Exorcismo,
Liberación y Sanación son resultados del mismo proceso de arrepentimiento,
oración, y entrega a Jesús. Nadie puede ser exorcizado, liberado o sanado de la
influencia del demonio excepto en el nombre y por el poder de Jesús. Nadie
puede recibir ningún favor divino excepto a través de la bondad y gracia de
Dios en respuesta a la oración.
Exorcismo es el acto de
ordenar al demonio o espíritus malignos que salgan de una persona, lugar o
situación ordenándole por el Santo nombre de Dios el Padre, Hijo o Espíritu
Santo.
Jesús como hijo de Dios o como Dios el Hijo tiene toda la autoridad de Dios Supremo, poder que usó durante su ministerio de tres años y que delegó a sus discípulos, apóstoles y creyentes.
Jesús como hijo de Dios o como Dios el Hijo tiene toda la autoridad de Dios Supremo, poder que usó durante su ministerio de tres años y que delegó a sus discípulos, apóstoles y creyentes.
Liberación es el resultado
del trabajo de Dios en una persona a través de oraciones o de un exorcismo, que
le saca del estado de influencia maligna.
Sanación
física
es el resultado milagroso de las oraciones hechas en gran fe que manifiestan un
milagro de Dios.
Sanación
espiritual
es el resultado de renunciar el pecado, entregarse totalmente a Jesucristo y
recibir el regalo de la paz.
QUIÉN ES EL ENEMIGO – CREACIÓN
ESPIRITUAL
En el principio Dios existía en su Gloria rodeado
por los ángeles, espíritus puros creados como una emanación de su Presencia.
Existía uno que estaba adornado con atributos especiales y brillaba por encima
de los demás, su nombre era Lucifer, que quiere decir lleno de luz o portador
de luz (Ezequiel 31:3-11) (Ezequiel 28:13-19)
Dios le anunció a los ángeles que iba a crear en el
orden del tiempo criaturas quienes también participarían en su Reino, y que
también él iba a participar de la naturaleza humana en la carne para ser su Amo
y para liberarles de la maldad.
Lucifer en su orgullo desafió la Voluntad Divina y
junto con una tercera parte de todos los ángeles desaprobó la creación del
hombre, rehusando darle adoración a Dios en forma humana y a la Mujer que
tendría el privilegio de ser exaltada por encima de toda la raza humana
volviéndose su Madre y la Reina de toda la creación. (La Virgen María)
Una gran batalla espiritual comenzó entre aquellos
ángeles fieles a Dios, guiados por El Arcángel Miguel, quienes en humildad
sintieron vergüenza por el desafío de Lucifer y comenzaron a adorar a Dios
diciendo “Quien puede ser como Dios?”
Lucifer fue arrojado del Cielo como relámpago
(Ezequiel 28:17) (Lucas 10:18), y recibió su castigo volviéndose el monarca de
la oscuridad por haberse opuesto a Dios quien es Luz. (Isaías 14:12-15)
Dios permitió que la creación humana existiera al
lado de los ángeles de la oscuridad para poder ponernos a la prueba y de cierta
manera para llenar en el Cielo los puestos vacantes de los ángeles reprobados
por aquellos seres humanos que consiguen la Salvación Eterna.
El nombre Satanás quiere decir obstáculo, también
se conoce en Hebreo como Abadón, en Griego como Apolión que quiere decir
destructor. Otros nombres que se le dan son príncipe de la oscuridad,
adversario, acusador, engañador, dragón, mentiroso, leviatán, asesino,
serpiente, atormentador y dios de este mundo.
En la batalla final de los ángeles como está
revelado en el Apocalípsis, San Miguel Arcángel derrotará a Satanás para
siempre, quien será arrojado al lago eterno de fuego con todos sus ángeles
malignos y sus seguidores.
Como seres humanos nuestra pelea con estos
espíritus es muy desigual puesto que nosotros caemos fácilmente en el pecado y
automáticamente ya le damos territorio al enemigo. Para poder luchar contra el,
tenemos que ser gente de Dios, vencerle primero personalmente como lo hizo
Jesús en el desierto y después junto con el resto de la Iglesia luchar
espiritualmente a través de nuestra oración para poder ser liberados de este
enemigo mortal.
