Así es como cede occidente
ante el Islam.
A estas alturas de la
situación muchos lectores se preguntarán como es que los yihadistas musulmanes
está creciendo tan rápido en el mundo musulmán y en occidente y son capaces de
tantos hechos violentos sin que las fuerzas de seguridad occidentales y de los
supuestos estados musulmanes moderados los detengan.
La respuesta hay que buscarla
en el ‘colchón’ de protección que el discurso políticamente correcto ha tejido
alrededor del Islam, que impide identificar adecuadamente a los agresores.
Occidente se niega a decir que son musulmanes sino simples criminales, y por
tanto no pueden ir directamente a buscarlos entre las comunidades musulmanas,
que es donde se camuflan.
Este
mecanismo perverso está dejando desprotegido no sólo a occidente, sino
preferentemente al cristianismo, que es su gran objetivo.
Y
es más, esta política es funcional para el laicismo occidental, tal como se ve
en Francia, porque legitima coartar más las expresiones cristianas.
LA NARRATIVA DE QUE EL ISLAM
ES UNA RELIGIÓN DE PAZ, Y LOS EXTREMISTAS SON UNA PEQUEÑA MINORÍA
ISIL, Boko Haram, Talibanes,
al-Qaeda, al-Nusra, al-Shabbab, Hezbollah, Hamas, terroristas suicidas, lobos
solitarios, decapitación de niños, esclavitud sexual, conversiones forzadas,
ataques a niños en edad escolar, cientos de miles de cristianos que huyen de
sus hogares, turbas antisemitas en Europa.
¿Esto
lo hace una pequeña minoría?
Si
todas estas minorías “pequeñas” y lobos solitarios unieran sus fuerzas,
sobrepasarían fácilmente la mayoría de los ejércitos de la OTAN.
Por otra parte, aquellos que participan activamente en el terror parecen tener
considerable apoyo de su gente. Por ejemplo, una encuesta a
ciudadanos franceses, antes del último ataque en París en Bataclan, pero
después del ataque a Charlie Hebdo, reveló que uno de cada seis tenía una opinión positiva del ISIL.
Teniendo
en cuenta que la población musulmana de Francia es de aproximadamente 11 por
ciento, y suponiendo que el grueso de la simpatía del 16 por ciento eran
musulmanes, eso significaría que la mayoría de los musulmanes franceses
simpatizaban con ISIL.
Mientras tanto, una encuesta a
jóvenes turcos en Holanda encontró que el 80 por ciento de ellos no ven nada malo en la jihad contra los infieles.
Haron Monis, el
autodenominado jeque que tomó diecisiete personas como rehenes en un café de
Sydney, que supuestamente era un lobo solitario, sin embargo tuvo 14.000 “me
gusta” en su página de Facebook.
Un problema con aferrarse a estas narrativas es que
muchos de aquellos que repiten las
narraciones lo hacen como pretexto. Como el psiquiatra Theodore Dalrymple dijo:
Cuando las personas se ven obligadas a permanecer en silencio cuando se
les dice las mentiras más obvias, o aún peor cuando se ven obligadas a repetir
las mismas, pierden todo su sentido de la
probidad. Dar el visto bueno a
las mentiras obvias es cooperar con el mal, y de alguna manera convertirse en
el mal uno mismo.
Los que logran a pesar de todo
retener su probidad u honradez, perderán el respeto de los que se mantienen
firmes diciendo las mentiras, quizás por propia conveniencia personal.
Recientemente, después que los talibanes en
Pakistán asesinaron a 135 niños en edad escolar, funcionarios de la OTAN emitieron una declaración condenando el ataque y
afirmando
que el mismo mostraba una “falta de respeto a la fe islámica”
¿Es esto así o es justamente lo
contrario?
En
primer lugar,
la palabra “talibán” significa “estudiante”. El grupo se formó originalmente con estudiantes de madrazas, personas que
estudian el Corán y supuestamente saben algo sobre el Islam.
En
segundo lugar,
grupos como los talibanes, al-Qaeda y
los demás se formaron precisamente porque sentían que el Islam no estaba
recibiendo suficiente respeto.
