luego se ha visto en otras apariciones marianas, según informes.

Hay variadas informaciones de lo que sucedió, pero todas coinciden que fue algo muy inusual lo que sucedió, inexplicable.

Y que de acuerdo a la gran cantidad de testigos difícilmente se pueda reputar que se trató de un fenómeno de sugestión colectiva.

Por lo tanto caben dos grandes explicaciones.

Una, es que Dios cesó las leyes naturales e hizo suceder un milagro.

Y otra es que sucedieron un conjunto de rarísimas condiciones naturales que produjeron el fenómeno.

¿Son contradictorias las dos explicaciones?

Lo son si tomamos la definición restrictiva de milagro que usa actualmente el Vaticano.

La cual no tiene en cuenta que también puede ser un milagro la confluencia de diversos fenómenos, que difícilmente se den juntos en la realidad, produciendo un hecho extremadamente inusual.

Después de todo, Dios puede hacer confluir en un momento diversos fenómenos raros, cuya probabilidad que se den juntos es realmente bajísima y despreciable.
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Y aun así no cesar momentáneamente las leyes naturales.
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¿No es milagroso que esto suceda?

En definitiva, podríamos considerar un tipo de milagro, que pueda explicarse científicamente, por la confluencia de rarísima de varios elementos que producen un hecho aún más raro.

Pero que en la realidad es casi imposible que suceda.

Lo que en definitiva es el tipo de milagro al que la mayoría de nosotros está habituado que suceda en su vida.

¿O acaso no es lo que sucede cuando pedimos una señal al cielo y nos sucede algo muy anormal que lo tomamos como señal?

Por ejemplo, puedo pedirle al cielo que me informe si mi madre ya llegó al cielo mandándome una flor. Y de repente en la puerta de casa encuentro una flor.

¿No puede ser explicable científicamente que aparezca una flor en la puerta de mi casa?

Seguramente sí.

Pero es muy baja la probabilidad que haya un flor en la puerta de mi casa, y aún más baja – casi despreciable – que suceda luego que hayamos pedido una confirmación a través de una flor.

Esta es la hipótesis de un fraile benedictino, físico e historiador, que investigó el milagro del sol de Fátima.

Sostiene que el Milagro del Sol se trató de la conjunción de varios elementos meteorológicos, muy raros, que se unieron para producir la sensación de que el sol giraba e iba y venía sobre la tierra cambiando de color.

Según su interpretación, el milagro sobrenatural consistió en que en un determinado momento varios elementos meteorológicos se conjuntaron para fabricar un efecto muy raro.
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Que sucedió en la ocasión que había sido profetizada.
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Cuando los presentes miraron al cielo en el momento que un niño, que no sabía nada de meteorología, dijo que miraran.
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Que hizo percibir a los presentes hechos que no se pueden producir de acuerdo a las leyes naturales.
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Y que dejó la impresión de un milagro en el sol, aún en los observadores más objetivos.

¿QUE SUCEDIÓ EL 13 DE OCTUBRE DE 1917?

El 13 de octubre de 1917 fue la última aparición pública formal de la Virgen de Fátima y sucedió el Milagro del Sol.

Según los informes asistieron entre 30.000 y 100.000 personas en Cova da Iría, según distintas estimaciones.

De acuerdo con estos informes, el evento duró aproximadamente diez minutos.

Se habían reunido tantas personas porque los videntes habían dicho que al mediodía la señora realizaría un gran milagro.

Según muchos testigos, después de un período de lluvia, las nubes oscuras se fueron y el sol apareció como un disco opaco, que giraba en el cielo.
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Se dice que significativamente más apagado de lo normal, y lanzando luces multicolores al paisaje, la gente, y las nubes circundantes.
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Se informó que también zigzagueaba hacia la tierra y volvía a su posición normal.
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Los testigos informaron que sus ropas previamente mojadas se volvieron repentina y completamente secas.

Así como el suelo húmedo y fangoso que había sido previamente empapado por la lluvia que había estado cayendo.

