martes, 9 de febrero de 2016

ALGÚN DÍA LAS PERSONAS SERÁN MARCADAS CON LA MARCA DE LA BESTIA, EL 666 [¿QUÉ SIGNIFICA?]


Durante la prueba final de la Iglesia, antes que el anticristo tome el poder total, el falso profeta establecerá marcar a todos los vivientes con la marca de la bestia, el 666 del que habla el Libro del Apocalipsis.

El que reciba la marca de la bestia “beberá la ira de Dios” y enfilará su vida a la condenación eterna, pero no es definitivo porque aún en este caso podrá volver a la Iglesia si se arrepiente.

De libro del Apocalipsis los estudiosos sacan la conclusión que la población será marcada con la ‘marca de la bestia’ en la prueba final, antes que venga el anticristo.
¿Crees que eso va a ocurrir y durante el transcurso de tu vida en la Tierra?
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LA PROFECÍA DE LA MARCA DE LA BESTIA SE CUMPLIRÁ ALGÚN DÍA

Si interpretamos correctamente el libro del Apocalipsis de la Biblia, estamos llamados a creer que la profecía de la marca de la bestia pasará algún día, durante la prueba final de la Iglesia en la era del anticristo.

Y deberíamos también estar llamados a creer que la Iglesia algún día hará un decreto para identificar exactamente cuál es la marca de la bestia y poner la penalidad canónica por usarla, porque el eventual pronunciamiento sobre las penalidades por aceptar la marca de la bestia por parte de la Iglesia también es parte de la profecía misma.

Mientras el Apocalipsis 13 describe cómo la profecía de la marca de la bestia llega a la climax (cuando el Falso Profeta hace que los habitantes de la tierra estén marcados con el número 666 en la mano o en la frente), las consecuencias por aceptar esta marca no se divulgan sino hasta Apocalipsis 14, cuando el tercer ángel anuncia que quien reciba la marca beberá del vino de la ira de Dios:

Un tercer Ángel lo siguió, diciendo con voz potente: «El que adore a la Bestia o a su imagen y reciba su marca sobre la frente o en la mano, tendrá que beber el vino de la indignación de Dios, que se ha derramado puro en la copa de su ira; y será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos Ángeles y delante del Cordero.

El humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos, y aquellos que adoran a la Bestia y a su imagen, y reciben la marca de su nombre, no tendrán reposo ni de día ni de noche».

En esto se pondrá a prueba la perseverancia de los santos, de aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Luego escuché una voz que me ordenaba desde el cielo: «Escribe: ¡Felices los que mueren en el Señor! Sí -dice el Espíritu- de ahora en adelante, ellos pueden descansar de sus fatigas, porque sus obras los acompañan». (Apocalipsis 14:9-13)

En este punto se nos dice que el Falso Profeta causa que todos reciban la marca de la bestia:

Así consiguió que todos -pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos- se dejaran poner una marca en su mano derecha o sobre su frente, de manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre. (Apocalipsis 13:16-17)

El Falso Profeta, no sólo hace que todos acepten la marca de la bestia, sino que se nos dice que todos serán engañados para que lo hagan, queriendo decir que cualquiera que reciba la marca de la bestia hasta este punto lo ha hecho sin darse cuenta.
Es sólo con la proclamación del mensaje del tercer ángel que se nos pone al tanto de las consecuencias de aceptar la marca de la bestia, y se nos informa que cualquiera que lo acepte después tendrá que enfrentarse a la condenación eterna si no se arrepienten de sus acciones. Acá veremos más adelante que es la pre configuración de la Iglesia.

El mensaje del tercer ángel se describe aún más como un llamado para que los santos resistan, aquellos que guardan los mandamientos de Dios y su fe en Jesús, queriendo decir que se ha puesto completamente en conocimiento de la situación a los seguidores de Cristo, así que se les pide rechazar la marca de la bestia, y enfrentarse con adversidades extremas que serán la consecuencia de hacerlo.

Se oye entonces una voz en el Cielo diciendo: Benditos son los muertos que mueren en el Señor de ahora en adelante que forma un contraste deliberado con la suerte de aquellos que mueren sin arrepentirse por haber recibido la marca.

El llamado a los santos para que resistan ocurre en el Apocalipsis 13:10, el cual describe la persecución final a los cristianos bajo el anticristo:

También le fue permitido combatir contra los santos hasta vencerlos, y se le dio poder sobre toda familia, pueblo, lengua y nación.

Y la adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran, desde la creación del mundo, en el Libro de la Vida del Cordero que ha sido inmolado.

¡El que pueda entender, que entienda!