“Falta de respeto a la fe islámica”, “esto no tiene
nada que ver con el Islam”, “[las decapitaciones o el crimen que sea] no
representa ninguna fe, y menos aún la del Islam”
Son
tantas las comprobaciones contrarias que después de un tiempo de defender la narrativa
políticamente correcta, muchos comienzan a tener sus dudas en sus adentros,
aunque la mayoría se mantendrá firme porque no quiere conflictos.
Es
posible que comiencen a pensar. “[insertar
aquí la última atrocidad cometida por los jihadistas] probablemente tiene algo
que ver con el Islam”.
La cuestión es más compleja que decir simplemente
esto es debido a la lógica del Islam o nada de esta violencia es debido a la
doctrina del Islam. Es más matizado, pero la realidad implica que la propia doctrina religiosa-política del Islam
por lo menos acepta y practica la violencia contra los infieles. Ver aquí las
diferencias con el cristianismo.
LA DIFICULTAD PARA
CONTRARRESTAR EL TERRORISMO ISLÁMICO EN OCCIDENTE
Más allá de sus efectos a nivel de cada persona,
hay una consecuencia más peligrosa, que es respecto a nuestra seguridad en occidente.
La
policía, los militares, los servicios de inteligencia, los medios de
comunicación, los académicos, los gobiernos están entre dos fuegos.
Por un lado no pueden cerrar los ojos a la realidad de la radicalización
islámica y su génesis de violencia, y por otro lado tienen mucha presión para ejercitar el discurso políticamente correcto
para no “herir” a los musulmanes.
Si la narrativa políticamente correcta dice que la
violencia no tiene nada que ver con el Islam, entonces van a buscar sus causas
en otro lugar: en la pobreza, los
agravios históricos, la falta de educación, la enfermedad mental, cualquier
cosa excepto en los dictados religiosos.
Y mientras tanto, en ausencia de cualquier análisis
preciso, el Islam militante continuará
creciendo.
La respuesta confusa de Occidente a los acontecimientos en el mundo
musulmán tiene sus raíces en una narración igualmente confusa. La preservación de la ficción de que el Islam
es una religión de paz ha hecho posible que la cepa violenta del Islam se
convierta en casi la tendencia dominante.
Del mismo modo, las políticas de inmigración ingenuas de Europa, que se basan en la
fantasía multicultural, parecen dirigidas a garantizar que los problemas de
Siria e Irak serán pronto los problemas de varios países europeos.
OTRA NARRATIVA FALSA PARA
ESCONDER LA ESTRATEGIA DE LOS MUSULMANES RADICALES
Los medios de comunicación occidentales permiten al
terrorismo islámico camuflarse mediante
juegos semánticos y omisiones convenientes.
Retratan la violencia como un
producto de los agravios históricos, “la islamofobia”, una locura individual,
la pobreza, la ignorancia, el imperialismo de occidente contra las regiones del
Islam.
La estrategia que
recientemente salió a la luz consiste en destacar que los ataques terroristas
islámicos se dirigen a otros musulmanes.
La lógica aquí es clara: ¿Cómo pueden estos grupos
ser islámicos si atacan y matan a otros
musulmanes?
Cualquiera que sea su motivación, seguramente no son del Islam, porque
los que están siendo asesinados son los mismos musulmanes. Esto sugiere que los
propios terroristas no pueden ser verdaderos musulmanes porque los musulmanes
tienen generalmente prohibido por el Islam matar a otros musulmanes (aunque
existen salvedades).
Sin embargo, y a pesar que los terroristas matan a
otros musulmanes que consideran apóstatas, se plantea una pregunta: ¿por qué ataques similares, cuando se dirigen
a los no musulmanes – especialmente a los cristianos – rara vez o nunca
obtienen la misma cobertura de los medios?
No
vamos a mencionar en este artículo la cantidad de ataques de terroristas
musulmanes a cristianos porque se perdería el hilo, pero son comunes en
el mundo musulmán y debemos preguntarnos:
¿Cuántos occidentales han escuchado sobre estos
ataques? No muchos, porque no tuvieron
destaque en la prensa occidental.
La razón es evidente, la presentación de informes de musulmanes matando musulmanes no
contradice el relato de los principales medios de comunicación, sino que
refuerza la narrativa de los políticos occidentales que habitualmente los
caracterizan como meros “criminales”.