San Pablo nos habla de la batalla espiritual en
Efesios 6:12-18:
12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.
13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes.
14 ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza,
15 calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz,
16 embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno.
17 Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios;
18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,
San Pedro en su primera carta 5:8-9
8 Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
9 Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos.
12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.
13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes.
14 ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza,
15 calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz,
16 embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno.
17 Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios;
18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,
San Pedro en su primera carta 5:8-9
8 Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
9 Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos.
PORQUE PUEDE EL DEMONIO ENTRAR
EN UNA PERSONA
Hemos sido creados en la imagen y semejanza de
Dios. Somos templos vivientes del Espíritu de Dios. La vida que corre por
nuestras venas no es nuestra, es un regalo divino, un pequeño aliento de Dios
que nos sostiene.
Por esta razón debemos vivir nuestra vida con gran
reverencia ante nuestro creador, pues en el vivimos, nos movemos y tenemos
nuestra existencia.
Cuando optamos por llevar una vida desobediente,
despreciamos el espíritu de Dios que mora en nosotros, no escuchamos la voz de
la conciencia y escogemos desafiar a Dios con nuestro pecado.
En este momento autorizamos al enemigo, quien
sutilmente nos hace caer en el pecado y poco a poco nos quita el temor de Dios
hasta hacernos dudar de su existencia. Dios nos ama tanto que ha enviado a su
hijo a perdonarnos los pecados con su muerte en la cruz, por el precio de su
sufrimiento y de su preciosa sangre.
Cuando endurecemos nuestro corazón y resistimos el
llamado de Dios, o sentimos apatía por El o por las cosas o personas
consagradas, le cerramos completamente la puerta al Espíritu Santo y se la abrimos
ampliamente al enemigo quien empieza a influenciar nuestra vida de tal manera
que terminamos siendo gobernados por el.
Desde entonces ya no podemos decir que somos
templos del Espíritu santo sino templos de Satanás. Allí empieza el gran
problema espiritual de cual pocos logran salir triunfantemente.
Claro que en el caso de víctimas inocentes de
influencia o posesión, no existe ninguna culpabilidad en la persona, sino que
se nos presenta un caso ante el cual podemos ejercer nuestra misericordia como hijos
de Dios y viene allí nuestro empeño en orar por la liberación de aquellos que
sufren este mal espiritual.
INFLUENCIA Y POSESIÓN
DEMONÍACA
Según la información del Nuevo Testamento, el
demonio tomaba posesión de una víctima y en algunos casos causaba locura,
ceguera o mudez. No quiere decir que todos los locos, ciegos o mudos estaban
poseídos por el demonio, sino que en algunos casos el demonio causaba estas
enfermedades.
Muchas enfermedades mentales no tienen que ver
absolutamente nada con influencia demoníaca, por esta razón hay que mirar otros
síntomas que son comunes en las personas influenciadas o poseídas por el
demonio.
Muchas posesiones demoníacas suceden en personas
inocentes que son víctimas de la maldad de otras personas, inclusive familiares.
En otros casos de influencia y posesión demoníaca, la víctima ha contribuido a
su estado por causa de su desobediencia a las leyes de Dios y a su curiosidad
en lo oculto.
Posesión. Es común en
casos de aquellos que están poseídos el tener ciertos signos supernaturales
tales como el producir una voz grotesca de tono bajo imposible de ser imitada
por seres humanos, suelen mostrar fortaleza superior a cualquier ser humano,
conocen los pecados de las personas presentes si no han sido confesados,
conocen el futuro, leen la mente y muestran mucho orgullo al hablar, pueden
hablar cualquier idioma con total facilidad.
Los poseídos por el demonio, se llenan de odio y
blasfemia por todas las cosas santas, emiten sonidos furiosos, se mueven y
actúan con conducta muy extraña, tienden a herir su cuerpo o a mutilarse,
entran en periodos de trance, vomitan y hacen funciones biológicas como si
fuesen animales, se vuelven una amenaza para los familiares y aquellos
alrededor, pues pierden su contacto con la sociedad. En otras palabras reciben
el nombre de locos y generalmente la gran mayoría terminan en un sanatorio
mental donde son dopados de por vida sin ninguna ayuda espiritual.
Tanto la influencia demoníaca, como la posesión por
malos espíritus pueden suceder por varias causas.
