ROMA, 18 May. 11 / 12:13 am (ACI/EWTN Noticias).- El P. Gabriele
Amorth, sacerdote exorcista de la diócesis de Roma (Italia) y uno de los más
conocidos del mundo, señaló a ACI Prensa que el ahora Beato Papa Juan Pablo II se ha
convertido, en los últimos años, en un poderoso intercesor en la lucha contra
el demonio.
El P. Amorth tiene 86 años de edad y unos 70 000 exorcismos en su haber.
Lo primero que dijo en la entrevista es que "el mundo tiene que saber que
Satanás existe".
En su pequeña y sencilla oficina en la zona sureste de Roma en donde ha
llevado a cabo miles de exorcismos, el sacerdote contó que a veces invoca la
ayuda de santos hombres y mujeres, entre los que destaca Juan Pablo II, beatificado
por el Papa
Benedicto XVI el pasado 1 de mayo en Roma ante un millón y
medio de fieles.
Durante los exorcismos, contó el sacerdote a ACI Prensa, "le he
preguntado al demonio más de una vez: ‘¿por qué te da tanto miedo Juan Pablo
II?’ Y he tenido dos respuestas distintas, ambas interesantes".
"La primera, ‘porqué desarmó mis planes’. Y creo que con eso se
refiere a la caída del comunismo en Rusia y en Europa del Este. El colapso del
comunismo".
"Otra respuesta que el demonio me dio fue ‘porque arrebató a muchos
jóvenes de mis manos’. Hay muchos jóvenes que, gracias a Juan Pablo II, se
convirtieron. Tal vez algunos ya eran cristianos pero no practicantes, y luego
con Juan Pablo II volvieron a la práctica".
Al ser preguntado sobre el intercesor más efectivo de todos, el P.
Amorth contestó a ACI Prensa sin dudar: "por supuesto que la Virgen es la
más efectiva. ¡Y cuando la invocas como María!"
"Una vez le pregunté a Satanás. ‘¿pero por qué te asustas más
cuando invoco a Nuestra Señora que cuando invoco a Jesucristo?’ Me contestó
‘porque me humilla más ser derrotado por una criatura humana que ser derrotado
por Él".
El sacerdote dijo también que es importante la intercesión de los que
aún viven a través de la oración. Los cristianos pueden rezar por la liberación
de un alma, uno de los tres elementos que ayudan en este proceso a los que se
suman la fe y el ayuno.
"El Señor les dio a ellos (los Apóstoles) una respuesta que también
es muy importante para nosotros los exorcistas. Dijo que para vencer al demonio
se necesita mucha fe, mucha oración y mucho ayuno: Fe, oración y ayuno".
El P. Amorth dijo además que en la lucha contra el demonio es necesaria
"especialmente la fe, se necesita mucha fe. Muchas veces también en las
curaciones, Jesús no dice en el Evangelio soy yo quien te ha curado. Dice, en
vez de eso, estás curado por tu fe. Quiere fe en la gente, una fe fuerte y
absoluta. Sin fe no puedes hacer nada".
El sacerdote miembro de la Sociedad de San Pablo explicó luego a ACI
Prensa que "el diablo y los demonios son muchos y tienen dos poderes: los
ordinarios y los extraordinarios".
"El poder ordinario es la capacidad de tentar al hombre para
distanciarlo de Dios y llevarlo al infierno. Esta acción se
realiza contra todos los hombres y las mujeres de todo lugar y religión".
Sobre los poderes extraordinarios, el P. Amorth indicó que estos se
concentran en una persona específica y existen cuatro tipos:
"La posesión demoníaca para la cual se requiere un exorcismo, la
vejación demoníaca, como la que sufrió en reiteradas ocasiones el Santo Padre
Pío de Pietrelcina que era golpeado físicamente por el demonio; las obsesiones
que llevan a la persona a la desesperación; y la infestación, que es cuando el
demonio ocupa un espacio, un animal o incluso un objeto".
El sacerdote alertó que estos hechos son poco frecuentes pero están en
aumento. También manifestó a ACI Prensa su preocupación por la cada vez mayor cantidad
de jóvenes que son afectados por Satanás a través de las sectas, las sesiones de
espiritismo y las drogas.
Pese a ello no se desalienta.
"Con Jesucristo y María, Dios nos ha prometido que nunca permitirá
tentaciones más grandes que nuestras fuerzas", apuntó.
Finalmente en la entrevista el P. Amorth propuso una breve guía a tomar
en cuenta en la lucha contra Satanás:
"Las tentaciones del demonio son vencidas primero que nada evitando
las ocasiones, porque el demonio siempre busca nuestros puntos más débiles. Y
luego, con la oración. Nosotros los cristianos tenemos una ventaja porque
tenemos la Palabra de Dios, tenemos la oración y podemos rezarle al
Señor", concluyó.
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