Es así como ya dijimos, la Fuerza de Asistencia de la OTAN en Afganistán emitió una declaración
condenando el atentado de Peshawar, y agregó:
“Las acciones de barbarie de los talibanes ilustran
su falta de valor para la vida humana y la falta de respeto a la fe islámica. Estos
ataques sólo demuestran su deseo
egoísta por el poder y la voluntad de asesinar para alcanzar sus objetivos
egoístas”.
Por otro lado, es más difícil para los medios disimular los motivos de los musulmanes
que atacan intencionalmente y matan a “los otros”, minorías “infieles”
simplemente indefensas.
Cuando suceden casos de cuatro niños
decapitados por negarse a renunciar a Cristo o como la mayor masacre
de cristianos en Siria, éstos rara vez obtienen gran cobertura de
los medios del sistema, porque pondría en duda la
narrativa principal, e indicaría que la violencia islámica es un producto del odio
islámico para los no musulmanes y para los supuestos infieles de su
propia religión.
¿CUÁL FUE LA REACCIÓN DE LOS
LAICISTAS FRANCESES ANTE EL ATAQUE EN PARÍS DEL 13 DE NOVIEMBRE?
Las autoridades francesas se
han concentrado en decir que no hay relación entre el Islam y los dramáticos
acontecimientos en Le Batclán.
Los asesinos – según la narrativa laicista – de ninguna manera son representativos de la
religión que invocan y Alá no estarían de acuerdo. El Islam es una
religión de “tolerancia” y “amor”.
Del mismo modo los miembros gubernamentales evitan siquiera mencionar al Islam cuando se
habla de los ataques; por ejemplo el Presidente Hollande habla del
ataque de Daesh (otro nombre por el que se conoce al Estado Islámico) para no
mencionar al Islam.
Pero la situación es aún más esquizofrenica.
Mientras se pide “Fraternidad”, especialmente con la población inmigrante
musulmana de Francia, los poderes
fácticos también insisten en que el “secularismo” – laicidad – es la única
respuesta posible a los ataques.
De modo que si la ausencia de la religión, en la plaza pública al menos,
es la única esperanza hoy de Francia, eso significa admitir indirectamente que la guerra que libran los yihadistas es de
carácter religioso: una “guerra santa”.
Sin embargo no consideran que si el Islam, y los
musulmanes radicales seguidores del Corán han ganado terreno, no es principalmente
debido a problemas sociales y la pobreza en los suburbios, como las autoridades
sostienen: es debido al enorme vacío
dejado por el abandono constante del cristianismo y del respeto por la vida y
los valores tradicionales.
Los
asesinos en el moderno distrito 11 de París y Le Bataclan eran en su mayoría
educados en escuelas francesas o belgas del Estado, donde el secularismo es
obligatorio,
aun cuando las comunidades musulmanas son lo suficientemente fuertes como para
obtener privilegios de facto en el número de escuelas, como las comidas halal
en los comedores escolares y la respuesta flexible a ausentismo durante los
días festivos islámicos.
Con el nuevo ataque, la respuesta principal del
gobierno francés es más de lo mismo:
más “secularismo”, como dijo el primer ministro Valls insistentemente:
más “valores Republicanos”.
“Sabemos que la batalla para enfrentar las rupturas
en nuestra sociedad y este ascenso radical, pasa por defender nuestros valores y el secularismo, viene a través de las
escuelas y a través de la cultura”.
Esto significa poner a todas las religiones en el mismo plano y la laicidad por encima
de ellas, como un requisito para los franceses para poder vivir uno
junto al otro en paz, lo que ha sido durante mucho tiempo una característica
principal del sistema de educación pública, gratuita.
Con
la llegada de François Hollande y su gobierno socialista, las cosas se
hicieron – si es posible – incluso peores.
El ex ministro de Educación, Vincent Peillon, para
quien “el laicismo es una religión”, dijo en 2012:
“El objetivo de la moral secular es permitir a cada
alumno emanciparse a sí mismo, porque el punto de inicio de la laicidad está en
el respeto absoluto de la libertad de conciencia. Con el fin de dar libertad de
elección, uno tiene que ser capaz de separar
a los alumnos de toda restricción determinista, perteneciente a la familia o al
origen étnico, social e intelectual, a fin de tomar decisiones después de eso”.