Maldiciones de los padres muchas veces desde el vientre de la madre.
Casos de incesto o de abuso sexual en la niñez.
Víctimas de hechizos, brujerías, odios, mal ojo, vudú, etc.
Participación en cultos de satanismo, brujería, espiritismo, magia, yoga, guija, clarividencia, adivinaciones, supersticiones, amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.
Maldiciones de los padres muchas veces desde el vientre de la madre.
Casos de incesto o de abuso sexual en la niñez.
Víctimas de hechizos, brujerías, odios, mal ojo, vudú, etc.
Participación en cultos de satanismo, brujería, espiritismo, magia, yoga, guija, clarividencia, adivinaciones, supersticiones, amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.
Influencia
demoníaca.
Es un estado mas leve de posesión demoníaca. Aquel que sufre la influencia del
demonio, resulta haciendo cosas malignas sin explicación, puede resultar
blasfemando de Dios sin saber por que lo hace, puede escuchar voces que le
llevan a hacer cosas indeseables, puede obsesionarse con el suicidio y terminar
matándose o matando a otra u otras personas.
Estas personas se pueden especializar en cometer
cualquiera de los pecados capitales que son: orgullo, avaricia, envidia, ira,
lujuria, glotonería, y pereza. Esto lo hacen influenciados por el malvado, como
un escape a su frustración, y por la pérdida del temor de Dios. En otras
palabras todavía pueden darse cuenta por su conducta de que algo está mal y que
pueden hacer algo al respecto. En algunos casos pierden el coraje al tratar de
obtener liberación porque sienten que el enemigo los maltrata y no los deja en
paz. Algunos van a la confesión, pero aún no llevan el arrepentimiento
suficiente para poder orar por ellos mismos y ser liberados. Otros son personas
del mundo que no conocen a Dios.
La influencia demoníaca puede empezar por interés
en lo oculto, consultas de horóscopo, leída de las manos, predicciones del
futuro, tabla de guija, brujería, hechizos, mal de ojo, maldiciones de otras
personas, odios, espiritismo, magia, yoga, péndulo, comunicación con espíritus
a través de medios, clarividentes, cartas, adivinaciones, supersticiones,
amuletos, encantaciones, cristales, nueva era, literaturas, cines y
exhibiciones impuras, violentas o satánicas, etc.
Liberación de influencia o posesión.
Liberación de influencia o posesión.
El poseído pierde finalmente control de sus
facultades mentales en cuanto a llegar a una espiritualidad que le permita orar
por si mismo, pues el demonio ha recibido dominio de esta persona totalmente.
Tan solo la oración profunda de liberación hecha por otras personas creyentes o
un exorcismo oficial de la Iglesia le puede liberar.
Aquel que está siendo influenciado por el demonio
todavía tiene oportunidad de orar por si mismo o de pedirle a otros que oren
por el, primero que todo tiene que arrepentirse de su pecado, ir a la confesión
con un corazón contrito y rogar la misericordia divina a través de la Preciosa
Sangre de Cristo y del Poder del Santo Nombre de Jesús que ha garantizado
liberación en su nombre.
Mucha preparación, oración y lucha se requiere para superar al demonio, pero no es imposible, bendito sea el Señor que nos ha dado los medios para librarnos de la maldad del enemigo.
Mucha preparación, oración y lucha se requiere para superar al demonio, pero no es imposible, bendito sea el Señor que nos ha dado los medios para librarnos de la maldad del enemigo.
JESÚS EJERCE SU AUTORIDAD
SOBRE SATANÁS
Jesús fue tentado tres veces en el desierto. En
todas estas tentaciones el venció al demonio con la santidad que nos da la
Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras. Esta misma autoridad, la tenemos
todos los seres humanos cuando rechazamos el pecado y escogemos la gracia, este
regalo divino continúa en cada uno de nosotros, es el derecho de usar nuestro
libre albedrío o voluntad propia para decidir entre el bien o el mal.
Durante su ministerio de tres años Jesús demostró
su poder sobre espíritus malignos como podemos ver en ciertos pasajes bíblicos:
Mateo 8:16 Al atardecer, le trajeron muchos
endemoniados; él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los
enfermos.
Mateo 8:28-32
28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.