El que tenga que ir a la cárcel, irá a la cárcel; y el que tenga que morir por la espada, morirá por la espada. En esto se pondrá a prueba la perseverancia y la fe de los santos. (Apocalipsis 13:7-10)

DOS MENSAJES ACLARATORIOS SOBRE LA MARCA DE LA BESTIA

EL PADRE GOBBI

El P. Stefano Gobbi predijo la fecha en que se cumpliría la profecía de la marca de la bestia: un período de la historia a partir del año 1998, que es 666 multiplicado por tres:

El 666 enunciado 3 veces, es decir por 3, expresa el año 1998, mil novecientos noventa y ocho.

En este período histórico, la masonería, ayudada por la eclesiástica, logrará su gran objetivo: construir un ídolo para ponerlo en lugar de Cristo y de su Iglesia.
Un falso Cristo y una falsa Iglesia. Por lo tanto, la estatua construida en honor de la primera bestia, para ser adorada por todos los habitantes de la tierra y que marcará con su sello a todos aquellos que quieran comprar o vender, es la del Anticristo.

Habréis llegado así al vértice de la purificación, de la gran tribulación y de la apostasía.

La apostasía será entonces generalizada porque casi todos seguirán al falso Cristo y a la falsa Iglesia.

¡Entonces será abierta la puerta para la aparición del hombre o de la persona misma del Anticristo! (mensaje 407 dado en 1989)

En este la locución, el P. Gobbi (o si lo prefiere la Virgen a través de P. Gobbi) asocia la marca de la bestia con el ídolo formado por el Falso Profeta de Apocalipsis 13:

En seguida vi surgir de la tierra otra Bestia que tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón.

Esta Bestia ejercía todo el poder de la primera y estaba a su servicio; y logró que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera Bestia, a aquella cuya llaga mortal se había cicatrizado.

También realizaba grandes prodigios, llegando a hacer descender fuego del cielo sobre la tierra a la vista de todos.

Y por los prodigios que realizaba al servicio de la primera Bestia, sedujo a los habitantes de la tierra para que fabricaran una imagen en honor de aquella que fue herida por la espada y sobrevivió.

También se le permitió dar vida a la imagen de la Bestia, para hacerla hablar y dar muerte a todos aquellos que no adoran su imagen. (Ap 13: 11-15)

SANTA ELIZABETH ANN SETON

Santa Elizabeth Ann Seton es una santa poco conocida y fue la primera ciudadana nativa de Estados Unidos en ser canonizada por la Iglesia Católica.

La historia que acompaña a esta profecía afirma que a Elizabeth Ann se le dio una visión en algún momento de la década de 1800 que ella no entendió en ese momento:

“Cada estadounidense tendrá un cuadrado negro en su casa a través del cual el diablo entrará”

La mayoría de la gente cree que se trataba de una profecía sobre la televisión, con su capacidad aparentemente ilimitada de corrupción a las mentes susceptibles.

Sin embargo objetivamente describe práctica judía de las filacterias o tefilin, que son cajas negras usadas de acuerdo con el Shema de Deuteronomio 6.

Escucha, Israel: Yahvé, nuestro Dios, es Yahvé-único. Y tú amarás a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando estás de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. Grábalos en tu mano como una señal y póntelos en la frente como tu distintivo; escríbelos en los pastes de tu puerta y a la entrada de tus ciudades” (Deuteronomio 6: 4-9)

Dado que el diablo se dice que entrará a través de este ‘cuadrado negro’, que tendría que ser una inversión diabólica de esta costumbre del tefilin, que es exactamente lo que la marca de la Bestia es:

Así consiguió que todos -pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos- se dejaran poner una marca en su mano derecha o sobre su frente, de manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre. (Ap 13: 16-17)

Así como los Judios usan las filacterias con la forma para deletrear Shaddai – un nombre para Dios, que en hebreo son las letras de la shin, dalet y yod -; el nombre del Anticristo se encuentra en la marca de la bestia (la filacteria diabólica), que lleva el número de su nombre: 666.

Así que este “cuadrado negro” a través del cual el diablo entraría, tiene similitudes sorprendentes con la marca de la Bestia, y como filacterias, se llevan en la mano o en la frente, como la marca de la Bestia, esto sugeriría que el “cuadrado negro” no es la televisión sino algo más bien portátil que puede ser un microchip implantado y/o una evolución del actual teléfono celular inteligente.

¿TENER LA MARCA DE LA BESTIA SIGNIFICA LA CONDENACIÓN ETERNA?

Para muchos cristianos, el aspecto más perturbador de la profecía de la marca de la bestia es la idea que una persona pueda perder su alma eterna al ser “marcado” de alguna manera con el número 666.