Juan De Marchi, un sacerdote católico italiano e investigador pasó siete años en Fátima, 1943-1950, realizando investigaciones y entrevistas.

Hizo un detallado trabajo llamado La Verdadera Historia de Fátima.

Descubrió que había muchos detalles confusos, pero “que sepamos, nadie ha negado directamente el visible prodigio del sol”.

Y hay un dato muy interesante. Según De Marchi,

“Ingenieros que han estudiado el caso calculan que habría sido necesaria una cantidad increíble de energía para secar en unos pocos minutos los charcos de agua que se habían formado en el campo, según lo que fue reportado por testigos.”

En este artículo se pueden leer distintas narraciones de lo que sucedió ese día.

Al finalizar, los tres videntes (Lúcia dos Santos, Jacinta Marto y Francisco Marto) vieron en el cielo a la Virgen de Fátima, a Jesús, a la Virgen de los Dolores, a Nuestra Señora del Monte Carmelo, y a San José, dando la bendición.

El 13 de octubre de 1930 fueron aprobadas oficialmente como sobrenaturales las apariciones de Fátima por el Obispo de Leiría.

LAS EXPLICACIONES HABITUALES DEL MILAGRO DEL SOL DEL 13 DE OCTUBRE DE 1917

El escéptico Benjamin Radford, director adjunto del Skeptical Inquirer sugiere que probablemente fuera una ilusión que “apareció en el mentes y percepciones de los peregrinos presentes“,
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O un engaño psicológico con “un elemento de histeria colectiva leve involucrado“.

Por el contrario, también hubo gente allí ese día que jugó el papel de observador desapasionado y también dijeron haber visto el movimiento solar. 

No todos los presentes estaban orando por una señal de Dios en el evento que tuvo lugar en un campo de Cova da Iria, en las afueras de Fátima, el 13 de octubre de 1917.

Se estima que una media de cincuenta mil personas se reunieron ese día.

Muchos con gran sacrificio personal, y se informa de que fueron testigos de algo extraordinario, que todos definieron como un milagro sobrenatural.

LA TEORÍA DE UN FÍSICO BENEDICTINO

Fr. Stanley L. Jaki, sacerdote benedictino, físico, historiador, escribió un libro sobre el caso de Fátima, Dios y el Sol en Fátima.

Ve el tema a través de su experiencia combinada y la pasión por la física, la teología y la historia.

Y pasó más de un año en la investigación de esta cuestión, leyendo unos sesenta libros y artículos, en los archivos reales de Fátima en visitas a Portugal, y entrevistas con otros historiadores.

Fue sobre todo en busca de testimonios oculares, pero se decepcionó al ver que no muchos fueron posibles.

Su tesis es que puede haber algún tipo de explicación física, científica, meteorológica, pero sostiene que el caso fue muy milagroso.

Así resumió su explicación del milagro meteorológico en su autobiografía: Hay suficientes datos a disposición para obligar a uno a reconocer el carácter meteorológico de “el milagro del sol” y para mirar con recelo a la frase, “el sol bailó sobre Fátima”.

Que el milagro fuera solar, eso no implica una “actividad solar” en el sentido científico del término, está indicado en el hecho de que nada inusual fue registrado por los observatorios sobre el Sol a esa hora. 

Antes de esa hora la lluvia caía pesadamente sobre el área desde las horas de la mañana, con las nubes impulsadas rápidamente por un viento del oeste a través del cielo. 

Una masa de aire frío se movía, obviamente, desde el Atlántico, sólo a unos 40 kilómetros de Fátima, que a su vez está a unos 15 kms al este de la línea donde la tierra comienza a formar una meseta de más de 300 metros sobre el nivel del mar. 

El hueco del campo de Cova da Iria, en las afueras de Fátima es en sí mismo de unos 370 metros. 

Una visión real de la situación geográfica es una gran ayuda para la comprensión de la verdadera naturaleza física de “el milagro del sol”, sobre todo si se tiene una mirada cercana a los patrones de nubes típicas sobre la Cova.

Creo que en este momento tengo que resumir mi explicación del milagro.