31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»
32 El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.
31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»
32 El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
Mateo 12: 22 Entonces le fue presentado un
endemoniado ciego y mudo. Y le curó, de suerte que el mudo hablaba y veía.
Mateo 17:14-20
14 Cuando llegaron donde la gente, se acercó a él un hombre que, arrodillándose ante él,
15 le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está mal; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua.
16 Se lo he presentado a tus discípulos, pero ellos no han podido curarle.»
17 Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo acá!
18 Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento.
19 Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?
20 Díceles: «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará, y nada os será imposible.»
14 Cuando llegaron donde la gente, se acercó a él un hombre que, arrodillándose ante él,
15 le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo, porque es lunático y está mal; pues muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua.
16 Se lo he presentado a tus discípulos, pero ellos no han podido curarle.»
17 Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo acá!
18 Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento.
19 Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?
20 Díceles: «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará, y nada os será imposible.»
Marcos 1:23-27
23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.»
25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.»
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»
23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.»
25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.»
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»
AUTORIDAD PARA HACER EXORCISMO
DADA POR JESÚS
Jesús dio autoridad a los apóstoles, discípulos y
creyentes según vemos en el Nuevo Testamento. Esta autoridad fue recibida
primero por los Apóstoles y discípulos directamente de Cristo. Después del
descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles en forma de lenguas de fuego,
la autoridad fue pasada a los nuevos creyentes a través de la palabra y de la
imposición de manos por aquellos que tenían el Espíritu Santo.
Apóstoles. Mateo 10:8
Jesús envió a los doce apóstoles a predicar la Buena Nueva que el Reino de los
cielos está muy cerca, les comisionó para que sanaran a los enfermos, curaran
leprosos, resucitaran muertos y expulsaran espíritus malignos.
Discípulos. Lucas 10:17 Los setenta y dos discípulos regresaran al Señor comentándole como habían expulsado malos espíritus en su Nombre.
Creyentes. Marcos 16:17 Estos signos acompañarán a los creyentes, en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas extrañas, podrán recoger serpientes y si beben su veneno no les hará daño, impondrán sus manos sobre los enfermos quienes se recuperarán.
Discípulos. Lucas 10:17 Los setenta y dos discípulos regresaran al Señor comentándole como habían expulsado malos espíritus en su Nombre.
Creyentes. Marcos 16:17 Estos signos acompañarán a los creyentes, en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas extrañas, podrán recoger serpientes y si beben su veneno no les hará daño, impondrán sus manos sobre los enfermos quienes se recuperarán.
Los creyentes mencionados en Marcos 16:17, quienes
abarcan las categorías de fieles, discípulos y apóstoles de Cristo, compartían
algo en común en la Iglesia primitiva, el fuego del Espíritu Santo estaba en
ellos y los signos que les acompañaban eran la profecía, la sanación de los
enfermos, el hablar en lenguas extrañas, el discernimiento, la fe en el Nombre
de Jesús, el don de arrojar fuera espíritus malignos, el don de predicar la
palabra de Dios, etc.
Estos signos aún continúan en nuestro propio
tiempo, su manifestación es notable en el movimiento carismático. Sin embargo,
la Iglesia ha prohibido el uso de exorcismos o de dar órdenes al enemigo en el
nombre de Dios.
Debido a esta restricción impuesta por la jerarquía
de la Iglesia a los creyentes que desean liberarse o hacer oraciones en contra
de Satanás, la única solución que nos permite actuar, permaneciendo fieles a la
fe Católica, es la oración de liberación que podemos hacer todos los fieles,
cuya fórmula es explicada mas adelante.
EXORCISMOS QUE FRACASARON –
ADVERTENCIA
Marcos 9:17-29 Los apóstoles aún con la autoridad
impartida sobre ellos no pudieron expulsar un demonio fuera de un poseído,
Jesús tuvo que hacer el exorcismo personalmente y luego le explicó a los
apóstoles que algunos malos espíritus solo se pueden arrojar fuera a través de
oración y ayuno.
Actos 19:13 –17 Algunos Judíos y los siete hijos de
Sceva trataron de hacer exorcismos en el nombre de Jesús quien era predicado
por Pablo el apóstol, pero para su desencanto, el hombre poseído se lanzo sobre
ellos dándoles tal paliza que salieron corriendo desnudos y sangrando.
