Viernes 17 de Agosto 2012.
Hace una semana, estando su novio trabajando en su escritorio, escuchó como si un carro viejo hacia ruido, y este provenía del cuarto en que descansaba su novia. Se acercó a investigar qué podría ser y la encontró retorciéndose y haciendo ella ese ruido.
Al principio se asustó, luego tomando coraje se enfrentó. La llamó por su nombre pero ella no respondía hasta que una voz gutural le dijo: ¿Acaso no sabes quién soy? El joven dice que el demonio le hablaba como si creyese Dios y lo siguió enfrentado hasta que el demonio le dijo su nombre, sadaman, o algo así.
Cuando todo pasó buscaron ayuda con su madre, y un amigo de nuestro grupo les dio la referencia sobre nuestras reuniones, así que ayer viernes llegaron los tres en busca de ayuda.
La joven estaba inmóvil y no participaba de las oraciones y canciones de alabanza previas a la sanación, hasta que llegó el momento.
Primeramente atendí a todos los presentes dejándola a ella al último. Le pedí que se acercara y empecé con la imposición de manos… ella no se inmutaba pero los instrumentos de apoyo del grupo empezaron a retorcerse lo que me obligó a hacerle el exorcismo, y el demonio salió a través de los instrumentos a los cuales el Señor Jesús los liberó no sin antes estos sufrieran los ataques finales del demonio el cual trató de dividirnos en todo momento para vencer, pero la Sangre de Cristo y el Manto de María prevalecieron.
Luego vino el mensaje que a continuación reproduzco.
MENSAJE DEL CIELO A NUESTRO GRUPO DE ORACION – VIERNES 17 DE AGOSTO 2012
El Señor Jesús: Que dolor siento.
Los espíritus pueden ser atacados por la maldad, porque los demás no están rezando.
San Miguel Arcángel: Quiero que arrimes al instrumento, acá, acá. Como están asustados, no está habiendo comunión de espíritus, ellos nos son uno cada uno, sino que son todos juntos uno, así que lo que le afecte a uno le afecta a todos, no deben ver a los instrumentos como varios, sino como uno solo, un solo espíritu los mueve.
Querido grupo Sí Señor, para esto están acá, una sola fuerza, un solo sentir, una sola espiritualidad, fuertes con el espíritu de Dios, solo a Él se deben, sean dignos para Él. Por la Sangre preciosísima de Jesús y el Manto de la Santísima Virgen no habrá quien les pueda tocar ni hacer daño. Ya está dicho.
El hno. José: Gracias Señor, bendícenos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Grupo Católico Oración por los Enfermos ‘Si Señor’
José Miguel Pajares Clausen
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