Sin embargo, la noción de que el alma de cualquiera pueda ser permanente e irrevocablemente condenada al eterno tormento antes de que siquiera hayan muerto contradice directamente la enseñanza del catecismo de la Iglesia Católica, que afirma que todos los pecados, sin excepción, pueden ser perdonados en el sacramento de la confesión (siempre y cuando el penitente esté verdaderamente contrito, y resuelva no volver a pecar):

No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. No hay nadie, tan perverso y tan culpable que, si verdaderamente está arrepentido de sus pecados, no pueda contar con la esperanza cierta de perdón. Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado. (CIC 982)

Pero eso significa aceptar la salvación ofrecida por el Espíritu Santo:

No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna. (CIC 1864)

Por lo tanto, de acuerdo con la teología católica, el único pecado que lleva a la condenación eterna es el rechazo final de Dios in extremis, al que el catecismo iguala a la blasfemia en contra del Espíritu Santo.

Dado que la Iglesia enseña que todo pecado puede ser perdonado en los Sacramentos del Bautismo y Reconciliación, debemos aceptar que este perdón se extiende incluso al escenario futuro cuando la gente aceptará libremente y a sabiendas la marca de la bestia, pero siempre y cuando luego se arrepientan de sus actos y sean absueltos por un confesor.

La ampliamente popularizada falsa concepción que sostiene que cualquiera que acepte la marca de la bestia se enfrenta a la automática e irrevocable condenación eterna, se debe solamente a la influencia de los teólogos protestantes durante la Reforma.

Siguiendo el concepto de predestinación promovida por Juan Calvino, una visión remanente en la teología protestante es que es imposible para cualquiera heredar la condenación una vez que haya aceptado a Cristo como su Señor y Salvador, puesto que se les ha otorgado la gracia irreversible (que puede ser resumido por la máxima “una vez salvado, siempre salvado”).

Igualmente, de acuerdo con el calvinismo, es imposible para alguien que ya esté destinado al infierno, eventualmente romper este camino hacia la destrucción para así lograr la salvación.

No hace falta decir que el modelo calvinista de predestinación (o doble predestinación) que enseña que Dios ha pre ordenado no solamente el destino de los electos, sino también a aquellos que están condenados, tiene algunas serias implicaciones para sostener no sólo la omnibenevolencia de Dios y el deseo universal salvífico, sino también la realidad del libre albedrío individual.

Para los católicos, la naturaleza humana está inherentemente herida por el pecado original, y estamos constantemente en necesidad de la gracia de Dios, la cual recibimos por medio de los sacramentos.

Nadie es inmune al pecado (aparte de la Virgen María, quien por una gracia singular, fue concebida libre de la mancha del pecado original), y todos están libres para aceptar o para rechazar la gracia de Dios en cualquier momento de sus vidas.

Puesto que el catecismo enseña que nadie está predestinado al infierno, y que la reconciliación con Dios puede ser alcanzada en cualquier momento de la vida de una persona, la noción de que alguien pueda estar perdido para siempre por aceptar la marca de la bestia es incompatible con las enseñanzas de la Iglesia Católica.

CUANDO FUNCIONARÍA LA CONDENACIÓN ETERNA CATÓLICA POR LLEVAR LA MARCA DE LA BESTIA

Hablemos estrictamente de la doctrina católica. Si un católico decidiese mantener por ejemplo un microchip implantado en su mano o en su frente mañana para poder comprar o vender bienes, y la Iglesia se mantiene silenciosa sobre la materia, entonces no habría penalidades canónicas por hacerlo.

Y como tal no habría consecuencias espirituales por aceptar este microchip, puesto que es sólo la Iglesia la que ata o desata el pecado en la tierra.

Sin embargo, si la Iglesia más tarde enseñase que aceptar el implante de dicho chip fuera de hecho el cumplimiento de la profecía Bíblica, y que cualquiera que lo hiciera estaría impedido de recibir la comunión, entonces el mantener el implante del microchip tendría desde ese momento una penalidad canónica que impediría a cualquiera alcanzar la salvación, si continúa usándolo a pesar del reglamento de la Iglesia.

Estarían por lo tanto separados de recibir las gracias otorgadas por los sacramentos hasta que se arrepintiesen de su pecado, hasta que tomaran la resolución de nunca más usar un aparato así, y buscaran la absolución de un sacerdote.

Y si fueran a morir antes de que se arrepintiesen de sus actos, entonces estarían automáticamente excluidos de la visión beatífica.

Los implantes de microchips habrían sido el cumplimiento de la profecía de la marca de la bestia, pero las penalidades canónicas y espirituales sólo se aplicarían una vez que la Iglesia haya hecho el decreto oficial.

Los fieles que hayan sido engañados a recibir la marca entonces estarían obligados a escoger bien sea de hacer reparación y cesar de usar esta tecnología completamente, o de continuar usándola y volverse impedidos de acercarse a los sacramentos hasta que se arrepintiesen de sus actos.

FUENTES:


Foros de la Virgen María

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