Comenzó a las 12:45 horas, hora solar, después que la lluvia se detuvo de repente, y duró unos diez a quince minutos. 

Durante todo ese tiempo, el sol, que no se había visto durante horas, apareció entre las nubes delgadas, que un observador cuidadoso describió como cirrus. 

De repente, la imagen del sol se convirtió en una rueda de fuego que a la gente se le parecía a un “rodo de fuogo” familiar para ellos en los fuegos artificiales. 

La base física era de una rueda, como ahora tenemos la conjetura, de una lente de aire llena de cristales de hielo, como son las nubes cirrus. Estos cristales pueden refractar fácilmente los rayos del sol en varios colores del arco iris.

Las referencias a los fuertes vientos de oeste a este y a la deriva continua de nubes pueden dar cuenta de la interacción de las dos corrientes de aire, que puedan dar una vuelta de tuerca, de una manera análoga a la formación de tornados, para poner esa masa de aire en forma de lente en rotación. 

Dado que muchos de los presentes sintieron de pronto un marcado aumento de la temperatura, es evidente que debe haber tenido lugar una inversión fuerte de temperatura. 

Las masas de aire frío y caliente posiblemente pudieron impulsar esa lente de aire para que girara en una órbita elíptica.

Primero hacia el suelo y luego empujada hacia arriba, como si se tratara de un boomerang, y de vuelta a su posición original. 

Mientras tanto, los cristales de hielo actuaron como medios de refracción de los rayos del sol.

Algunos testigos afirmaron que la “rueda de fuego” descendió y reascendió tres veces, según otros esto ocurrió dos veces. 

Abrumados por un espectáculo extraordinario, llevó a que la mayor parte de la multitud cayera de rodillas, incluso los observadores “independientes” no podrían haber estado con la misma frialdad que hubieran deseado. 

Sólo un observador, un abogado, declaró tres décadas después de que el patrón de descenso y ascenso fue elíptico con pequeños círculos superpuestos en él.

Esta observación podría tener sentido para cualquiera que esté familiarizado con la dinámica de fluidos, o incluso con el funcionamiento de un boomerang. 

De hecho, hay un montón de información científica en la mano para abordar el milagro del sol científicamente.

Esto, sin embargo, no quiere decir que se pudiera reproducir el evento en un túnel de viento. 

La interacción cuidadosamente coordinada de muchos factores físicos constituiría en sí misma un milagro, incluso si no se quiere ver algo más en lo que realmente ocurrió. 

Es evidente que el “milagro” del sol no fue más que un fenómeno meteorológico, sin embargo raro. 

De lo contrario, podría haber sido observado antes y después, independientemente de la presencia de multitudes devotas o no. 

Yo simplemente afirmo, lo que hice en mis otros escritos sobre los milagros, que en los milagros que produce Dios, a menudo hace uso de un sustrato natural que eleva sus componentes físicos y sus interacciones. 

Uno puede realmente decir que, aunque no en el sentido pretendido por algunos escritores sobre Fátima, que los dedos de la Madre de Dios jugaron con los rayos del sol en esa extraordinario hora en Fátima.

La historia de Fátima demostró una vez más la vieja verdad de que Dios puede lograr sus objetivos, incluso cuando la cooperación humana deja mucho que desear y hacer una línea recta que aparezca en zig-zag. (Materia de Una Mente… Capítulo 13)

Incluso si el comportamiento del sol fue un fenómeno puramente natural, el evento en su totalidad pone lo sucedido en una clase propia.

¿Cómo llegó a saber un niño cuándo decirle a las multitudes que se reunieron para buscar una señal del cielo en el momento justo? 

¿Estuvo la causa fuera del orden del universo creado? No es una pregunta irrazonable. De hecho, es necesaria.

La autobiografía de Stanley L. Jaki puede leerse aquí, Capítulo 13 “Un proverbio portugués”.

Fr. Jaki también escribió un libro mucho más corto de 32 páginas, ¿Milagro del Sol, o de algo mas? para explicar por qué se investigó esta cuestión y cuáles fueron sus conclusiones generales.

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