Hemos tenido
noticia de una imagen de la Virgen que, después del terremoto, quedó en pie en
la ciudad de Manta, en medio de una Iglesia totalmente destruida por el
temblor. Es como si en medio de toda esa catástrofe, nuestra Madre del Cielo
quisiera dar señales claras de que quiere acompañar al pueblo ecuatoriano en su
sufrimiento, dándole paz y consuelo.
También a nosotras – Siervas del Hogar de
la Madre – la Virgen ha querido darnos muestras de su cercanía. A la hora en
que comenzó el terremoto del 16 de abril de 2016, nuestra comunidad de hermanas
de Guayaquil, se encontraban en la misa de la Parroquia. Al regresar a casa, se
encontraron con una pared agrietada y con muchas cosas caídas por el suelo:
tiestos, libros, cuadros, la cruz de la capilla de la casa… Pero,
sorprendentemente, la imagen de la Virgen que se encontraba encima de una
estrecha repisa, se mantuvo en pie e intacta con la peculiaridad de que se
había girado y había quedado mirando hacia el Sagrario. El gesto de intercesión
de nuestra Madre ante el Señor era elocuente. Pero al mismo tiempo, parecía
decirnos: «Ante esta dolorosa situación: mirad a Jesús, mirad a Jesús».
Mientras tanto, en Playa Prieta, el fuerte
terremoto de magnitud 7.8 hizo derrumbarse el edificio donde vivían nuestras
hermanas y candidatas, cayendo sobre ellas y atrapándolas dentro de los
escombros. Un improvisado equipo de rescate luchó hasta el agotamiento,
jugándose su propia vida, tratando de encontrar y sacar a las supervivientes,
de las cuales oían sus voces entre los escombros. Lograron entrar en el
interior del edificio y entre las ruinas descubrieron una escena conmovedora:
la imagen de la Virgen estaba intacta, en medio de los escombros. Consiguieron
sacarla de entre las ruinas, saliendo con ella entre sus brazos. Poco después
se produciría una segunda réplica de 6.1 que desplomaría totalmente lo que
quedaba del edificio.
Hna. Gema Díaz, SHM - Fundación E.U.K. Mamie
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