Primero que todo vemos que exorcizar es un trabajo
aun difícil para los mismos apóstoles autorizados por Jesús personalmente. En
cuanto a aquellos que no son creyentes, tratar de darle órdenes a un espíritu
maligno es un riesgo muy grande que puede causar que el espíritu tome posesión
de ellos o de los que estén allí presentes.
AUTORIDAD PARA HACER EXORCISMO
DADA POR LA IGLESIA CATÓLICA
Solamente sacerdotes autorizados por un Obispo
pueden hacer el rito solemne de Exorcismo a personas que después de ser
examinadas psicológicamente son aceptadas como poseídas y en necesidad de un
exorcismo.
TIPOS DE EXORCISMO –
LIBERACIÓN
Solemne. Se dice que un
exorcismo es solemne cuando es hecho oficialmente bajo la autorización de la
Iglesia Católica a una persona poseída por malos espíritus. Un riguroso examen
psicológico debe hacérsele a la víctima, para establecer si en realidad existe
un caso de posesión, si es solo influencia demoníaca o si es un fraude.
La víctima debe mostrar signos típicos que
acompañan a los poseídos, entre ellos conocimiento de otras lenguas, predicción
del futuro, blasfemia y aborrecimiento de las cosas santas tales como el agua,
la sal o el aceite benditos, fuerza sobrenatural, levitación etc.
Solamente un sacerdote autorizado lo puede hacer
siguiendo el rito oficial expedido por la Iglesia. El demonio o demonios
presentes en el poseído recibe órdenes del exorcista de salir y no volver mas
en el nombre de Jesucristo y de la Iglesia en general la cual recibió de Cristo
la promesa de que las puertas del Infierno no prevalecerían contra ella (Mateo
16:18).
Privado. Los fieles de
la Iglesia pueden hacer oraciones de liberación, en las cuales se solicita la
intervención divina para arrojar la influencia demoníaca de cualquier persona,
sitio u objeto. Debido al extremo peligro que se puede presentar debido a la
falta de conocimiento sobre el enemigo, es necesario conocer mas a fondo todo
lo concerniente al demonio y sus ángeles, por esta razón la Iglesia no permite
hacer exorcismos sino por un sacerdote debidamente calificado y autorizado por
un Obispo.
1 Pedro 5:8-9 San Pedro la cabeza de la Iglesia nos
exhorta a tener disciplina y mantenernos alerta, puesto que como un león
rugiente nuestro adversario el demonio ronda en busca alguien a quien devorar.
Nos dice que tenemos que resistirle permaneciendo firmes en la fe.
Armémonos pues de mucha fe en Dios, y crezcamos en
la oración para que Dios escuche nuestras oraciones de liberación.
ARMA DEL EXORCISMO
El arma que se usa para arrojar un espíritu maligno
de una persona influenciada o poseída por el demonio es únicamente el santo
nombre de Dios, ya sea el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo Y la Preciosa
Sangre de Cristo.
El arma en los casos de liberación es la oración
que se le hace a Dios el Padre en el nombre de Jesús y por el poder de su
Preciosa Sangre, las peticiones de intercesión hechas por la Virgen María en
respuesta a nuestras oraciones, especialmente el santo rosario, y también las
oraciones dirigidas a San Miguel el Arcángel, a los ángeles y a los santos.
De acuerdo al canon 1172 del Código de la ley
Canónica de la Iglesia, los fieles no pueden hacer exorcismos.
¿Cómo podemos entonces los fieles de la Iglesia
hacer uso del Santo Nombre de Cristo sin desobedecer a la Iglesia?
¿Cómo podemos tener recurso al Santo nombre de Cristo, cuando somos tan afectados por malos espíritus?
¿Cómo podemos tener recurso al Santo nombre de Cristo, cuando somos tan afectados por malos espíritus?
La respuesta es “nuestra oración de liberación”.
El Apostolado del Trabajo de Dios presenta la
solución a esta situación, y actuando en obediencia a la Iglesia presenta
oraciones que han producido resultados efectivos.
