Hace tiempo que no escribo un
post de economía, que es una de mis pasiones. Hoy me gustaría decir alguna
cosa, a sabiendas de que, dada mi profesión, pocos tomarán en serio mis
palabras.
Hay una pregunta deberíamos
hacernos: ¿puede seguir creciendo China indefinidamente al ritmo que lo ha
hecho estos años?
La respuesta que cualquier
profesor universitario de macroeconomía sabe es que NO. La ley de los ciclos se
le aplica a China, como a cualquier otro país o sistema económico. Si el ciclo
expansivo fuera ilimitado, las tasas de interés de los préstamos se elevarían
hasta las nubes, porque el precio del dinero seguiría creciendo de valor de
forma incontenible. No hay Estado que pueda contener eso con un crecimiento
sostenido del 5%. Es imposible. Así que llegaremos, antes o después, al punto
de explosión de la burbuja que se formará cuando la diferencia entre el valor
real y el especulativo sea insostenible.
Así que, lo sepa la gente o no,
es una mera cuestión de tiempo el que China entre en recesión. El problema es
que si ya ahora estamos tan mal en Europa, ¿qué va a ser de nosotros cuando
China entre en una situación de destrucción del PIB prolongada durante (como
mínimo) unos cinco años?
Tengamos en cuenta que si China
entra en recesión (algo inevitable), nosotros los europeos nos vamos a llevar
la peor parte. ¿Y cómo va a capear el temporal durante toda la recesión de
China un país como España con un 20% de paro? Honestamente, creo que hay que
decir claramente que no se podrá sostener el Estado ante una situación así. Nos
enfrentamos a una disminución del capital en circulación sin precedentes, a una
congelación absoluta del crédito.
Por eso, hay que tomar soluciones
globales ante el tsunami global que se avecina. Pero ni China quiere oír hablar
de soluciones globales, ni Europa ni Estados Unidos han logrado una política
común para afrontar la crisis.
La economía mundial sigue
ralentizándose. Ahora los medios no hablan de la burbuja china. Pero cuando ese
Godzilla se despierte, no se va a hablar de otra cosa en las noticias, porque
va a ser extremadamente cruel. Se requiere una labor conjunta y global ya.
Cuanto más se tarde en poner los remedios, más difícil será curar al enfermo.
Cuanto más tardemos, vamos a tener mucho menos margen de maniobra.
Pero escribo estas líneas a sabiendas de que el capitalismo imperante
cada vez más brutal, el egoísmo, la bajeza de miras, el cortoplacismo, impiden
tomar medidas. Advierto de las cosas, como advertí de que este invierno iba ser
duro. ¿Cómo lo supe? Porque llevo años observando a las cigüeñas de Alcalá. Y cuando
muchas se marchan en octubre, es que va a hacer más frío. Este año lo dije en
el blog que iba ser mucho más frío. Pues bien, en unos cuantos años (en mi
opinión, en unos cuatro o cinco como máximo) se avecina un invierno económico
todavía más duro. Ojalá que me equivoque.
P.
FORTEA
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