Y ya varios medios de comunicación franceses han trazado paralelos entre los locos de Alá y los
tradicionalistas católicos o sólo cristianos – aquellos que participaron
en la “Manifestación” en contra de matrimonios
del mismo sexo.
Un
psiquiatra infantil popular, Aldo Nouri, dijo a los padres de familia que hablen con sus
hijos acerca de los ataques, y expliquen que el radicalismo y el extremismo se
puede encontrar en cualquier lugar.
“Díganles
que muchas religiones han matado en nombre de su fe; también los
católicos e incluso los ateos, en Rusia”.
Él
no evocó al “terror” en Francia, a través del cual la Revolución en 1790, mató a
miles de católicos, sacerdotes, religiosos y laicos.
UNA SIMULACIÓN QUE LLEVA AL
DESASTRE
Actuar en contra de los musulmanes, mientras se simula que no,
promoviendo al laicismo como una solución, ha desarmado a Francia y está abriendo el camino a la persecución contra
los fieles de su religión histórica, el catolicismo.
Esto ya sucede en la medida en que activistas pro-vida y pro-matrimonio son
hechos aun lado, como fundamentalistas retrógrados que tratan de imponer
sus puntos de vista religiosos en la “república secular.”
Debido
a que los musulmanes rezan en una serie de calles en París y en otras
partes, como una demostración comunitaria la fuerza, la líder del Frente
Nacional, Marine Le Pen – cuya estrella está en ascenso – ha dicho que también se opone a las oraciones públicas de
católicos pro-vida en las calles.
Francia no está eligiendo precisamente el camino
que le permita oponerse al terrorismo a
través de sus verdaderos valores.
El principal ataque terrorista del 13 de noviembre
ocurrió en un concierto de rock cuando el grupo estadounidense Eagles of
Death Metal, que había atraído a 1500 espectadores en Le Bataclan; estaban empezando a cantar su éxito, “Besa
al Diablo”. La letra podría haber sido escrita como una broma, pero
las palabras son claras:
“¿Quién va a amar al diablo? ¿Quién va a cantar su
canción? … Yo amaré al diablo y su
canción“.
Un sacerdote diocesano, el P. Hervé Benoît, comentó en el sitio de noticias Respuesta
Católica:
“¡Mira las fotos de los espectadores, momentos
antes de la tragedia! … Son muertos
vivientes. Sus asesinos, los ‘zombies haschishin’, son sus hermanos siameses.
¿Cómo no ver esto? ¡Es tan obvio!
El
mismo desarraigo, la misma amnesia, el mismo infantilismo, la misma falta de
cultura…
Un drama del humanismo ateo, que adora al diablo,
la muerte, la violencia, y lo dice.
El signo de la muerte y el caos no sólo se ciernen sobre París en un
viernes por la noche maldita. 130
muertes son horribles. ¿Pero qué pasa con 600 muertes? Esa es la cantidad de
abortos que ocurrieron en Francia en ese mismo día”.
Para completar el panorama, en una reunión de la
Asociación de Alcaldes de Francia días después de los terribles acontecimientos
en París, se discutió una idea: vamos a prohibir
los Pesebres (belenes) en todos los lugares públicos.
Tener una ley adecuada para asegurarse que ningún ayuntamiento pueda tener un “pesebre” en Navidad
fue una de las principales propuestas formuladas en un informe que la
Asociación había estado trabajando en la estela del ataque a Charlie Hebdo
también.
Así
es como el secularismo cede ante el Islam.
Fuentes:
- http://www.frontpagemag.com/2014/raymond-ibrahim/only-muslim-schoolchildren-lives-matter/
- http://www.crisismagazine.com/2014/lost-time-three-false-narratives-stuck-sixties
- http://taylormarshall.com/2015/01/islam-really-peaceful-religion-quotes-quran.html
- http://www.gatestoneinstitute.org/6915/europe-muslim-enrichment
- https://www.lifesitenews.com/opinion/islamic-terror-is-the-perfect-pretext-for-a-crackdown-on-traditional-christ
Foros de la Virgen María
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