No hagamos ningún exorcismo, es decir, no le demos
ordenes al demonio, ni entremos en diálogo con el de ninguna manera, para no
tener que padecer las consecuencias, dejemos que el Santo Nombre de Cristo
obtenga de Dios el Padre el poder para expulsar a Satanás de nuestro mundo,
invoquemos la preciosa sangre de Cristo para que nos cubra y proteja en todo
momento, dejemos que nuestra fe florezca en alabanza y súplica ante el único
Dios que nos ha ofrecido su protección.
Debido a las restricciones impuestas sobre los
creyentes por la autoridad de la Iglesia para exorcizar, estamos restringidos a
hacer oraciones de liberación en las cuales podemos pedirle a Dios el Padre en
el nombre de Jesús, por la intercesión de la Virgen María y de los santos y por
el poder de San Miguel el Arcángel. No por esto vamos a perder nuestra batalla,
por el contrario vamos a dejar que el Señor luche por nosotros con la seguridad
de la victoria, como cuando Moisés le dijo a los Israelitas antes de cruzar el
Mar Rojo.
Éxodo 14:14 El Señor peleará por vosotros.
Éxodo 14:14 El Señor peleará por vosotros.
El arma de nuestra liberación es nuestra propia fe,
de la misma manera que Cristo resistió el enemigo en el desierto, ahora nos
encontramos en el desierto de la vida donde solo tenemos un arma poderosa que
es el Santo Nombre de Jesús. A través de su santo nombre nos llenamos de poder
ante el enemigo, no en forma directa sino buscando refugio en la protección que
Cristo nos da y de las promesas que nos ha hecho.
Mateo 7: 7’8
7 Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
7 Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Mateo 18:19 –20 En verdad os digo que si dos aquí
en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier petición, así será hecho por
mi Padre en el Cielo. Porque donde hay dos o mas reunidos en mi nombre, allí
estoy yo entre ellos.
Juan 14:13-14
13 Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
13 Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
PREPARACIÓN ANTES DE LA
ORACIÓN DE LIBERACIÓN
Como cuando empezamos una batalla, debemos
sentarnos a hacer un estudio de inteligencia sobre el enemigo, debemos de
analizar nuestras armas y nuestra capacidad, debemos estar totalmente seguros
de que nuestra batalla nos llevará a la victoria.
Tratar de luchar contra el demonio sin conocer las
tácticas necesaria para vencerle es como estar desprotegido y meter las manos
en un avispero o como jugar con candela.
Primero que todos tenemos que tener la noción de que Dios es el único que puede vencer al enemigo, puesto que solo El es superior al demonio quien fue creado de acuerdo a sus santos designios.
Primero que todos tenemos que tener la noción de que Dios es el único que puede vencer al enemigo, puesto que solo El es superior al demonio quien fue creado de acuerdo a sus santos designios.
Aquí necesitamos hacer verdadero uso del Trabajo de
Dios, no del nuestro, pues Dios definitivamente es el único medio para nuestra
liberación.
En cuanto a exorcismo o sea la expulsión del
demonio por una orden en el nombre de Cristo, este es asunto exclusivo del
Sacerdote autorizado por la Iglesia según canon 1172 del Código de la ley
Canónica de la Iglesia Católica.
Repito que no vamos a hacer un exorcismo, vamos
entonces a prepararnos para hacer una oración profunda de liberación, la cual
envuelve el conocimiento de todo lo mencionado previamente y de las oraciones
recomendadas.
También podemos hacer uso de sacramentales tales
como un crucifijo que tenga madera (no debe de ser solo plástico o metálico),
agua bendita, sal bendita y aceite bendito.
La persona influenciada puede rezar estas oraciones aunque, es muy probable que el enemigo le distraiga y termine haciendo otra cosa.
La persona influenciada puede rezar estas oraciones aunque, es muy probable que el enemigo le distraiga y termine haciendo otra cosa.
Por esto recomendamos que se unan por lo menos dos
personas fieles a la Iglesia, preferiblemente que asistan diariamente a la
Santa Misa.
El día de las oraciones se deben de reunir ojalá en
una casa o lugar donde no hayan otras personas que puedan de alguna manera
interrumpir o ser influenciadas por la presencia del maligno. Deben primero
hablar de Dios, hacer lecturas de la Santa Biblia, y destinar por lo menos unas
dos o tres horas para no tener prisas. Si las personas no se encuentran en
estado de Gracia, esto es si no han confesado sus pecados recientemente, corren
el riesgo de ser escandalizados por el conocimiento del enemigo.
