Hoy es miércoles de ceniza. Recuerdo a todos mis lectores que si han cumplido catorce años están obligados a la abstinencia de carnes mañana y los viernes. Esto es válido para los lectores católicos, porque tengo algún lector budista y otro presbiluterano-en-camino-de-aclararse.
Recuerdo a algún lector tramposo que no vale arrojar cerdos al lago,
para después pescarlos. Y que las morsas y las focas se consideran carne,
aunque vivan en un medio acuático. Si no estoy al quite, los lectores de este
blog siempre me buscan las puertas traseras para hacer su santa voluntad.
La ley del ayuno rige desde
los dieciocho años hasta cumplir los cincuenta y nueve.
A una viejecita le he dicho que ella, por tanto, todavía tenía que ayunar, dado
que no había llegado a esa edad. Ha sonreído pícaramente y se ha callado. El
Cielo sabrá perdonarme esa mentirijilla.
P.
FORTEA
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