martes, 13 de enero de 2009

EL PODER DEL MANTRA


El poder y alcance del mantra depende de la actitud del que lo repite. Así lo evidencia la siguiente historia.

Un eremita vivía a la orilla del río. Era alimentado por una lechera que todos los días le regalaba leche para su manutención. El eremita había concedido una mantra a la buena mujer y le había dicho:
§ Repitiendo este poderoso mantra puedes ir a través del océano de la existencia

Pasó el tiempo. Cierto día en que la lechera iba a cruzar el río para llevar la leche al eremita, llovió torrencialmente y las aguas del río se desbordaron. No había manera de pasar el río en barca. La mujer recordó lo que había dicho el eremita:
Repitiendo este poderoso mantra puedes ir a través del océano de la existencia Y se dijo a sí misma: Y esto sólo es un río”. Repitió interiormente el mantra con mucho amor y motivación y comenzó a caminar sobre el agua hasta llegar donde estaba el eremita.

Al verla, éste, muy extrañado, preguntó:
§ “¿Cómo has podido llegar hasta aquí si el río se ha desbordado?”
La mujer repuso:
§ Como me dijiste que con el mantra que me entregaste podía atravesar el océano de la existencia, pensé que sería mucho más fácil cruzar el río. Recité el mantra y lo pasé caminando sobre las aguas

Al escuchar esta explicación, el eremita se llenó de vanidad y pensó: “¡Qué grado de evolución debo tener cuando la lechera ha podido hacer esta proeza con mi mantra!”

Días después, el eremita tenía que ir a la ciudad. Las lluvias monzónicas no habían cesado y el río continuaba desbordado. El eremita pensó que no había ningún problema. Si el mantra había funcionado con la lechera, ¿cómo no iba a funcionar con él?

Empezó a repetir el mantra y se lanzó a las aguas del río. Automáticamente se hundió hasta el fondo y pereció.

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