Durante algunos momentos de la oración debemos de
arrodillarnos, aunque es mejor estar cómodos y serenos durante la mayoría del
tiempo.
Es aconsejable ungir a la persona influenciada con
aceite bendito durante la oración de liberación, especialmente cuando se
empieza a pedir que el Señor expulse el enemigo. También se recomienda rociar
agua bendita en el lugar y bendecirse también.
En las secciones donde aparece el signo de la cruz,
se debe pausar, se puede hacer la señal de la cruz, tanto personalmente como
sobre la persona por quien se esté rezando.
Es aconsejable hacer copias de la oración para cada
uno de los presentes, de esta manera hay mas concentración, aunque solamente
una persona debe de leer las oraciones en voz alta, pero todos deben de
vivirlas en el corazón.
Se debe de leer muy despacio, como esperando
obtener la respuesta a la oración después de cada frase.
Aquellos que han recibido el regalo de Lenguas,
durante la oración de liberación deben hacer alabanza a Dios en lenguas,
recordando las palabras de Jesús que en la Corte, o sea frente al acusador, el
Espíritu hablará por nosotros, y nuestro Padre Celestial comandará al enemigo
que salga fuera de la situación o persona por quien estamos orando.
Estas oraciones se pueden repetir cuantas veces sea
necesario, hasta conseguir liberación total. Cuando un sacerdote exorciza en
casos de posesión, rara vez sale el demonio durante la primera sesión, a no ser
por casos de influencia que tan solo necesitan fé y determinación por parte de
la persona en cuestión.
Esta es una buena oportunidad para entender a
Marcos 16:15 en el cual Jesús le otorga a los creyentes el poder de expulsar
espíritus malignos, como un signo acompañado por el don de lenguas y también de
sanación.
Puesto que es el Espíritu el que comanda y no
nosotros, en ningún momento estamos contradiciendo a la Iglesia. El que ora por
el bien de un hermano le da Gloria a Dios. Ver Santiago 5:19-20
ADVERTENCIAS
El demonio sabe de antemano que se prepara una
oración con este fin, normalmente suceden cosas inesperadas como problemas y
disgustos que perturban a los que van a hacer la oración, los autos que no
arrancan, programas inesperados, chapas que no abren, llaves que se rompen, y
otras cosas increíbles que pueden causar la cancelación de la oración, etc.,
por esto es recomendable que los que van a hacer la oración vayan a la misa ese
día o con más anterioridad a todas las misas que puedan y que ofrezcan la
Preciosa Sangre de Cristo para la liberación de la persona que lo requiere.
Al empezar la oración, no se le debe poner mucho
cuidado al enemigo si se manifiesta, especialmente con mentiras o con
blasfemias. Pues nuestra oración es dirigida a Dios, no al demonio, nuestra
conversación es con Dios, no podemos interrumpirla por un dialogo con el
enemigo.
Los ruidos o movimientos o gestos hechos por quien
se reza, no deben de causarnos miedo, aunque nos tiemblen los pies, esto es
natural, pero no debemos interrumpir nuestra oración haciendo diálogo con el
enemigo.
Nuestra fe debe de permanecer firme en el Poder de
Dios que va a traer liberación a un alma que sufre.
En aconsejable hablar con la persona en cuestión y
hacerle sentir arrepentimiento de sus pecados y hacerle afirmar su fe en el
Poder de Cristo para su liberación, claro que también se pueden hacer estas
oraciones por otra persona a cualquier distancia y con la misma efectividad,
pues no tenemos ningún poder o santidad, es Dios que hace su trabajo al
escuchar nuestra oración sincera y llena de fe.
Es muy importante no dejarnos llevar de la
curiosidad al tener este encuentro con el demonio, al fin y al cabo somos hijos
de Dios, creados en su imagen; el demonio también es una creación de Dios y no
nos debe de impresionar, el actúa de acuerdo a su naturaleza maligna, nosotros
oramos de acuerdo al Espíritu de Dios que nos lleva a buscar su Gracia.
Fuente : www.theworkofgod.org
Foros de la Virgen María
No hay comentarios:
Publicar un comentario