miércoles, 13 de enero de 2016

UN ASTROFÍSICO DE HARVARD RAZONA COMO SAN ROBERTO BELARMINO PARA DEFENDER LA ARMONÍA DE CIENCIA Y FE


John ZuHone, del MIT y la NASA, explica por qué es cristiano y científico.

El principio de la armonía entre ciencia y fe es la unidad de la verdad, así entendido por científicos y teólogos de ayer y de hoy.

"A menudo se presenta al cristianismo y la ciencia como fuentes opuestas de verdad: si crees en una, debes rechazar la otra. Pero la realidad es que muchos cristianos encuentran que la ciencia les ayuda a buscar y comprender la verdad, y creen que la razón, el pensamiento y la investigación crítica son dones de Dios".

Quien expresa esta opinión es el rabino Geoffrey A. Mitelman, uno de los principales blogueros del Huffington Post en el área de religión. Para corroborar esta afirmación, cita el testimonio del astrofísico estadounidense John ZuHone, actualmente profesor en el Centro de Astrofísica Smithsonian de Harvard y con un brillante currículum académico previo como investigador en el Instituto Kavli de Astrofísica del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

ZuHone hizo una aportación testimonial a Sinai and Synapses, un proyecto del propio Mitelman para favorecer la armonía entre la religión y la ciencia en el ámbito judío.

Transcripción en español de las palabras del astrofísico John ZuHone:
«Hola. Mi nombre es John ZuHone. Soy un astrofísico en la NASA´s Goddard Space Flight Center y también un seguidor de Jesucristo. Durante casi toda mi vida me ha fascinado la ciencia y he creído en Dios.

»Esto no siempre ha sido fácil. Pero me he dado cuenta de que la fe cristiana tiene en gran consideración la razón, la investigación y la ciencia. San Pablo dice: "Examinad cada cosa y mantened lo que tiene valor" (1 Tes 5, 21). En su pequeña catequesis, Martin Lutero dice: "Creo que Dios me ha creado a mí y a todas las criaturas, y me ha dado la razón y los sentidos, a los que preserva". Y el Salmista dice: "Los cielos proclaman la gloria de Dios, pregona el firmamento la actividad de sus manos. Un día le pasa el mensaje a otro día, una noche le informa a otra noche. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que se oiga su voz” (Salmo 19).

»Ahora bien, todo esto como cristiano me dice que Dios me habla tanto a través de Su palabra en las Escrituras como a través de la naturaleza, y que puedo descubrir la verdad estudiando ambas. Aunque mi naturaleza finita y mi tendencia al egocentrismo -algo que la Biblia llama "pecado"- implican que mi comprensión será siempre imperfecta. Si encuentro una contradicción entre ambas significa que puedo haber malinterpretado la Escritura, o lo que la naturaleza quiere decirme, o ambas.

»Por ejemplo, si las pruebas demuestran claramente que el universo se creó hace millones de años, como creo, significa que tal vez debo interpretar de otras maneras el primer capítulo del Génesis. Sin embargo, en absoluto podría decir que dudo de que Dios es el Creador. Pienso que son dos cosas distintas.

»Dios dice mediante el profeta Isaías: "Venid aquí y discutamos juntos" (Isaías 1, 18). Creo y espero que respondiendo a esta llamada de Dios, este Dios que en la persona de Jesucristo ha muerto y resucitado por mis pecados, me dará la comprensión que necesito para ser no sólo un mejor científico, sino también un mejor seguidor Suyo.

»Gracias por escucharme.»

ZuHone, como San Roberto Belarmino
Comentando estas palabras, la Unión de Cristianos Católicos Racionales (UCCR, una página web que busca también la conciliación entre fe y ciencia desde el ámbito católico) destaca que el razonamiento de ZuHone "puede ayudar a muchas personas a reflexionar sobre sus enfoques, a menudo tan desconfiados hacia el mundo científico. El profesor ZuHone es protestante y seguramente tiene más experiencia directa con ambientes y grupos que sienten temor y perjuicios hacia la investigación científica".

Efectivamente, esto es menos frecuente en el ámbito católico, y como señala el redactor de la UCCR, "sus palabras traen a la mente las reflexiones de San Roberto Belarmino (1542-1621), el famoso cardenal que fue uno de los responsables del primer proceso a Galileo Galilei, cuyo pensamiento era, paradójicamente, ´más científico´ que el del propio investigador pisano, del que además era amigo personal. De hecho, esto es lo que escribió al padre Paolo Antonio Foscarini (carmelita y científico seguido de Copérnico) el 12 de abril de 1615: ´Digo que aunque se demostrara que el Sol está en el centro del mundo y la Tierra en el tercer cielo, y que el Sol no rodea la Tierra, sino que la Tierra rodea el Sol, entonces sería necesario explicar con mucha atención las Escrituras que dicen lo contrario y decir más bien que no las entendemos en lugar de decir que es falso lo que se demuestra. Pero yo no creeré en ello hasta que no me sea demostrado´. Es decir, sin demostración la ciencia no puede afirmarse como verdad y, en caso de demostración, entonces hay que creer lo que dice y mejorar, en este caso, nuestra interpretación de las Escrituras, que no son y no quieren ser un libro científico".

Traducción de los textos: Helena Faccia Serrano (diócesis de Alcalá de Henares).



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