domingo, 1 de febrero de 2009

LA OLLA MAGICA


Había una vez una niñita muy pobre que vivía sola con su madre.

Un día se quedaron sin nada que comer. Entonces la hija fue al bosque allí se encontró con una anciana que ya conocía su desgracia y le regaló una olla mágica, a la que sólo tenía que decir: “¡Olaollita ticúlate!” y la olla preparaba un rico pucherito. Cuando la comida estaba lista, se le decía: Olla... Ollita... ¡destantarabintantincúlate!” y la ollita dejaba inmediatamente de cocinar. La niña llevó la olla a su madre, y así salieron de la pobreza y del hambre, además podían comer puchero cuantas veces quisieran.

Un día cuando la niña no se encontraba en su casa, su mamá dijo:
· Olla Ollita… ¡¡¡Ticúlate!!!”
Y la olla cocinó, cocinó y cocinó un riquísimo puchero y la mujer sació su hambre. Pero cuando quiso que la ollita dejase de cocinar, no se acordaba las palabras mágicas. Así fue como la ollita siguió cocinando y cocinando y el puchero salió de la olla y siguió cocinando, cocinando.

Se inundó primero la cocina y después toda la casa y la casa del vecino y toda la calle, y cuando sólo quedaba una casa sin llenar de puchero, llegó la hija. Vio todo inundado de comida y cuando el puchero le llegabahasta el cuello, dijo:
· Olla ollita… ¡¡¡destantarabintántincúlate!!!”
Y la olla como por arte de magia se detuvo y dejó de cocinar.

Y ese día cuando los habitantes del pueblo quisieron volver a sus casa tuvieron que abrirse paso, ¿saben como? ¡¡Comiendo puchero!!

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